«Chile vive grave crisis en derechos humanos», afirmó la CIDH en un informe preliminar
Según el organismo durante las protestas contra el gobierno de Piñera se "registraron en varios casos abusos, detenciones y uso desproporcionado de la fuerza".
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) afirmó que «Chile vive grave crisis en materia de derechos humanos» como consecuencia de la actuación del gobierno y las fuerzas de seguridad en la represión del estallido social que comenzó el 18 de octubre de 2019, según las conclusiones preliminares de su visita en Chile entre el 25 y 31 de enero.
Esmeralda Arosemena, presidenta de la CIDH, se encargó de ofrecer el balance ante la prensa, que inició con un minuto de silencio «como un homenaje que debemos hacer a las víctimas, dedicando hoy nuestro informe a las familias de los fallecidos, a los heridos, a los detenidos, a las violadas, a los que han perdido el importante sentido de la vista».
Arosemena también manifestó su «reconocimiento a los jóvenes, a los estudiantes que han dado con su voz muestra de que tenemos empoderados nuestros muchachos y muchachas la expectativa de una lucha por la transformaciones de las sociedades».
Seguidamente, el organismo pasó a denunciar, en la figura del relator del CIDH para Chile, Joel Hernández, que las protestas «registraron en varios casos abusos, detenciones y uso desproporcionado de la fuerza».
Hernández manifestó que existe en el país una «falta de alineamiento de los estándares internacionales en la gestión de las protestas y estamos ante una grave crisis de derechos humanos. Los números hablan por sí solos».
Sobre el papel de los manifestantes, el relator afirmó que «la comisión pudo observar la existencia de una sociedad civil vibrante y consciente de sus derechos, solidaria y movilizada alrededor de sus demandas. La comisión reconoce la legitimidad de las demandas históricas, en particular sus reivindicaciones respecto a la desigualdad en el ingreso, acceso a la salud, educación, a la seguridad social, al agua y otros derechos sociales».
Hernández instó a las autoridades nacionales a «investigar con debida diligencia las denuncias de violaciones a los derechos humanos e informar adecuadamente a la ciudadanía».
Por otra parte, este grupo también destacó que «la CIDH valora la apertura del gobierno de Chile para la observación internacional sobre la situación de los derechos humanos en el país así como mantener canales de información y articulación de esfuerzo en materia de derechos humanos».
La CIDH, a nivel de recomendación, afirmó que en el país existe un «trauma extendido en su sociedad que requiere de medidas decisivas» y cerró informando a la prensa que entregará un informe final y que estará listo «en los próximos meses».
El informe completo, que será presentado en los próximos meses, se suma a los trabajos ya presentados por Amnistía Internacional, Humans Rights Watch y la oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU.
Chile vive desde el pasado 18 de octubre una crisis social, en donde masivas marchas y movilizaciones con decenas de reclamos sociales tienen en jaque el segundo mandato de Sebastián Piñera.
La crisis ha llevado a Piñera a cambiar sus políticas de gobierno e inclusive a llamar a un plebiscito que permita cambiar la Constitución, que data de 1980, cuando aún gobernaba el país la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet, que duró desde 1973 a 1990.
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