La horticultura familiar desafía heladas y florece en Bariloche

Los horticultores orgánicos regionales agrupados en la Feria Franca del Nahuel Huapi ya iniciaron las tareas culturales para contar con producción a partir de la primavera, mediante el desarrollo de cultivos bajo cubierta y otras técnicas que les permiten desafiar a las heladas.

El objetivo es adelantar todo lo posible la germinación y transplante, al menos de las especies más resistentes. Según indicaron, las verduras de hoja son las más aptas, y también los ajos, cebollas, habas y arvejas. La actividad hortícola a escala familiar crece año tras año en Bariloche y los parajes cercanos, como Mascardi, El Manso, Villa Llanquín, Corralito y Cerro Alto. Todo el tiempo se suman nuevos productores a la feria. Ayer las organizaciones protestaron en el Centro Cívico “contra las políticas nacionales que ahogan al sector”. (Ver aparte)

Arturo Castagnetto, delegado de la Federación de Organizaciones nucleadas en la Agricultura Familiar (Fonaf) y miembro de la organización De la Tierra a las Raíces, explicó que la remoción y abono de la tierra ya se realizó al comienzo del otoño y en este época comienzan con la siembra.

Trabajan con especies como zapallo, zapallito, poroto, tomate, berenjena y pepino en invernáculos, mientras que a la intemperie ya siembran habas, arvejas, lechuga, espinaca y mostazas. “También avena, trigo y maíz, que cada vez se produce más –dijo Castagnetto–. En Corralito, sobre todo, se da mucho y bien el maíz”.

El clima todavía no es el más apto, pero los tiempos apremian. El domingo y ayer hubo heladas de hasta 6° bajo cero y las máximas no llegaron a superar los 10 grados. Castagnetto dijo que “la helada es brava, sobre todo para los frutales. Pero para la huerta no, porque la semilla está bajo tierra. El daño lo hacen las heladas de septiembre u octubre”.

Para combatir los intensos fríos existen también técnicas orgánicas y accesibles, según comentó Fabiana Goye, que es productora en Colonia Suiza y preside la feria del Nahuel Huapi.

Dijo que aquellos que trabajan “bajo cubierta” colocan en algunos casos “microtúneles” en los invernaderos y también les da resultado el sistema de “cama caliente”, que consiste en preparar el suelo previamente con hojas y materia orgánica abundante que al entrar en descomposición levanta la temperatura de la tierra y protege a la semilla. “Funciona muy bien”, dijo Goye.

Señaló que este año por primera vez en el invierno mantuvieron presencia semanal los sábados en el mercado municipal, con producción de aromáticas, plantas, flores y otros productos que se pueden lograr en los meses de más frío. Dijo que la actividad y la organización de los horticultores familiares “crece todo el tiempo”. Contó que se integraron dos productores más de Ñirihuau y de Llanquín y que están a punto de sumar a otros.

Castagnetto dijo que ese crecimiento “tiene mucho que ver con la crisis económica”, ya que las familias se vuelcan a trabajar la tierra para autoconsumo y para vender. Según Goye, este año esperan un aumento de producción gracias a un subsidio del programa Creer y Crear, administrado por la provincia, que se aplicó en la construcción de nuevos invernaderos, sistemas de riego e incorporar motocultivadores.