Brasil ya puede derribar aviones «sospechosos»

SAO PAULO (AFP).- Los cazas de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) están listos para aplicar desde ayer la ley que autoriza el derribo de aviones que se resistan a identificarse y sobrevuelen ilegalmente el territorio local, una medida destinada a combatir el tráfico de drogas.

El ministro brasileño de Defensa, José Viegas, señaló que los pilotos y usuarios de aviones ligeros han sido adecuadamente advertidos, y que la Fuerza Aérea estará sometida a una estricta regulación antes de proceder al derribo de una nave.

«Ningún avión, bajo ninguna hipótesis, estará liberado de la aplicación de la ley, o sea, no hay motivo, incluso transportando a cualquier tipo de persona, que pretenda servir de salvoconducto, para burlar la ley que fue establecida por el estado brasileño», declaró a la oficial Agencia Brasil el portavoz del ministerio de Defensa, Ricardo Machado Vieira.

«La Fuerza Aérea no tiene como objetivo derribar aviones, al contrario, nuestra meta es ejercer el control del espacio aéreo y que esas aeronaves sospechosas de tráfico ilícito de drogas sufran una sanción», añadió.

La «Ley de Tiro de Destrucción», conocida como 'ley de derribo', data de 1998, pero no fue hasta la actualidad, seis años después, cuando el gobierno decidió regular los procedimientos por los que puede ser efectivizada.

Los nueve procedimientos o condiciones antes de que el avión pueda ser atacado por la Fuerza Aérea son: averiguación de la identidad, reconocimiento a distancia de la matrícula, confirmación de ésta, interrogación al piloto por radio en la frecuencia de la región, uso de la frecuencia de emergencia, realización de señales visuales, pedido de cambio de ruta, exigencia de aterrizaje obligatorio y disparos de advertencia.

En lo que va de año, las autoridades brasileñas responsables de la defensa aérea han contabilizado un promedio de 13 vuelos irregulares por día, según el diario Folha de Sao Paulo.

 

La principal vía

 

La Fuerza Aérea inició una campaña para informar a los pilotos de los procedimientos. Datos del Sistema de Vigilancia del Amazonas (SIVAM) divulgados en la prensa revelan que la principal vía de entrada de drogas a Brasil es aérea, en pequeños aviones. Luego la droga se distribuye a puntos de consumo, como grandes ciudades, o a rutas internacionales y países vecinos.

Antes de la aprobación definitiva de la ley se temió que si era aprobada sin un acuerdo previo con Estados Unidos, este país podría bloquear la venta de equipos de control del espacio aéreo, lo cual afectaría la capacidad de funcionamiento del sistema amazónico.