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Cambios en la Carta Orgánica neuquina

Los vecinos de la ciudad de Neuquen, hemos sido convocados a votar el 24 de octubre próximo para elegir nueve concejales, cumpliendo con la renovación por mitades de ese cuerpo. Pero en el mismo acto, deberemos expedirnos a favor o en contra de las modificaciones introducidas hace algo mas de un mes, por una mayoría de ediles, al texto original de la Carta Orgánica Municipal (COM). No habrá que buscar dos boletas, porque el voto será electrónico.

Entonces habrá que accionar dos dispositivos, para cumplir con la modernidad del sistema.


La elección de concejales, por reiterada, es un paso simple. Solo elegir identificaciones de las listas, que seguramente harán una campaña previa -ya lo están haciendo- para hacer conocer nombres y caras, más que propuestas.


Lo que no se presenta fácil es el referéndum, por SI o por NO, a las innovaciones introducidos al texto madre de la COM. Como se trata de dos opciones, se podría inferir que el trámite será simple. Pero no lo es, por la complejidad que las propias autoridades municipales -ejecutivas y legislativas- le dieron a este proceso.


Lo que no se presenta fácil es el referéndum, por SI o por NO, a las innovaciones introducidos al texto madre de la COM.



Esa complejidad pone al ciudadano, en primer lugar, ante una carencia de información que – al día de hoy- le podría resultar difícil, tal vez imposible, votar con responsabilidad y autonomía. Es que, justamente, la información es esencial para que un elector pueda definir y exponer su decisión.


En consecuencia -al faltar información- me animo a considerar ilegítima esta disyuntiva que se le plantea al neuquino. Lo correcto hubiera sido, que el municipio hiciera una amplísima difusión de los puntos que fueron modificados o enmendados o incorporados; lo ideal hubiera sido que en cada casa hubiera un resumen de esos puntos, que hoy son desconocidos por la mayoría de los convocados. Ese es el derecho a la información que prescribe el artículo 12 de la misma Carta Orgánica.


Son once los puntos que son sometidos al referéndum o a la opinión del vecindario. El principal -y que se está utilizando como caballito de batalla utilizando el mal humor social sobre los gastos en la política- es terminar con la renovación por mitades de los 18 integrantes del Concejo Delibera u órgano legislativo. Que se vote cada cuatro años por la totalidad de los concejales. Se argumenta que ese gasto en las elecciones intermedias, se utilizará para obras y servicios generales.

Como argumento de campaña es útil, pero nada más. Si hablamos de austeridad y del gasto de la política, se podrían abordar otros ítems del presupuesto municipal, para generar el tan promocionado ahorro y reasignación de fondos. Pero es tema para otra discusión.


Se habla de “modernizar” la COM, usando un concepto abstracto y subjetivo. Además del punto anterior, que sí es concreto y puede ser aceptado como válido, hay otros diez que pocos conocemos, pero en los que no hay ninguna novedad, porque todos son conceptos sobre derechos que ya están legislados y en vigencia. O sea, que si no se incorporan a la COM, lo mismo tienen vigencia.


Ahora bien. Hay otra situación de desigualdad y hasta de subestimación a la que se somete a los electores. Esos once puntos deben votarse por sí o por no, como un paquete cerrado. No hay derechos ni opciones a discernir sobre unos y otros, como debería ocurrir porque es muy difícil que haya acuerdo o desacuerdo por el total.


Esta imposibilidad a discernir, también es motivo de ilegitimidad para este proceso.


El proceso eleccionario en marcha, que arrancó con la presentación del proyecto de enmienda (reforma, para mi concepto), por parte del órgano ejecutivo, la discusión y aprobación por mayoría en el legislativo y un respaldo parcial de la justicia para realizar el referéndum, contiene otro riesgo mayúsculo, que podría terminar con la anulación de todo lo actuado. Esto puede ocurrir si el Tribunal Superior de Justicia hace lugar al recurso de inconstitucionalidad presentada por los ex convencionales Laffite y Quintana, con quienes acuerdo en su visión. Si esto ocurriera, todo volvería para atrás y se pagaría el costo por los apresuramientos. Otro sufrimiento para el presupuesto que se dice defender.
Por la falta de información, por la imposición a votar un paquete de temas sin posibilidad de desglosar, y por los riesgos a futuro, mi “voto será no positivo”, abusando de una frase con historia, y militaré para que mis vecinos hagan lo mismo.


 Aspiro que esta publicación y otras, permitan despejar dudas y sobre todo darle al soberano la información necesaria para votar desde el análisis y la reflexión.  

* Ex Convencional Municipal Constituyente


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