Bush teje alianzas y prepara una campaña «arrasadora»

El presidente de EE. UU. confirmó por primera vez que el posible blanco de la represalia por los atentados será el terrorista Osama Bin Laden, mientras sigue juntando apoyo en los países árabes para la operación. Los talibanes prometen contestar. Habrían arrestado a vínculos directos de la banda.

Washington.- El presidente norteamericano, George W. Bush, reafirmó ayer que el país «está en guerra» y llamó al ejército a que esté «listo» para emprender acciones de represalias contra los responsables del atentado del martes.

Bush dijo que su gobierno encontrará a los responsables por los atentados del martes, «los vamos a sacar de sus madrigueras, los vamos a aprehender cuando estén tratando de escapar y los vamos a llevar ante la justicia». Al mismo tiempo, prometió «una campaña arrasadora, sostenida y efectiva» contra quienes estén detrás de los atentados.

El presidente sindicó por primera vez al extremista islámico Osama Ben Laden como «principal sospechoso» del ataque terrorista contra las Torres Gemelas y el Pentágono, momentos antes de comenzar una extensa reunión del Consejo de Seguridad Nacional -que se prolongaba anoche- que definía los alcances de una acción militar punitiva.

El vicepresidente, Richard Cheney, el secretario de Estado, Colin Powell, el ministro de Justicia, John Ashcroft, y la consejera para Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, participaban del encuentro en Camp David.

«Estamos en guerra. Hubo un acto de guerra contra Estados Unidos y responderemos en consecuencia», señaló Bush, al tiempo que llamó a «todos los que usan uniforme» a que «estén listos» para emprender una acción militar punitiva.

«No hay dudas de que Ben Laden es el sospechoso número uno», dijo el presidente norteamericano, delineando los objetivos de una operación militar destinada contra las bases de operaciones del extremista saudita y su aliado principal, el gobierno afgano de los talibanes.

Mientras los asustados afganos comenzaban a huir del país, el vecino Irán cerraba sus fronteras contra un esperado flujo de refugiados. Los intransigentes talibanes que gobiernan Afganistán, mientras tanto, amenazaron con llevar a cabo una «guerra santa» contra cualquiera que ayude a Washington a lanzar ataques contra su país

Bush cuenta desde el jueves con el apoyo explícito del Congreso, que por unanimidad lo autorizó a «recurrir a la fuerza necesaria contra aquellas naciones, organizaciones o personas que planearon, autorizaron, cometieron o ayudaron a los atentados terroristas» del martes. Ambas Cámaras aprobaron también una partida de 40.000 millones de dólares destinada a la operación militar de castigo.

En su intento por generar una coalición para atacar los bastiones terroristas, Estados Unidos sumó un importante aliadocontra Afganistán, cuando el gobierno paquistaní se mostró dispuesto a brindarle «la ayuda necesaria».

Esta colaboración permitirá a Washington utilizar el espacio aéreo paquistaní en un eventual ataque sobre Afganistán, país con el que comparte fronteras, así como la relevante información de inteligencia que Islamabad posee sobre las bases operativas de Ben Laden y los talibanes.

En el plano de las investigaciones, la vocera del Departamento de Justicia, Mindy Tucker, informó que una segunda orden detención contra una persona implicada en la red que organizó los atentados fue emitida. El secretario de Justicia, John Ashcroft, dijo que «se está empezando a entender la forma en que se cometió este terrible crimen».

En tanto, continuaban las tareas de rescate de las víctimas y remoción de escombros en la devastada zona sur de Manhattan, epicentro de los ataques del martes. Hasta ahora los reportes de desaparecidos suman 4.972 personas y que se recuperaron 152 cadáveres. Por otra parte, el tráfico aéreo seguía su paulatino restablecimiento en el país, con solamente la mitad de los vuelos asegurados en medio de severas medidas de seguridad.

Asimismo, el presidente de la bolsa de valores de Nueva York, Richard Grasso, confirmó que Wall Street abrirá sus operaciones el próximo lunes. El gobierno espera con ansiedad la reapertura de la bolsa de valores, hecho considerado un símbolo de la vuelta a la normalidad del país. (EFE/Reuters/DPA)

Cruciales arrestos dan buenas pistas

Washington/Hamburgo/Beirut (dpa).- Los investigadores estadounidenses han encontrado «buenas pistas» sobre los cómplices y las personas que estarían detrás de los atentados del martes en Nueva York y Washington.

Tampoco descartan totalmente que presuntos terroristas se encuentren en suelo estadounidense y planeen nuevos ataques, aunque no hay pruebas concretas de ello.

