Canjean las chapas retorcidas por hierros para construcción 1-4-03

NEUQUEN (AN).- En lugar de tirar la chatarra al relleno sanitario, el municipio la canjea por hierros para la construcción. El trueque de mercadería deja a la comuna un provecho económico que antes no tenía, si bien dista mucho todavía de cubrir el costo de los operativos de limpieza de la barda. En materia ambiental el acuerdo es exitoso y tiene sentido ecológico, pues las toneladas de chapas retorcidas y cascos de automóviles abandonados se reducen a pequeños cubos que se van de la región hacia una importante acería de la provincia de Buenos Aires. Los hierros viejos acopiados por la comuna provienen de lo que la gente de todo Neuquén abandona y ha tirado al noroeste de la barda, en el sector Terrazas de Neuquén, una vieja costumbre que esconde desidia de quienes dejan hacer y desaprensión por parte de quienes ensucian. En esta capital, no hay barrio que no esté cubierto por el servicio de recolección de basura domiciliaria. De enero a marzo, durante el segundo operativo de limpieza, subsidiados de planes de trabajo dirigidos por la municipalidad levantaron enormes pilas de chatarra sobre el costado del cordón de barda que sube por la calle Atahualpa, detrás del barrio Patagonia. El trabajo se centralizó en 10 hectáreas de las 700 contaminadas por la basura. La maquinaria vial que la recogió y la entregó luego al corralón contabilizó de 57.000 kilos. 15 kilos por cada tonelada Por cada tonelada, el municipio recibe 15 kilos de columnas de hierro. Enterrarla, en cambio, le cuesta plata del bolsillo: 6 pesos por cada tonelada que va a parar al basural concesionado. «No es mucho, pero por lejos es una opción superadora», remarcó Carlos Roca, subsecretario de Gestión Ambiental. «Es una disposición más adecuada pues la chatarra se recicla con criterio ambientalista», agregó. El establecimiento que recibe los hierros viejos y oxidados se radicó recientemente en esta capital. Con una poderosa prensa reduce fácilmente el material en dados de 60 centímetros, los carga en camiones y los envía a Acero Bragado, una conocida empresa bonaerense de la industria siderúrgica. El tercer operativo de limpieza está por llegar: es la recolección de escombros. La primera de todas se realizó a fin del año pasado. Con la colaboración de mucha gente se juntaron 10 toneladas sólo de bolsas de plástico y de papel, lo cual da una idea de la contaminación que existe en el lugar. El resultado del operativo se notó mucho, pero la gente no deja de tirar y tirar, en el camino y en los senderos, «no respeta los derechos de los otros. En el mejor de los casos, no quiere darse cuenta de que ensuciar y tirar es fácil, acondicionar es terriblemente costoso y que la limpieza que hacemos la pagan ellos y toda la comunidad» a través de los impuestos, insistió Roca.


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