Boca, Ríver y Talleres en una definición que nadie imaginó
Hasta el domingo no se hablará de otra cosa. Boca, Ríver y Talleres protagonizarán una finalización del torneo Apertura con características espectaculares. Un desempate sólo se produciría entre Boca con Ríver o Boca con Talleres.
¡Quién hubiera imaginado hace algunas semanas que el Apertura tendría una definición así!
El que pasó, fue el domingo menos pensado, la fecha loca, la tarde-noche en que todos los pronósticos rodaron.
De todos modos, no era tan aventurado pensar que esto podía pasar si se recordaban los últimos partidos de los protagonistas principales. Se había dicho que Boca tendría que caerse mucho para perder este torneo y también que aunque se cayera no era tan seguro que lo pasaran los de atrás, tan poco regulares Ríver, cuanto Talleres y Gimnasia.
Boca se cayó pero Ríver no lo aprovechó.
A las seis de la tarde del domingo, Boca perdió la billetera con toda la plata y los documentos. Dos horas después se la devolvieron la tibieza de un Ríver que no pudo ganar ni siquiera habiendo estado relativamente pronto en ventaja y la actitud de un Huracán que entendió que había que salir a discutirle el partido sin excesivo respeto.
Los jugadores de Boca no dan más. El feliz viaje a Japón fue mucho para ellos, como adelantó hace tiempo Oscar Ruggeri, que ahora cuenta los puntitos tontos que dejó escapar su San Lorenzo, justo esos que hoy todavía lo tendrían en carrera viendo la producción final que tendrá el futuro campeón del Apertura: acaso 41 puntos, tal vez 40, quién le dice 39, por qué no 38.
Los de Ríver no pudieron aprovechar ni siquiera lo que le sirvieron involuntariamente en bandeja. Entre los dos primeros de la tabla habilitaron a un impensado Talleres, que todavía pelea y será campeón si el domingo le gana de visitante a Newell’s y a la vez Boca pierde en la ‘Bombonera’ ante Estudiantes y Ríver pierde o empata con Lanús.
Si Boca gana llegará a 41 y será campeón. Si empata sumará 39 y quedará expuesto, porque si a su vez Ríver gana, los “millonarios” serán campeones con 40. Si Boca empata y Ríver empata o pierde, Boca será campeón con 39, siempre y cuando no gane Talleres, porque si en ese caso los de Jota Jota ganan, empardarán a Boca en 39 y forzarán un partido desempate en una cancha neutral, pocos días antes de Navidad.
Para que haya un desempate por el título del Apertura entre Boca y Ríver tienen que perder los de Bianchi y empatar los de Gallego pues ambos sumarían 38 unidades, pero sólo tendrían que definir la corona si no ganara Talleres, porque en ese supuesto los cordobeses -si vencieran- llegarían a 39 y darían la vuelta olímpica.
Y hay más: si pierden Boca y Ríver y no gana Talleres, Boca será campeón con 38, un total bastante pobre.
Habrá que ver, entonces, si Boca puede con su cuerpo, vence el cansancio y se lleva, aunque sea de prepo, la victoria del campeonato.
Si Ríver puede con su alma y sus fantasmas a la espera de otra ayuda. O si ambos fracasan y Talleres es capaz de cambiar su actitud de visitante y ganarle a Newell’s en Rosario.
Así está la cosa. Un cierre del Apertura que llega en lucha cerrada, contra todos los pronósticos elaborados desde la lógica, la matemática y el análisis futbolístico. (AR y DyN).
Gancedo aún cree en un milagro
Leonel Gancedo admitió ayer que el plantel millonario quedó “herido” tras dejar escapar ante Huracán la inmejorable oportunidad de quedar como único puntero del Apertura.
“Estamos heridos. Vine a casa triste y no pude dormir, pero hay que seguir adelante y confío en que si tenemos que ser campeones se va a dar”, dijo.
En relación al encuentro ante Huracán, el mediocampista dijo que pese a que cada jugador dio “lo máximo” de sí, Ríver cometió algunos errores y tuvo en el equipo de Carlos Babington un rival “que realmente se jugó todo”.
El jugador se lamentó por el empate porque con miras a la última fecha del torneo Ríver dependerá “otra vez de otros resultados”.
