Impunidad y desfachatez
Dante Morosani, DNI 7.298.605
NEUQUEN
El último jueves, se cumplió el 92° aniversario del nacimiento de Julio César Strassera, exfiscal fallecido en 2015.
A propósito del tema que me ocupa en la presente columna, estimo oportuno recordar que el nombrado, durante el juicio a las juntas de la dictadura militar -1976/83- acumuló un expediente de 38.000 fojas, que calificó de “prueba monstruosa”. Dijo que fue la primera vez que un tribunal civil, con 100 años de antigüedad, condenó a dictadores usando el Código Penal vigente, y según destacó, “marcó el retorno de la juridicidad y el Estado de Derecho al país”. Parafraseando el informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), en su alegato final pronunció las palabras que han quedado como símbolo del fin de una época: “Señores jueces, nunca más”.
Lapidario. Concluyente. Y hay más sinónimos. Sin embargo, respecto de la ciudad de Neuquén, tengo la absoluta convicción, de cara al significado de aquella sentencia, la gravísima lesión infringida a sus ciudadanos, y valores democráticos. Por ello, no se entiende que después de casi medio siglo, pululen los resabios de la casta militar que llevó adelante la asonada del 24 de marzo de 1976, cuando se produjo, por la Fuerza de las Armas, la apropiación y usurpación de la Cooperativa de Vivienda del Periodista Ltda.
Frente a la pertinaz vigencia de la situación narrada, tengo la impresión que falta muy poco para que los transeúntes que se desplacen por Avenida Argentina al 800, se encuentren con un letrero que diga “venta y alquiler de bienes pertenecientes a los periodistas neuquinos: consulte aquí mismo, en el 50° aniversario del consorcio cívico militar”.
Mientras tanto, en el Juzgado Federal N° 2 de Neuquén, “reposa” desde agosto de 2017, el contundente dictamen de 66 fojas emitido por el Fiscal Federal Dr. Miguel Ángel Palazzani. El nombrado, luego de 3 años de una exhaustiva investigación, pudo probar, de manera irrefutable, que la Torre del Periodista, con su Centro Cultural anexo -entre otros bienes- fueron apropiados y usurpados durante la última Dictadura, en flagrante acto de Terrorismo de Estado, que es delito de Lesa Humanidad, y que por lo tanto no prescribe.
A todo esto, periodistas, gráficos, y sus respectivas familias, siguen sin comprender…
Como lo mencioné en un envío anterior a este prestigioso medio, “No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague”, poniendo en valor, una vez más, al dramaturgo español Antonio de Zamora.
Dante Morosani, DNI 7.298.605
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios