Chapuceros pero efectivos

LONDRES (AP) – A primera vista, los ataques del fin de semana en Londres y Glasgow tenían los sellos de al-Qaeda, pero carecieron de un ingrediente clave: la ejecución profesional.

Aunque aún no se conocen todos los detalles acerca de los hombres y los métodos en los ataques, analistas dicen que un plan tan chapucero indicaría que el grupo estaría integrado por aficionados que trabajaron sin guía ni instrucciones de las cabezas terroristas en Pakistán y el Oriente Medio.

Ninguna de las bombas caseras estalló, y las únicas heridas graves fueron sufridas por uno de los presuntos autores, que se incendió. Pero pese al fracaso, los atentados consiguieron algo importante: generar caos y miedo en toda Gran Bretaña, donde la policía acordonó las calles para allanar 19 edificios, aceleró los procedimientos de cateo e impidió que muchos autos llegasen a aeropuertos. Los complots trajeron además el espectro de más terrorismo al estilo Irak en Europa, enviando el sombrío mensaje de que -con un poco de suerte-cualquier yijadista con un coche y armas primitivas puede causar una carnicería. «Incluso las bombas que no estallan tienen repercusiones mundiales, y yo pienso que eso es también parte de los cálculos de los terroristas'', dijo el experto Bruce Hoffman. «Aunque no estallen, las bombas logran lo que se supone es el objetivo del terrorismo: generar pánico''. Aún así, dicen que un verdadero ataque de al-Qaeda habría sido manejado más organizadamente… y más mortífero. «Este fue un grupo de tipos apenas conectados con al Qaeda que fueron motivados a actuar, pero no tenían acceso al dinero ni los expertos en explosivos de lareed'', dijo Peter Lehr, del Centro de Estudios de Terrorismo y Violencia en la Universidad St. Andrews.


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