Riesgo peatonal: cruzar la avenida Juan Herman

El tramo de unos 1.000 metros desde la nueva rotonda hacia el sur tiene sólo un semáforo peatonal y un par de lomos de burro. Los vecinos de tres barrios están expuestos a accidentes.

Hay sectores en Bariloche donde los peatones están en riesgo en forma permanente y el municipio se hace el distraído o implementa medidas que apenas son un paliativo. Una de esas zonas críticas es el tramo de casi diez cuadras de la avenida Juan Marcos Herman, a partir de la nueva rotonda hacia el sur.

Cruzar la avenida en ese sector de la ciudad es una travesía, sobre todo para los habitantes de los barrios El Frutillar, Nuestras Malvinas y Nahuel Hue, que deben abrirse paso entre cientos de vehículos para sortear el caos automotor que se observa de lunes a viernes en los horarios pico.

En toda la traza hay apenas un semáforo peatonal, que está ubicado en la intersección de la calle Molle y la avenida. Después, sólo hay dos lomos de burro como única medida de precaución.

Así, los peatones quedan en manos de la buena voluntad de algún conductor o de la fortuna para poder avanzar hacia uno y otro lado de la avenida.

“Los días de semana en horarios de la escuela es imposible cruzar la ruta, sobre todo a la mañana, al mediodía y a la tarde”, sostuvo Silvana, que se dirigía con un hijo pequeño hacia la garita de colectivos situada casi frente al supermercado Changomas.

Senda peatonal

“Hay una senda peatonal pero ni se nota”, señaló la mujer. La senda está ubicada a la altura del cruce con la calle Soldado Olavarría, pero casi es imperceptible.

“Acá la única solución es poner lomos de burro, otra no queda”, afirmó Antonio, parado en ese cruce. “Acá nadie hace nada, puras burlas nomás. Por más que se reclame nadie hace nada”, afirmó, molesto antes de subir a un taxi.

Tampoco los lomos de burro están pintados como para identificarlos. En ese sector de la ciudad, donde el gris domina el paisaje, apenas unos pocos carteles con señales viales son la única herramienta de prevención.

El puesto de control policial, que estaba ubicado en el cruce de la avenida y Pasaje Gutiérrez, se desmanteló cuando comenzó la construcción de la rotonda que todavía no se terminó, pero se habilitó a mediados de este año.

Hoy, hay un puesto en construcción pero avanza a paso lento, como el tránsito en ese sector de la ciudad. La rotonda, sin duda, le dio mayor fluidez a ese punto neurálgico, pero falta aún resolver la circulación de los peatones en la mayor parte de la traza.

Odisea

Para poder cruzar la avenida con algo de tranquilidad hay que caminar hasta la calle Molle. Caso contrario, hay que animarse a avanzar y rogar que los conductores vengan atentos.

Y los vecinos de los barrios Nuestras Malvinas y Nahuel Hue deben cruzar periódicamente la avenida porque tienen el único supermercado de la zona y varios comercios del otro lado, sobre la colectora del barrio El Frutillar. También en esa barriada está la Escuela 154, a la que concurren chicos de los tres barrios aledaños.

“Justamente hace un par de años, desde la gestión municipal pasada, que veníamos reclamando que se instale un semáforo en el sector donde tienen que cruzar los chicos que van a la Escuela 154”, recordó Betina Fernández, presidenta de la junta vecinal de El Frutillar.

Dijo que el semáforo se instaló en esta gestión municipal del intendente Gustavo Gennuso, pero “ahora le estamos pidiendo al gobierno local por las colectoras”. Señaló que es un reclamo que hicieron entre todos los barrios por los que pasan las colectoras de la avenida. Señaló que en el caso de la colectora del lado del barrio El Frutillar se corta en la calle Calfuco y no tiene continuidad hacia el sur. Consideró que una colectora bien organizada ayudaría a descomprimir el problema del tránsito.

Horas pico

Fernández señaló que en los horarios pico es muy complicado cruzar la avenida. Y comentó que es posible que el municipio coloque un segundo semáforo peatonal.

“Desde hace unos cinco años a esta parte está muy complicado, porque hay tránsito permanente”, señaló. Y recordó el crecimiento poblacional que hubo en los barrios de esa zona de la ciudad. Puntualizó que hay horarios donde los autos avanzan a paso de hombre.

Además, indicó que falta marcar las sendas peatonales. Y también consideró que hay que educar a los peatones. “Los peatones a veces no sabemos manejarnos”, afirmó. Dijo que habían pedido a Tránsito del municipio dictar capacitaciones a los chicos de la Escuela 154 pero hasta el momento no hubo respuesta. Enfatizó que la salida del supermercado es otro punto donde se produce otro caos vehicular.

Críticas

El presidente de la junta vecinal del barrio Nuestras Malvinas, Sergio Herrero, dijo que el problema surge en cada reunión de vecinos que se organiza. “La gente hace malabares para poder cruzar si quiere ir al Changomas porque es un caos”, aseguró.

Dijo que es necesario articular las dos colectoras para poder descomprimir, pero señaló que hoy “son un desastre, porque ni se riegan, ni se cuidan”.

“Desde hace unos cinco años a esta parte está muy complicado para los peatones porque hay tránsito permanente”.

Betina Fernández, de la junta vecinal de El Frutillar.

La zona cuestionada

Los días hábiles en horario escolar, sobre todo a la mañana, a mediodía y a la tarde, sortear la transitada vía se convierte en una verdadera travesía.

“Faltan que se hagan cosas, iluminar, emprolijar las colectoras, regarlas, limpiarlas, pero no está la actitud de este intendente ”.

Sergio Herrero, presidente de la junta vecinal de Nuestras Malvinas.

Una de las demandas más importantes es la instalación de un semáforo en el sector donde tienen que cruzar los chicos que van a la Escuela Nº 154.

La opinión de un dirigente vecinal

Sergio Herrero, presidente de la junta vecinal del barrio Nuestras Malvinas lamentó que “no hay planificación desde el municipio” y denunció que los barrios de la Pampa de Huenuleo “están en una situación de abandono total”. A modo de ejemplo, afirmó que hay una sola máquina vial para toda la zona, que comprende varios barrios.

“La queja de los referentes de los barrios queda en queja”, lamentó. Dijo que presentó alrededor de 200 notas al intendente por problemas que afectan a los vecinos, pero nunca las contestó. Tampoco recibió a la junta vecinal.

“Tenemos mucha gente que todos los días tiene que cruzar hacia el supermercado o una distribuidora de verduras y frutas con el riesgo constante porque la gente no respeta absolutamente nada”, opinó Herrero.

Datos

“Desde hace unos cinco años a esta parte está muy complicado para los peatones porque hay tránsito permanente”.
10 cuadras
es la longitud del tramo más peligroso de la avenida Juan Marcos Herman, desde la nueva rotonda hacia el sur.
Los días hábiles en horario escolar, sobre todo a la mañana, a mediodía y a la tarde, sortear la transitada vía se convierte en una verdadera travesía.
“Faltan que se hagan cosas, iluminar, emprolijar las colectoras, regarlas, limpiarlas, pero no está la actitud de este intendente ”.
Una de las demandas más importantes es la instalación de un semáforo en el sector donde tienen que cruzar los chicos que van a la Escuela Nº 154.

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