Azul, violeta y qué será

En Neuquén, el partido provincial hegemónico que hace más de medio siglo elige gobernador, más no logra hace tiempo imponer intendente capitalino, tiene una curiosa interna de poder.

Por un lado, los “azules”: un gobernador que pretende reelección con otro vice, apoyado por la herencia cardíaca del primer gran neuquino y un sindicalista petrolero devenido en senador. Bajo la órbita de un apoyo carnal con el gobierno nacional, se conjuga como la visión sin amor, para obtener los beneficios del centralismo porteño. Un presidente nacional a ser domado por elites políticas en los temas económicos, no lo hacen dudar, incluso de tomar las más antipáticas políticas de recorte público, previa queja obligada de los representantes provinciales, debido a la natural presión popular, y el arrastre de votos en épocas electorales.

Del otro lado se encuentra la lista violeta. El antagonismo de pensamientos es evidente, y también interesante, más aún proviniendo del partido tradicional, criticando la vieja política. Es presidida por el actual vicegobernador. Es dable citar la gran contradicción del discurso, ya que se pretende criticar una vieja política y sus vicios, siendo que esta misma le posibilitó silla central en la Legislatura neuquina. Mencionados vicios políticos son conocidos popularmente: nepotismo, carencia de coherencia, clientelismo. Su discurso es convincente y atrapa, tiene un tinte de verdad a medias para los descreídos de siempre. En materia de coparticipación federal, regalías de nuestros recursos naturales, excesivo centralismo porteño y la mejora de nuestras instituciones públicas, que son eslogan en cada campaña política. Hacerle frente a la vieja política es muy complejo. Años, décadas –y vamos por el siglo–, hacen en sus simpatizantes habituales una cultura dogmática, un quiste difícil de sacar, más si la mayoría controla importantes instituciones públicas como si fuera herencia familiar, aunque no parezca. Las posibilidades para la lista violeta son escasas ante este panorama. Afirmo que, de ocurrir una sorpresa en las internas, podría ser una futura gestión digna de analizar. Los neuquinos elegimos entre acolitar al gobierno nacional o defender lo nuestro y obtener lo que nos corresponde, aunque eso ultimo está por verse.

Héctor D. Ayarachi Fuentes

DNI 35.492.138

Héctor Daniel Ayarachi Fuentes

DNI 35.492.138


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