“Tuvimos un rival que realmente se jugó todo. Nosotros intentamos jugar, ellos sin llegar muchas veces empataron y ahora no sirve de nada lamentarse. No es fácil ganar, tenés un rival que también quiere ganar”, explicó.
Aunque Boca mantiene una ventaja que le permite asegurar el título si vence a Estudiantes, Gancedo no descartó un nuevo “milagro. Hay que pensar que se puede dar otro resultado a favor nuestro y podemos ser campeones. Creo que no todo está dicho, no dependemos de nosotros pero se puede dar como se dio en esta fecha”, se esperanzó. (Infosic).
Pompei acepta incentivación
El mediocampista de Estudiantes, Roberto Pompei aseguró ayer que le parece “bien” que exista la incentivación económica en el fútbol, de cara al partido del domingo frente a Boca .
Pompei admitió que la incentivación está penada por el reglamento de la AFA pero reiteró su postura de recibir con beneplácito un dinero extra por ganar un partido.
“La ley dice que está mal, pero el incentivo existe en cada rincón y en cada minuto de la vida. Cuando sos chico tus viejos te compran una bicicleta por pasar de grado, y de grado tengo que pasar porque debo estudiar, no por la bici”, graficó Pompei.
Y añadió: “Nosotros tenemos arreglados premios con el club al margen del sueldo y eso es un incentivo, un premio. Entonces todo lo que sea para hacer mi trabajo mejor y ganar no estoy en desacuerdo”.
La incentivación es un tema recurrente en cada definición de campeonato. El domingo próximo puede haber un nuevo campeón y en la semana los rumores de “premios” económicos para Estudiantes o para Lanús estarán en la primera plana del ambiente futbolero.
En relación con los protagonistas de los 90 minutos de fútbol, Estudiantes volverá a contar con dos habituales titulares, el goleador Ernesto Farías (lleva 10 tantos en el campeonato) y el defensor Juan Manuel Azconzábal. (Infosic).
A Bianchi se le complica armar el equipo
Carlos Bianchi deberá esperar la sanción de Antonio Barijho y la evolución de los lesionados Guillermo Barros Schelotto y Daniel Fagiani para definir el equipo con el que saldrá a buscar el título del Apertura el domingo, ante Estudiantes de La Plata.
Tras pasar de la desazón a la alegría renovada en tan sólo dos horas, Boca afrontará desde hoy su última semana de entrenamientos en el año, con el objetivo de recuperarse física y futbolísticamente y con una nueva vuelta olímpica en la ‘Bombonera’ como meta.
Bianchi sabe que no podrá contar el domingo con Marcelo Delgado (expulsado ante Chacarita) ni con Cristian Traverso, quien llegó a las cinco amonestaciones.
El caso del zaguero lo resolverá con la vuelta de Aníbal Matellán, que cumplió con su fecha de suspensión, mientras que para el reemplazante del ‘Chelo’ tendrá que aguardar hasta último momento.
La primera intención del técnico es que juegue Guillermo Barros Schelotto, siempre que el mellizo logre recuperarse de la lesión en el tobillo derecho que sufrió con San Lorenzo.
Caso contrario, el candidato es Antonio Barijho, siempre y cuando el Tribunal de Disciplina no le aplique más de una fecha de sanción por su expulsión ante Independiente.
En la misma situación de Guillermo Barros Schelotto está el defensor Daniel Fagiani, cuyo lugar en la punta izquierda fue cubierto el domingo por el juvenil Clemente Rodríguez.
Además, habrá que ver la evolución de los jugadores que terminaron golpeados ante Chacarita: Martín Palermo (un fuerte golpe en la rodilla operada) al igual que Mauricio Serna y Hugo Ibarra.
El plantel volverá a entrenar hoy a las 9 en Casa Amarilla; en tanto, a las 20 será operado Sebastián Battaglia de la rotura de ligamento cruzado de su rodilla derecha.
Tras dos derrotas consecutivas por primera vez en el ciclo Bianchi, Boca llega a la última fecha todavía como líder, con un punto de ventaja sobre Ríver y dos sobre Talleres, y con la seguridad que si le gana a Estudiantes será el campeón. (Infosic).
¡Quién hubiera imaginado hace algunas semanas que el Apertura tendría una definición así!
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios