Aves del Valle II

Con sus saucedales y alamedas, el Valle del río Negro es el hábitat de más de 120 especies. Para descubrirlas, solo hay que salir a caminar con binoculares y alguno de los varios libros-guía editados. Conviene aprovechar las primeras horas del día, cuando están más activas. Poco a poco podremos identificarlas a lo lejos e incluso por su canto. En esta segunda entrega, ocho de las aves que pueblan las chacras. En la próxima, las acuáticas.

Hernán Povedano

En esta segunda entrega, ocho de las aves que pueblan las chacras. En la próxima, las acuáticas.

Ave nacional de los argentinos, ingresó al valle del río Negro luego del desarrollo de las chacras y arboledas, hace poco más de 50 años. Hoy es un ave común, que incluso puede verse en parques y jardines de ciudades. De coloración poco llamativa, su nido en forma de horno de barro le valió fama y reconocimiento. Para construirlo trabajan ambos padres acarreando barro mezclado con paja y ubicándolo con su pico así como un albañil agrega material a una pared. Muy caminador, busca su alimento exclusivamente en el suelo: come insectos y toda clase de bichos que encuentre en su camino.

El cortarramas es un pájaro bastante particular y llamativo. Frecuenta arbustales y arboledas bajas y densas. El macho y la hembra son bien diferentes, siendo el macho más llamativo, con el ventral y frente color rojo ladrillo. La hembra es jaspeada y de coloración apagada, de tonos pardos y grises. Normalmente está algo oculto entre las ramas, aunque a veces se posa a la vista en alguna alta para cantar. Su canto es muy peculiar, como un quejido, lo que le valió el nombre de “quejón” en algunos parajes. Es similar al ruido de la bisagra oxidada de una puerta vieja. Se alimenta de frutos y brotes tiernos de ramas de arboles.

El jilguerito común es un pájaro pequeño y de un bello color amarillo oro en el macho, mientras que la hembra es parda con jaspeado más oscuro en el pecho. Los machos son muy buenos cantores, especialmente al inicio de la primavera, cuando establecen sus territorios de cría. Durante el invierno forman bandadas que frecuentan jardines incluso dentro de las ciudades. Si elegimos atraer aves a nuestro jardín, dejándoles comida en un comedero, el jilguerito será uno de los principales comensales. Para anidar suelen utilizar los nidos abandonados de horneros y otros pájaros.

A lo lejos parece una pompa de algodón situada en la punta de un arbusto. Es un bello pájaro casi totalmente blanco, salvo por una banda negra en la cola que se ve cuando vuela. Normalmente se la observa solitaria y no suele dejarse acercar demasiado antes de levantar vuelo para posarse más lejos. Se alimenta de insectos que captura en el aire mediante un ágil y corto vuelo para luego retornar a su percha. Suele haber pocas monjitas y no es tan común encontrarse con una. Sin embargo, es un habitante regular en chacras, especialmente si cuentan con cuadros sin árboles o con arbustos dispersos.

También llamada picazuró, es la mayor paloma que podemos encontrar en la zona. Favorecida por la modificación ambiental de los valles y zonas fértiles, arribó a la zona hace poco más de 50 años y ha expandido su distribución. Robusta y pechugona, presenta el cuello de color vináceo con un bonito escamado celeste en la nuca. Su vuelo es poderoso y suele asustar al caminante desprevenido si la espanta de su nido, ya que su aleteo es muy ruidoso cuando sale de entre las ramas. Se alimenta en el suelo de granos y semillas. En ocasiones puede vérsela caminando por el césped en plazas y jardines, aunque suele ser arisca y desconfiada, a diferencia de la paloma doméstica.

Llamativo pájaro carpintero que frecuenta chacras y arboledas. Normalmente se lo observa en parejas o grupos familiares. Posee reflejos dorados y una colorida nuca roja. El macho se diferencia de la hembra por tener el malar (zona debajo del pico) de color rojo en vez de negro. Si bien busca su alimento en el suelo, necesita árboles grandes para descansar y anidar. Construye su nido ahuecando un tronco de madera blanda o en descomposición. Cría dos pichones que son alimentados por ambos padres.

Se adapta a diferentes ambientes, aunque prefiere zonas húmedas y arboladas. También frecuenta ciudades y parques. Ave llamativa, de color amarillo con un antifaz negro rodeado de ancha ceja y garganta blanca, bullanguera y ruidosa cuando canta a dúo como diciendo “biiichofeo”. Oportunista y hábil para obtener su alimento, ranas pequeñas y hasta crías de ratones. Para cazar renacuajos o peces se lanza sobre el agua y los toma con su pico. Su nido es voluminoso, una esfera desprolija de paja con entrada lateral en copas de árboles.

Cardenal Común, cerca del río

Uno de los más bellos y llamativos pájaros de la zona. Se lo encuentra principalmente en el Alto Valle. Posee una coloración grisácea con un destacado capuchón y copete rojo intenso. Suele ser buscado como ave de jaula aunque no está permitido, ya que esa práctica ha mermado sus poblaciones silvestres. Suele frecuentar chacras, en especial aquellas que están cerca de la costa del río. De canto melodioso, en época de cría es muy cantor y territorial.

Avistaje de aves

Fotos y texto: Hernán Povedano hernanpovedano@gmail.com


Hernán Povedano

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