Charango intenso

El charanguista Rolando Goldman, en soledad con su instrumento, demostró en el Festival de Folclore de Cosquín cómo la belleza musical puede ser conjurada desde la austeridad, un mérito que le ganó la ovación del público. La apretada programación de Cosquín le permitió a Goldman espacio para tres piezas, pero ese fugaz recorrido resultó suficiente para que la platea reconociera su pericia como intérprete. Bajo una intensa lluvia, el público escuchó en silencio la versión de “El arriero”; celebró el arreglo del tango “Volver”, que acompañó coreando el estribillo; y desató una fiesta más propia de la furia roquera ante “Estudio para charango”. “Esta intensidad, este cosquilleo, sólo es posible en Cosquín”, sentenció Goldman en diálogo con Télam al bajar del escenario Atahualpa Yupanqui. Interpelado por el riesgo que supuso enfrentar al público festivalero en formato solista, Goldman enfatizó que “me han dicho que es una experiencia inédita un charango solista en Cosquín; lo asumí como un desafío”. El instrumentista afirmó que su presencia en el festival es el producto de una “apertura” que se verificó en las últimas ediciones. “En otra época era impensable tocar sólo con el charango, sin nada más. Por eso sólo puedo estar agradecido”, concluyó. (Télam)


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