Caso Muñoz: “El crimen perfecto no existe”, dijo el procurador Crespo

A poco más de tres años del hallazgo del cadáver del policía, el jefe de los fiscales sostiene que la investigación no está cerrada.

El hallazgo del cadáver del policía Lucas Muñoz en la zona sur de Bariloche estremeció a la población de Bariloche el invierno de 2016. El crimen provocó una crisis interna en la Policía provincial y dejó al gobernador Alberto Weretilneck sin palabras. Esa tarde del 10 de agosto de 2016, el mandatario provincial subió a un avión y se marchó en silencio de esta ciudad, que estaba consternada por la noticia.

La investigación comenzó con viento a favor. Las sospechas apuntaron hacia las filas de la Policía y posibles vínculos con actividades delictivas. La hipótesis de una feroz interna policial, que salpicó a la cúpula de esa fuerza, generó toda la atención de los investigadores.

Las pericias confirmaron que Muñoz había sido ejecutado de un tiro en la nuca, con su propia arma 9 milímetros. El dato causó escalofríos.

El autor o los autores del homicidio dejaron todo a disposición de los investigadores: estaban las pertenencias de Muñoz, su celular, su arma reglamentaria y hasta el cuerpo, que estaba aseado. Todo indicaba que la investigación avanzaría sobre tierra firme con esos elementos. Tres años después, no hay nada. Sólo sospechas. Ninguna evidencia que permita identificar a los homicidas.

Hace unos días la perito Karina Uribe viajó a Viedma para trabajar con el análisis de una huella dactilar que hallaron en la tonfa (cachiporra) de Muñoz, revelaron fuentes que conocen la investigación. El Procurador del Poder Judicial de la provincia Jorge Crespo dijo ayer que se analizaron prendas de vestir del policía y que pronto se conocerán los resultados. Sin embargo, las fuentes bajaron el nivel de expectativa, porque confiaron que la pericia genética no dio resultado favorable.

Crespo señaló que están pendientes las pruebas de ADN. No dio más detalles, pero las fuentes indicaron que son los pelos que se hallaron en el Onix secuestrado en Roca en diciembre de 2017. Sospechan que Muñoz estuvo en ese vehículo la tarde que desapareció, el 14 de julio de 2016, cuando se dirigía a trabajar en la comisaría 42 de esta ciudad. Esas muestras se analizarán en un laboratorio de Buenos Aires para cotejar con el perfil genético del policía.

Fecha

14/7/2016
Ese día fue visto por última vez el policía. Iba, como todos los días, a trabajar.

Crespo lamentó que a pesar del tiempo transcurrido no se haya logrado obtener aún resultados “para lograr la individualización de los autores. Eso nos frustra y nos entristece”, admitió.

Sostuvo que no se puede hablar aún de fracaso mientras haya líneas de investigación abiertas. “Por eso, vamos a brindarle todo lo que necesite al fiscal”, aseguró.

Quedan líneas por investigar. Pero cuando no haya más no quiero mentirle a la sociedad con este tema”, aclaró.

“Entiendo que los crímenes perfectos no existen”, respondió cuando se le planteó esa posibilidad. “No quiero pensar y no voy a aceptar que pueda haber crímenes perfectos”, enfatizó.

Cuando el hecho no se investiga temprano, con los medios necesarios, después las líneas de investigación se desvanecen

Jorge Crespo, procurador

“Cuando el hecho no se investiga temprano, con todos los medios necesarios, después las líneas de investigación se desvanecen”, sostuvo. Y reconoció que el homicidio de Muñoz es un caso testigo.

Crespo ratificó al fiscal Martín Govetto al frente de la investigación, que dirige desde hace 3 años. “No hay nada que me lleve a pensar o que me lleve a cambiar al fiscal. Goza de mi confianza”, aclaró. “Ha hecho todo lo que ha estado a su alcance”, enfatizó.

“No puedo hablar de fracaso”

El procurador Jorge Crespo ratificó ayer que están todos los recursos para seguir con la investigación. Y por el momento no quiere reconocer ni hablar de fracaso en la investigación del homicidio del policía Lucas Muñoz.

“No puedo hablar ni de fracaso ni de acierto, que va a ser en el momento de identificar a los autores del crimen”, indicó. Pero aclaró: “En el momento que no quede ninguna línea para investigar y se haya agotado todo, allí sí empezaré a hablar de fracaso”.

El pasado 10 de agosto se cumplieron 3 años del hallazgo del cadáver del policía. Los peritos de la Corte Suprema establecieron que la muerte ocurrió entre el 7 y el 8 de agosto de 2016.

Crespo afirmó que están todos los medios disponibles “para dar una respuesta en este hecho como en cualquier otro homicidio”.

Explicó que como procurador “no puedo dar instrucciones particulares a los fiscales. La única instrucción es que no había que ahorrar ningún medio para lograr avanzar en las líneas de investigación”.

La investigación durante tres años ha mostrado idas y vueltas, contradicciones entre peritos, que abonan mayor incertidumbre, y pocos resultados.

El caso se investigó durante un año con el viejo Código Procesal Penal, lo que implicó que el fiscal Martín Govetto y el juez de Instrucción Bernardo Campana pulsearan por dirigir la investigación del caso.

Con la puesta en marcha del nuevo Código Procesal, el Ministerio Público Fiscal cobró protagonismo y es el responsable exclusivo de las investigaciones.

“Hoy los fiscales tienen muchos elementos y mayor capacidad para investigar, desde la implementación de este nuevo Código”, aseguró. “Para atrás no puedo opinar porque no era el Procurador”, sostuvo. Y remató: “No hay ningún homicidio impune hasta junio”.


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