Walter Herrmann con «RÍO NEGRO»: la resiliencia a través del básquet

El exjugador estará en Roca brindando un "campus" a fines de julio y en la previa habló de todo. Un jugador de enorme carrera, campeón olímpico con la Generación Dorada y con una historia de vida conmovedora.

“Lo que te queda, después de todo lo que hacés, es el cariño de la gente”. Brilló y fue campeón de Liga Nacional, básquet europeo, llegó a la NBA y es parte fundamental de la Generación Dorada, pero la frase con la que cerró Walter Herrmann su última respuesta ayer en la nota exclusiva con Río Negro refleja su naturaleza humana.

El exjugador es muy valorado por el público en Argentina y en otras partes del mundo como España, país donde reside. Estará entre el 22 y 24 de julio dando un campus en Roca junto al entrenador Julián Pagura.

“Nos ha sorprendido la cantidad de campus que se generaron. Junto con Julián empezamos a hablar con equipos y contactos, lo de Roca surge a través de Leo Ansaloni”, comenta. “Arranqué con estos campus en España con el «Colo» Wolkowiski. Ahora la idea es replicarlo acá y está teniendo mucha aceptación”, agrega y aclara que no hay límites de edad para hacer el campus, “porque los trabajos son individuales les pueden servir a todos para mejorar”.

Cuestiones familiares y emprendimientos personales lo tienen con un pie en España, de donde es su pareja y sus hijos, y Venado Tuerto, donde hace base para moverse con los campus de básquet por todo el país.

Como muchos exjugadores que se forjaron en la Liga Nacional, tiene recuerdos de enfrentar a Deportivo Roca en la máxima categoría. “La zona tenía buen básquet, buen nivel y aceptación por parte del público”.

Herrmann explica que la idea es llegar a distintos puntos del interior para generar oportunidades desde distintos puntos de vista. “Lo estamos viviendo en muchos lugares, el recibimiento es increíble. Nos pasó en San Genaro (pueblo de Santa Fe), por la posibilidad única de hacer un campus”. La intención es intercambiar experiencias, capacitar a los chicos y chicas en lugares donde es más difícil el acceso.
Además está latente la posibilidad de conocer jugadores que a futuro se contacten con clubes que compiten a nivel nacional.

“Queremos estar en los detalles y en mi caso me hago cargo de la parte ofensiva. Por ejemplo, a los mini (categoría menor a 11 años), les enseño trabajos de poste bajo, pese a que a algunos les parece muy pronto. Creo que hay movimientos que siempre se pueden trabajar. La idea es que los chicos ahora se lleven tips que les ayuden a mejorar su nivel de básquet”, agregó.

El dolor no es comparable

La resiliencia se define como “la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas”. Vaya si Walter Sabe de eso.

Además de haber sido parte fundamental del equipo que ganó en Atenas 2004, su historia personal genera una empatía distinta.

En 2002 se suicidó su mejor amigo, con el que había compartido una semana de vacaciones hacía pocas horas. En el año previo a la gesta deportiva en Grecia, fallecieron personas muy importantes para él en un accidente: su mamá, una de sus hermanas de 11 años, una amiga de ella y la pareja de Walter. Un año después, también murió su papá de un infarto.

“Hay una mezcla de todo, cuando arranqué a jugar fui revelación de la liga siendo muy joven. No tomaba mucha conciencia de eso tampoco y me crié con ese cariño de la gente que fue perpetuo. A raíz de lo que pasó con mi familia, la gente se identifica porque a todo el mundo le pasan cosas y los problemas están. Algunos ven en mi un ejemplo a seguir y yo siempre digo que no lo soy. Muchas veces me preguntan cómo superé lo que me pasó y siempre digo que cada uno es diferente y que todo es cuestión de tiempo. Trato de explicar qué hice yo pero eso no significa que a otra persona le funcione”, explica.

Para Herrmann, el básquet fue su terapia. Pero no lo cuenta de forma soberbia, sino desde lo más sincero. Walter atravesó las pérdidas de su vida sin tratamiento psicológico y cuenta que su pasión lo ayudó a salir adelante. “A lo mejor me hubiese gustado, pero cuando te pasan algunas cosas cada cual dispara para donde le parece. Con mi otra hermana nos fuimos a España y ella intentó hacer terapia pero no le gustó. En lo particular me dediqué al básquet y esa fue mi motivación tratando de seguir adelante. Cuando pasan estas cosas lo único que te cicatriza es el tiempo, el problema es el “mientras tanto” para ir llevándolo. Con el tiempo, la vocación de cada uno que ocupa la cabeza, te ayuda a convivir con eso. Una cosa es decirlo, otra cosa es hacerlo, todos somos diferentes”.

En este mismo sentido, el exjugador destaca que “en el campus tenemos un módulo para resaltar la importancia de la psicología”.

La carrera de Herrmann desde su mirada

“En formativas ya me destacaba y siempre quise vivir del básquet. Fue mi sueño y objetivo al mismo tiempo. Quería entrenar para llegar y en ese sentido me ayudó tener a Olimpia de Venado Tuerto jugando Liga Nacional: cuando vos entrenás con los mejores, tu nivel sube”.

