Asesinaron a un testigo clave de la Tragedia de Once

El cuerpo de Leandro Andrada fue hallado con cuatro disparos en la espalda. Contaba con el dinero que tenía y solo le faltaba el celuar. El día del accidente que costó la vida a 51 personas y causó heridas a otras 700, la víctima fue uno de los dos motorman que condujo la formación siniestrada.

Buenos Aires

El maquinista Leandro Andrada, testigo clave en la causa por la que se investiga la tragedia ferroviaria en la estación de Once, fue hallado muerto con cuatro disparos en la espalda en el partido bonaerense de Ituzaingó, informaron hoy fuentes policiales y gremiales.

El día del accidente que costó la vida a 51 personas y causó heridas a otras 700, Andrada fue uno de los dos motorman que condujo la formación siniestrada.

En la estación Castelar le entregó el tren a Marcos Córdoba, conductor que está imputado por el siniestro.

En declaraciones al canal TN, el delegado de la Unión Ferroviaria Edgardo Reynoso confirmó el hecho, y pidió una “investigación a fondo y el castigo de los responsables”.

“Al principio aparentaba ser un robo, pero tenía el dinero encima, sólo le faltaba el celular. Hasta ahora es todo lo que supimos”, dijo.

Según las primeras informaciones, el hecho ocurrió la mañana del viernes en Villa Ariza, un barrio de Ituzaingó, y Andrada fue atacado mientras esperaba un colectivo temprano a la mañana en la esquina de las calles José María Paz y Malabia.

“Estaba yendo al trabajo”, señaló Reynoso.

La muerte de Andrada, bajo investigación de la comisaría primera de Ituzaingó, se conoció cuando faltan 13 días para que se cumpla un año de la tragedia ferroviaria de Once.

Por el siniestro están procesados, además del maquinista Córdoba, los ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, y el ex subsecretario de Transporte Ferroviario Antonio Luna.

En similar condición están los ex jefes de la CNRT Pedro Ochoa y Eduardo Sícaro, el ex jefe de Trenes de Buenos Aires (TBA) Sergio Cirigliano y una veintena de directivos de esa compañía.

“Suena todo muy raro, y un robo evidentemente no fue”, señaló a DyN la abogada María del Carmen Verdú, que, en carácter de querellante, representa a un grupo de familiares de las víctimas.

La letrada recordó que Andrada era un “testigo importante, porque fue el que le entregó el tren a Córdoba en Castelar”, poco antes del siniestro.

“Ya había declarado en la etapa de Instrucción, y ahora lamentablemente cuando se realice el juicio oral y público, no podrá”, deploró. Una semana después de la tragedia, Andrada le dijo al juez de la causa, Claudio Bonadío, que ese día la formación 3772 salió de Moreno rumbo a Once “sobrecargado”, porque no había habido servicios durante los 18 minutos previos.

Estimó que, por esa demora, subieron entre 1.800 y 2.000 pasajeros, “el triple de la capacidad que la formación debe llevar”, por lo que el tren iba más lento y había que frenarlo “con mayor antelación” a la habitual.

La fiscalía y las cuatro querellas, dos de las cuales no acusaron a Córdoba, pidieron que los acusados sean juzgados por diversos delitos de estrago doloso o culposo y defraudación a la administración pública.

La querella más dura fue la de la familia de Menghini Rey, el joven que fue encontrado sin vida dos días después dentro del tren, que también pidió que a los acusados, excepto al maquinista Córdoba, se los juzgue por “asociación ilícita”.

Tras conocerse la noticia sobre Andrada, que tenía 53 años, estaba casado y tenía dos hijos, desde Twitter se reclamó acción al Gobierno.

La ex funcionaria Graciela Ocaña pidió que “se esclarezca el crimen” y señaló que “en lugar de pelearse x la Ley de Medios, el ministro de Justicia (Julio) Alak debe dar protección a los testigos claves de la causa Once”.

DyN


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