Acueductos entre provincias
Enrique Omar Driussi, DNI 12.638.127
Neuquén
En Argentina, resulta prioritario gestionar los excedentes hídricos. Pasamos de lluvias torrenciales, desbordes e inundaciones que causan enormes daños en poblaciones urbanas y en zonas productivas del sector agrícola y ganadero, a períodos de sequía, produciendo pérdidas millonarias en dólares.
Asimismo, en nuestra región, debido a la mayor acumulación de nieve y de erogación de las represas para cubrir los requerimientos de energía eléctrica, ha aumentado el caudal del río Limay a 900 metros cúbicos por segundo, muy por encima de los 540 m3/s establecidos por la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas.
Sabiendo que esos eventos son recurrentes y pronosticados con antelación, cabe preguntarse, ¿por qué no se incluye en los presupuestos de Nación y de las provincias involucradas, la realización de acueductos interprovinciales para canalizar los sobrantes del recurso hídrico hacia zonas que demandan agua para consumo y riego productivo? Además, se podrían formar reservorios o lagunas artificiales para atender los frecuentes incendios de pastizales.
Mucho se habla de regionalismo, pero ello implica una verdadera integración económica y comercial de una determinada área geográfica. Si el objetivo de nuestro país es la utilización de la mayor superficie productiva, estas inversiones estratégicas deberían ser cofinanciadas por las jurisdicciones con intereses en común, junto con el Estado Nacional.
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