Uno de los factores que lo destaca es su determinación, tanto adentro como afuera de la cancha. “Siempre fue un crecimiento constante, nunca me quedé con lo que tenía y siempre creí que podía seguir subiendo, incluso cuando llegué a la NBA. Me quedé tres años y pasé por distintas etapas, como jugué poco los últimos dos años, decidí volver a Europa para tener continuidad”.

En ese sentido comenta que “venía siendo el máximo anotador de mi equipo en todos lados, pero en Unicaja de Málaga con Sergio Scariolo, actual DT de España, me hice más jugador de rol. Fue un crecimiento constante por el roce y porque nunca me conformé”.

Un horizonte posible: ser profesional

“La gente me valora como si fuese actual campeón de algo y yo trato de explicar de donde vengo. Que nací en Venado Tuerto, fui a un colegio público y que llegué porque fue un esfuerzo muy grande. Si uno tiene un objetivo hay que entrenar para conseguirlo, no te va a ayudar nadie”, argumenta.

Herrmann destacó en varios momentos de la charla la importancia del entrenamiento. “Defiendo mucho la carrera del deportista, para mi está infravalorada. Si uno quiere ser profesional se puede entrenar desde más chico, después si no te va bien. Trato de difundir el mensaje de que para ser deportista de elite hay que entrenar y entrenar. Se puede conseguir”, enfatiza.

Con mucha humildad, Walter cierra su respuesta con un concepto muy claro: “En mi caso, 5% talento y 95% de esfuerzo. Si vos ves un video mío no era el mejor tirador, ni defensor ni rebotero. Después, era un entrenamiento detrás de otro. Hay jugadores que tienen otra cuota de talento. Siempre lo hablamos con el «Chapu» Nocioni, nosotros somos bastante ‘duraznos’, pero le metemos muchas ganas coraje, mucho entrenamiento y al final terminas triunfando porque te matás entrenando, es la parte que la mayoría no está dispuesto a hacer, por eso son tan pocos los que llegan”.

El partido contra Grecia

Herrmann irrumpió en los JJOO del 2004 con una actuación estelar en cuartos de final contra Grecia, el local. “Fue un partido muy importante porque entré a cambiar la dinámica del juego. Cuando el entrenador (Rubén Magnano) me llama sentí que él había dado por perdido el partido. Yo quería demostrar que podía jugar en la selección y que tendría que haber tenido más minutos. Pero la realidad es que parecía el final del torneo”, confiesa.

Del juego recuerda que “agarré un par de rebotes y le di para adelante. El equipo levantó, todo el mundo lo ve y ganamos un partido que parecía impensado ganar. No lo noto como un quiebre en mi carrera porque seguí como venía, ganando cosas. Pero sí fue importante”, sostiene.
Sobre el entorno en aquel país en los partidos de Euroliga o torneo local, cuenta que “era peligroso jugar en Grecia en momentos cruciales. En la época que yo jugaba ahí se prendían bengalas dentro del estadio, era parecido a la hinchada argentina”, subraya.

Herrmann y sus mejores momentos en el básquet

“Mi mejor momento fue Fuenlabrada, mi primer año en Europa, hacía lo que quería. El objetivo del equipo era mantener la categoría y quedamos afuera de entrar a la Copa del Rey por puntos». Para Walter en el básquet español mostró una versión imparable.

Al mismo tiempo, destaca que la selección le dio el cotejo más destacado que recuerde de su enorme campaña. «El mejor partido de mi carrera fue la final del Sudamericano contra Brasil. Hacía muchísimos años que Argentina no salía campeón en Brasil y metí 37 puntos”.


San Lorenzo, sueño cumplido


En la 2015/2016 fue el MVP del Ciclón campeón. “Estaba cómodo en Flamengo (Brasil) y me llamó Marcelo Tinelli para decirme que San Lorenzo iba a hacer Liga Nacional. Toda mi familia es de San Lorenzo. Me agarró en un contexto particular pero puse muchas cosas en la balanza, pese a que había diferencia económica en favor de Brasil. Fue un gusto para todos”, comentó Walter.

“No teníamos un equipazo, éramos parejos, no ganamos la liga de punta a punta. El 70% de la liga fue irregular y levantamos en playoffs. En lo personal estaba en buen nivel y quería demostrar que estaba bien. En sintonía con mis compañeros logramos un campeonato espectacular», suma.

Facu Campazzo y la NBA

Campazzo jugó dos temporadas en Denver.


El cordobés, base actual de la selección, perdió protagonismo desde enero y casi no jugó en Denver Nuggets, en su segunda temporada en la NBA. Herrmann vivió una situación similar y, cuando vio que ya no tenía minutos, se volvió a Europa. “Es muy personal la decisión. En mi caso lo que yo disfrutaba era jugar, no estar por estar en la NBA. Cuando volvió a España me sentí jugador de vuelta”, contó sobre este tema.

“Intentar siempre es bueno, si él está convencido que puede lograr su sueño de ser protagonista en la NBA. Apoyo cualquier decisión suya porque es muy personal”, argumentó Walter.

No deja de sorprender la historia recorrida por Herrmann a lo largo de su carrera y de su vida.
El santafesino, nacido en Venado Tuerto hace 43 años, se apoyó en el deporte para seguir adelante cuando la vida lo golpeó una y otra vez. No solo salió a flote, sino que se erigió como uno de los mejores de su disciplina y en las próximas semanas estará en la región para compartir sus experiencias tanto adentro como afuera de la cancha.


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