Cabellos que alivian el dolor de pacientes oncológicos

Desde la fundación Seno de Neuquén confeccionan pelucas solidarias y envían a distintos puntos de país a personas con cáncer. Cada una se realiza con la donación de vecinos.

“Cuando me puse la peluca y me miré al espejo fue muy fuerte, como si no tuviera cáncer”, expresó emocionada Loana Badía, una docente de San Antonio Oeste que está afrontado un tratamiento de quimioterapia.

La joven de 25 años contó que a través de este nuevo cabello que recibió sintió más alivio para transitar el proceso de la enfermedad. Desde la Fundación (Seno) Sendero de Esperanza para el Niño Oncológico que funciona en Neuquén le donaron la peluca. La organización que desde 2010 ofrece residencia para albergar aquellos pacientes que vienen de lejos a Neuquén a realizar su tratamiento, comenzó hace tres años un taller para confeccionar pelucas oncológicas.

El año pasado a Loana le detectaron cáncer de mama y comenzó a realizar el tratamiento de quimioterapia cada 21 días en Cipolletti.
A los 14 días después de la primera sesión empezó la caída de cabello.
“Lo tenía algo asimilado, pero cuando vi que era mucho pelo me sentí mal. El día que decidí raparme nos juntamos en familia para hacerlo después de comer”, contó.

Para ella fue liberador porque no le gustaba ver como se caía su cabello. Ese día sus cinco sobrinos aprovecharon para tomar la tijera, recordó sonriendo.
Sin embargo, con el transcurso de las semanas se cayeron sus pestañas y cejas. “Era un aspecto muy crudo, me empecé a preocupar, quería verme un poco más arreglada”, explicó.

Fue en ese momento que se puso en contacto con la fundación luego de indagar y llamar a diferentes ONGs.
En sólo dos semanas le enviaron su peluca. Antes de confeccionar le pidieron una foto de cuando tenía pelo. “La hicieron tal cual cómo era mi pelo antes, no parece una peluca”, expresó.
Loana envío la foto al grupo de WhatsApp de su familia y todos se sorprendieron. Fue hermoso para ellos volverla a ver con su cabello castaño oscuro.
“Estoy muy agradecida con la fundación, ellos enseguida se preocuparon, no me preguntaron de donde era, me ayudaron a que esto sea más liviano”, destacó.

A los 14 días de la quimio se me cayó el pelo y después las cejas y pestañas. Cuando me puse la peluca fue como si no tuviera cáncer”,

Loana Badía, paciente oncológica de San Antonio Oeste

El taller

Verónica Fernández, la actual presidenta de la fundación Seno relató cómo comenzó el taller para confeccionar pelucas solidarias.

Hace unos años le tocó cortar el pelo a la hija de una amiga qué estaba pasando por el tratamiento para leucemia. La nena que se llama Prisila tenía en ese momento cinco años. “La mamá estaba desesperada, no sabía cómo hacer en esa situación”, contó.
Verónica estuvo con ellas y vivió la experiencia de cortar el cabello a la nena.

Luego hubo otro hecho que la motivaría a impulsar el taller. Una adolescente que también estaba pasando por el tratamiento oncológico quería celebrar su cumple de 15 años. “Pedimos una peluca prestada y ella la uso porque era una necesidad volver a verse con cabello”, contó.

Desde la fundación observaron que existen otras necesidades en los pacientes además del tratamiento.
“La caída del pelo es la parte más impactante. Te pueden decir que tenés cáncer, pero no te choca tanto como cuando sentís que se cae el cabello”, expresó.
Señaló que no es solamente por lo estético sino para acompañar a la salud psicológica de las personas.
Cuando reciben la peluca también se genera otro tipo de energía para sobrellevar el proceso.
Por estos motivos buscaron capacitarse en confeccionar pelucas oncológicas y se contactaron con otra ONG de Tierra del Fuego que se dedicaba a esto. Una de las integrantes de esta organización viajó a Neuquén y unas 30 mujeres participaron de la capacitación.

Actualmente sólo hay siete personas dedicadas a la confección de pelucas en la fundación.
Verónica explicó que a varias les dio impresión trabajar con cabello además de que lleva mucho tiempo formar una peluca, unas 100 horas de trabajo detalló.
Desde 2018 hasta el mes pasado entregaron 170. “Nuestras pelucas andan por casi todo el país, hemos enviado a pacientes en Misiones, Jujuy y hasta Chile”, detalló orgullosa.

Durante la pandemia del coronavirus señaló que aumentó la demanda un 50%. Para Verónica el encierro sumado al tratamiento oncológico influyó en muchos pacientes. “Dedicaron más tiempo a verse mejor frente al espejo”, explicó.

La campaña

Verónica señaló que se viene realizando una campaña solidaria de donación de cabello para seguir confeccionando pelucas. “Se hace todos los días y no tiene un límite. Las personas pueden acercarse a la fundación con el cabello ya cortado y se les pide que publiquen una foto mostrando la donación”, contó.
El horario es de 10 a 14 en Neuquén Capital, en la calle San Carlos, 1330 (ex Lamarque). El teléfono para comunicarse es 2994564725.
La presidenta señaló que también tratan con personas que tienen alopecia.


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