Políticas de salud mental, no eslóganes
Fabián Wotnip, fwotnip@gmail.com
Cada 11 de octubre se habla del Día de la Salud Mental. Pero en Argentina, miles de personas siguen sufriendo sin atención, y muchos profesionales que podrían ayudarlas trabajan sin recursos, sin respaldo y, a veces, sin voz.
Nuestra Ley de Salud Mental quiso proteger derechos, pero terminó generando vacíos.
En nombre de la libertad, se desarmaron redes de atención y se debilitó la figura del psiquiatra, cuando justamente el psiquiatra es quien pone el cuerpo y el alma donde nadie más puede hacerlo.
La verdadera libertad no es dejar al enfermo librado a su suerte.
Es acompañarlo, contenerlo, ofrecerle tratamiento y esperanza.
No hay dignidad posible si la enfermedad mental se convierte en un tema del que nadie se hace cargo.
Necesitamos una nueva ley, moderna, humana y científica, que devuelva fuerza al sistema y respeto a quienes trabajan en él.
Una ley que garantice atención integral, internaciones seguras cuando sean necesarias, seguimiento profesional y recursos para la rehabilitación y la inclusión real.
Porque una sociedad que abandona a los que sufren pierde su alma.
Y porque sanar también es volver a confiar en los otros, en la ciencia y en la compasión.
Que esta vez la salud mental sea una prioridad, no un eslogan.
Y que nadie quede solo en su dolor.
Fabián Wotnip, fwotnip@gmail.com
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios