Brindisi y Boca, veinte años después

Primero pensaron en Héctor Cúper, pero los cuatro millones de euros anuales que todavía le paga el Inter fueron inabordables. Rápidamente surgió el nombre de Daniel Passarella, pero fue descartado por su identificación con River. Luego apareció la siempre convocante figura de Alfio Basile, pero su flamante contrato con Colón de Santa Fe desvió la mirada hacia un ex jugador del club que no ofreció mayor resistencia: Miguel Angel Brindisi (Capital Federal, 1950), desde ayer, flamante técnico de Boca.

«Estuvimos reunidos toda la tarde con Brindisi, nos interiorizamos de su proyecto y esta noche fue aprobada unánimemente su contratación por la Comisión Directiva», fue la primera versión oficial a cargo del coordinador de fútbol, José Beraldi.

La decisión fue tomada por la Comisión Directiva de club, y anunciada por su vicepresidente, Pedro Pompillo.

«Fue una decisión unánime», indicó Pompillo en rueda de presa, quien agregó: «Nos inclinamos por el perfil trabajador de Brindisi. Nos ha expuesto que está en esa línea. Es un amigo de la casa. Fue un gran jugador del club. Es un proyecto que está a la altura de lo que exige Boca».

A primera hora de ayer había surgido con fuerza el nombre de Basile. Hubo algunos contactos informales con el actual entrenador de Colón. Pero fiel a su palabra, el ex técnico de la selección argentina se comunicó con los directivos del club santafesino en horas de la tarde para tranquilizarlos: no iría a Boca. Pompillo, en conferencia, desmintió cualquier contacto: «¿Basile? No, no hablamos con él. Tiene un vínculo con Colón y no es ético entablar conversaciones con técnicos que tienen contrato».

Pompillo luego hizo referebcia al intempestivo alejamiento de Carlos Bianchi. «Hablé con Bianchi ayer y le manifesté mi sorpresa. Es un vacío con el que nos encontramos y al cual no estamos acostumbrados en este club. No podíamos demorar la designacion del técnico porque Boca se va de gira a Europa, Estados Unidos y Japón la semama que viene -una de las más importantes de la historia del club- y necesitábamos designar rápido al sucesor».

Si bien Brindisi tuvo consenso mayoritario entre los dirigentes, y si bien estos hablan de trabajo a largo plazo, el hecho de que su contrato con Boca sea de sólo un año de trabajo -se firma hoy- habl claramente de la enorme diferencia de confianza que despertaba Bianchi -con contrato de 3 años- y el resto de los entrenadores. Brindisi será acompañado por Carlos Squeo -también ex jugador del club- como ayudante de campo.

Como se sabe, Boca sufrió una sangría importante de su plantel. Ya fueron vendidos Nicolás Burdisso -ayer voló a Milan para incorporarse hoy al Inter- Clemente Rodríguez, Guillermo Barros Schelotto y Luis Perea. Esa masiva huida de jugadores fue uno de los factores que motivaron el alejamiento de Bianchi. En cuan- to a las posibles incorporaciones de Boca, Pompillo fue claro: «Necesitamos un volante, un delantero, un lateral izquierdo y un defensor central».

Trascendió que para adoptar la decisión de elegir al sucesor de Bianchi, fue consultado Diego Cagna, capitán de Boca, quien se mostró complacido cuando se le mencionó a Brindisi. Cagna tuvo sus razones: fue su técnico en aquel exitoso Independiente de 1994, cuando fue campeón de la Supercopa derrotando a Boca.

Farías sería uno de los objetivos

El flamante entrenador de Boca, Miguel Angel Brindisi, habría solicitado a los directivos de la entidad que hagan los esfuerzos pertinentes para sumar al plantel al delantero de Estudiantes, Ernesto 'Tecla' Farías, cuyo pase al Nantes de Francia parece haberse frustrado definitivamente.

De acuerdo con lo revelado a Télam por una alta fuente del club de la Ribera, la llegada del goleador es fundamental para el cuerpo técnico que encabeza Brindisi.

Entonces, los dirigentes auriazules harán los esfuerzos necesarios para tratar de comprar una parte del pase del delantero, tasado en más de 3 millones y medios de euros para el mercado europeo.

Una de las posibilidades para conseguir recursos genuinos y tramitar la pronta llegada del 'Tecla' radicaría en la posible venta del zaguero Rolando Schiavi a una institución del fútbol de Ucrania, cuyo nombre no trascendió.

El pase del ex Argentinos fue tasado en una suma cercana a los dos millones de euros.

Además, el titular del departamento de fútbol del club, José Beraldi, le confió a Télam que el arquero Jorge Vivaldo, de Olimpo de Bahía Blanca, no participará de la gira que el plantel realizará por territorio de Estados Unidos, Japón e Inglaterra.

Un DT trabajador y sencillo

Un tipo trabajador y tranquilo, conocedor del ambiente del fútbol, inclinado hacia el fútbol de ataque sin ser un lírico. Esta sería un posible acercamiento hacia un perfil de Miguel Angel Brindisi, quien a los 53 años es un hombre muy querido en la patria futbolera.

Brindisi brilló como futbolista en Huracán (campeón en 1973), España, Boca (campeón en 1981) y Racing. Como entrenador brilló en Independiente hace diez años, cuando se consagró campeón de la Supercopa con un equipo en el que descollaban, entre otros, Gustavo López y Diego Cagna, actual capitán de Boca.

Luego el ex volante dirigió a Racing, en donde armó un gran equipo que, misteriosamente, debió abandonar por diferencias insalvables con los dirigentes. Era la peor época de Racing, con la maldición de no ganar un torneo.

Más tarde el ex crack dirigió en Huracán, con muy buenos resultados. Con un equipo que se movía alrededor del fútbol de Daniel Montenegro y Luis González, Brindisi -muy querido en el club de Parque Patricios- logró varios triunfos significativos, terminando el Clausura 2001 en la quinta posición.

La última experiencia de Miguel Brindisi como DT fue en Lanús, club del que se alejó a comienzos del último Clausura. En el club del sur realizó una muy buena campaña durante el Apertura '03.

«Es un técnico que le gusta trabajar mucho con la pelota -recuerda un futbolista que lo tuvo como técnico en Lanús-. Cuando trabajábamos el físico, siempre lo hacíamos con el balón, lo que hace que el trabajo sea más llevadero. Es muy tranquilo y respetuoso. Su ayudante, Squeo era más compinche con

el plantel».