Bosé y Torroja emocionaron al «monstruo»
Los cantantes españoles cautivaron al público del Festival Internacional de Viña del Mar, en la Quinta Vergara, y ofrecieron el mejor espectáculo en lo que va de la 42 edición de este certamen musical con el cierre de "Girados"
Viña del Mar (dpa).- Con un nudo en la garganta, los cantantes españoles Miguel Bosé y Ana Torroja pusieron fin al tour «Girados», que unió sus carreras y los llevó durante varios meses por diferentes países latinoamericanos, en la madrugada del lunes en lo que fue la quinta y penúltima jornada del Festival de Viña del Mar.
Los artistas de mayor impacto que han pasado por esta versión 42 del evento musical habían asegurado que la Quinta Vergara era el mejor escenario para dar fin a «Girados». La despedida estuvo más que a la altura de lo esperado y puso una nota de emoción, que sumó aún más puntos a su presentación que duró una hora y 35 minutos.
El show pasó por la presentación alternada y en solitario de cada uno de ellos, en el que repasaron un repertorio plagado de éxitos como «Si tú no vuelves», «Salamandra» o «Bambú», y temas como «Siete de setiembre», «Barco a Venus» o «Hijo de la luna», estas últimas del grupo «Mecano». Siguiendo el estilo de su exitosa gira, interpretaron un par canciones uniendo sus voces.
Profesionales ciento por ciento, Bosé y Torroja se fijaron en cada detalle: el color de los trajes, su contraste con la pantalla gigante, la iluminación y el sonido. Demasiado como para que no fueran premiados por el público con los máximos trofeos que exigen a gritos para sus favoritos: las Gaviotas de Plata y de Oro.
El último tema preparado era «Corazones», la canción que grabaron a dúo durante esta gira. Mientras Bosé decía adiós, a la concurrencia y a una etapa de su carrera, Torroja sencillamente no podía hablar. Los músicos de ambos artistas se retiraban del escenario, esta vez para siempre.
El caprichoso pero sensible corazón del «monstruo» de mil cabezas de Viña del Mar quería impedir a todo trance el fin de «Girados». No lo pudo conseguir, pero sí logró el privilegio de sus dos últimos temas. Ya sin orquesta de fondo, Bosé le cantó a su compañera el tema «Te amaré». Ella devolvió el homenaje, siempre sin banda de por medio, con otra canción-mensaje, «Me cuesta tanto olvidarte». Era la última vez, podía perdonársele que apenas le saliera su bella y segura voz.
La emoción era total y el «monstruo» siguió pidiendo y pidiendo otro bis que ya nunca más podría ser.
Lo había advertido el propio cantante español: «Girados terminó aquí». Un lujo y un dolor que experimentó a pulso la agradecida concurrencia al Festival, que apreció uno de los shows más sólidos de los que se han visto en el evento viñamarino.
La gran damnificada por el aire recalentado que dejó el adiós de «Girados» fue la cantante folclórica peruana Eva Ayllón, que debió salir a escena mientras aún no se apagaban los gritos exigiendo que los artistas españoles volvieran.
Corta y para el olvido sería la presentación posterior de la adolescente cantante mexicana Lynda, quien sólo interpretó tres temas de su álbum «Mi día de la Independencia». Como nadie le pidió más, se retiró sin pena ni gloria.
La vara había quedado demasiado alta. Ya estaba visto lo mejor de la jornada y el público sólo quería reír y luego bailar, lo que vino de la mano del grupo argentino La Mosca.
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