Balderrama, la peña más famosa, cumple 60 años

La peña salteña Balderrama, que el poeta Manuel Castilla y el músico Gustavo “Cuchi” Leguizamón anidaron en la memoria colectiva con una bella zamba, fue homenajeada anteanoche, con motivo de su 60º aniversario. Leguizamón y Castilla expresaban en Balderrama su estilo bohemio, pero por ese espacio también pasaron cientos de músicos, entre ellos, Jorge Cafrune, la peruana Chabuca Granda y Charly García. La peña, inaugurada el 29 de marzo de 1953 con ocho mesas de fierro aportadas por la cerveza Río Segundo, cobró fama mundial en la voz de Mercedes Sosa. “A orillitas del canal/cuando llega la mañana/sale cantando la noche/desde lo de Balderrama”, anuncian los versos de Castilla, grabados por primera vez en 1969. Cosquín, el mayor escenario folclórico del país, homenajeó anoche a la peña más famosa del país con un espectáculo de coplas, bailes y comparsas que coronó la versión de “Balderrama” por la formación Los Cayetanos. La peña fue fundada por Juan Balderrama, de 79 años, junto con sus hermanos Celestino y Daría, ya fallecidos. El propietario recordó que un día “a las siete de la tarde llegó Castilla en su bicicleta, siempre con su saco de barracán y me dice: ‘Juan, tiene que poner un almanaque’; ‘y por qué, don Manuel’, le pregunto, y me responde: ‘Porque uno no sabe cuándo sale’. Efectivamente, entraban a las ocho o nueve de la noche y salían al otro día a las doce o a las dos de la tarde, nadie se iba antes de las 10”. El boliche siempre estuvo en la esquina de Esteco y San Martín, a orillitas del canal (un canal de desagüe habilitado en junio de 1908), como reza la zamba. Ese espacio fue frecuentado por una corriente de poetas jóvenes que, además de Castilla, incluyó a Ariel Petrocelli, Walter Adet, Jacobo Regen, José Ríos, Benjamín Toro, Hugo “Serenata” Saavedra, Jorge Díaz Bavio, entre otros, además de artistas plásticos e intérpretes. En un principio fue un simple bodegón, con pisos de ladrillo y techos de zinc. Pero en la década del 70 el boliche cobró forma de peña y se modificó el salón para instalar un escenario. Así llegaron los nuevos clientes y también visitantes de otros lugares de la Argentina y del exterior. “Yo siento mucho orgullo y siento mucha satisfacción porque gracias a esa zamba yo estoy donde estoy, y eso se lo debo al Cuchi y a Castilla, pero también a Mercedes”, contó Juan Balderrama. “Balderrama ya no es mía –aclaró– Es propiedad de la cultura popular, de la gente, de Cosquín y de todos”. (Télam)


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