Aerolíneas, un retroceso incomprensible
Julio Isidro Pérez
Viedma
Hace muchos conocí a una mujer luchadora y trabajadora, que abrazó una actividad maravillosa como es el turismo.
La señora Nidia Rajneri de Marsilla me hizo conocer su agencia de viajes en General Roca.
Pero eso no fue todo, por mis contactos en la actividad turística, conocía al Dr. Juan Carlos Pellegrini, el presidente de Aerolíneas Argentinas.
Fue él quien decidió incorporar los aviones Boeing -conocidos como los Jumbos- con lo que la empresa estatal argentina paso a ser la más importante de Sudamérica.
La señora Nidia, con su conocido ímpetu, me comentó que el Alto Valle necesitaba la conectividad aerocomercial con Buenos Aires.
Nada fácil por cierto.
La cosa es que con el ímpetu de ella logramos conversar con el Dr. Pellegrini. En esa oportunidad le expuse argumentos de por qué Aerolíneas, que volaba a Viedma, debería conectar la capital provincial con Roca y Bariloche.
El vuelo se logró.
Pero también algo trascendente.
Fuimos a Bariloche, y el presidente de la empresa aerocomercial conoció la tradicional sucursal que tenían allí.
Expuso su idea de ampliarla y dotarla de comodidades para atender a los pasajeros, muchos de ellos extranjeros.
Parece mentira que ahora Aerolíneas Argentinas cierre esa emblemática sucursal, como en otros lugares del país.
El ímpetu de Nidia Rajneri posibilitó que la aerolínea de bandera tuvieron una sucursal a la altura del maravilloso destino que hoy es Bariloche.
Tendríamos que ser muchos quienes debiéramos seguir lateralmente aquellos postulados que logró.
Y Moreno sí hace falta.
– Aerolíneas redujo de los vuelos diarios a Viedma a solo cuatro frecuencias semanales.
– Levantó la concesionaria Viedma-Bariloche
– Hace tiempo cerró la sucursal en Viedma.
– Ahora anunció el viernes el cierre en Bariloche.
– También en otros lugares de Argentina.
Vamos Nidia, empecemos de nuevo…
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