A su vez crecen los indicios que apuntan a que el millonario yemenita-saudita Osama bin Laden sería el cerebro de los ataques. Los 19 terroristas que cometieron los atentados suicidas habrían tenido conexión directa o indirecta con él, según apuntan hoy medios de comunicación estadounidenses que se remiten a fuentes próximas a los investigadores.

Uno de los cuatro comandos podría haber estado integrado por miembros de la organización radical Yihad Islámica, según informó el canal estadounidense de noticias CNN.

En Nueva York se interrogó ayer a unimportante testigo libanés. Según las fuentes se trata de un hermano de uno de los presuntos autores. Además, dos indios, detenidos en Dallas, estado norteamericano de Texas, fueron trasladados también a Nueva York para ser interrogados. Al parecer, tendrían «conocimientos profundos» de la red terrorista. Los dos indios fueron detenidos en un tren tras una riña. Llevaban consigo grandes cantidades de dinero y tinte para el pelo.

En tanto, ayer se dictó la segunda orden de detención contra un testigo material de los atentados terroristas , anunció el Departamento de Justicia. La orden fue emitida por la fiscalía federal de Nueva York, pero la persona a que se refiere no había sido detenida en el momento de la confección del documento.

Una portavoz del Departamento de Justicia, Mindy Tucker, avisó de que podría haber más órdenes de detención, incluso hoy mismo, según avanza la investigación. «Habrá más órdenes, y cada vez más frecuentes», añadió.

De las 36.000 pistas que los investigadores han recibido de la población parecen que se abren varias líneas de investigación prometedoras. Se cumplieron 35 órdenes de registro en diferentes lugares, se investiga a un centenar de testigos y se mantienen retenidas a otras 25 personas por temas migratorios.

Desaparecidos

Nueva York (EFE).- Cualquier espacio en la ciudad de Nueva York, desde farolas hasta buzones, se ha convertido en la última esperanza de los familiares que buscan alguna información sobre el paradero de sus seres queridos y que se niegan a admitir que han muerto entre los escombros de las Torres Gemelas.

Las cabinas telefónicas, farolas, buzones y las paredes de cualquier edificio están empapeladas con fotos de los desaparecidos, con la información básica y el número telefónico o el correo electrónico de los familiares o amigos a los que se puede contactar.

«Delta Force», lista para ir tras Bin Laden

WASHINGTON (ANSA) – Osama Bin Laden, para Estados Unidos el principal sospecho de los atentados terroristas en Nueva York y Washington, dejó su refugio en las montañas de Aganistán poco después de los ataques el martes, dijo el jefe del Servicio de Seguridad Federal rusa (Fsb) Nikolai Patrushev.

En tanto, quienes deberán decidir si capturan o matan a Bin Laden -la «Delta Force», las Fuerzas Especiales norteamericanas- están listas para entrar en acción.

Las Fuerzas especiales están integradas por la elite de las Fuerzas Armadas norteamericanas: el Ejército tiene a los Ranger, la marina a los Seal y la aviación sus unidades especiales.

Fueron creada en los años 60 por el presidente John Kennedy, preocupado por la proliferación de regímenes marxistas en América Latina. Pero el uso de estas fuerzas superespecializadas se extendió bien pronto a una amplia gama de operaciones, casi siempre muy arriesgadas.

La elite de estas fuerzas secretas está compuesta por la legendaria Delta Force, la unidad especializada en la lucha contra el terrorismo. Creada en 1977 sobre el modelo de las SAS británicas, la Delta Force tiene su cuartel general en Fort Bragg, Carolina del Norte. La naturaleza de este cuerpo altamente especializado en «misiones imposibles» es supersecreta y son famosos por su habilidad en la lucha cuerpo a cuerpo y por la letal potencia de fuego de las armas a su disposición.

Su mayor revés se produjo con la fallida operación intentada en noviembre de 1979 por los norteamericanos para liberar a los rehenes capturados en la embajada estadounidense en Teherán. También entraron en acción en Panamá y la Guerra del Golfo, donde realizaron arriesgadas incursiones en Irak.

Pruebas desde Alemania

En Alemania fue incautada una valija con documentación aeronáutica, que habría pertenecido a Ziad Samir Jarrah, uno de los tres sospechosos que vivieron en Hamburgo.

Jarrah figuraba en la lista de pasajeros del vuelo 93 de United Airlines que se estrelló en Pennsylvania. La novia del sospechoso, que vive en la ciudad alemana de Bochum, lo denunció ante la Policía como desaparecido. Los parientes de Jarrah en el valle de Bekaa en el Líbano declararon que emigró hace cuatro años a Alemania para estudiar ingeniería eléctrica. Hace 18 meses habría pasado cierto tiempo en Afganistán.


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