Christian Bale: de Batman a Moisés

CINE

Éxodo es el nuevo filme del gran director Ridley Scott. Siempre son esperadas sus películas, y más cuando en ellas participan actores de la talla del inglés Christian Bale.

El largometraje cuenta la extraordinaria historia de Moisés. Abandonado a su suerte tras un decreto de muerte para todos los niños nacidos de esclavos, es encontrado por la hija del Faraón y criado en la casa real. Allí crecerá al lado de Ramsés, el futuro monarca. Ya en la adultez, Moisés tendrá una visión de Dios y abandonará su vida privilegiada para liberar al pueblo israelita de la esclavitud y conducirlos hacia su libertad. El ganador del Oscar se sintió orgulloso de que hayan pensado en él para participar en un filme de semejante importancia y magnitud.

-¿Cuándo hablaste por primera vez con Ridley acerca de este proyecto?

–A principios de 2013, pero probablemente fue hace cuatro o cinco años (cuando nos conocimos por primera vez). Russell Crowe y Gary Oldman me habían dicho que él es uno de sus directores favoritos.

Los dos me dijeron que lo tenía que conocer, que íbamos a trabajar y llevarnos muy bien juntos. Más tarde Ridley y yo programamos una reunión y decidimos que cuando el momento surja, íbamos a hacer algo. Después Rid regresó y me dijo: “¿Querés hacer Éxodo interpretando a Moisés?”.

-¿Cuál fue tu reacción a esa propuesta?

-Dije: “¿Cómo, con sandalias y espadas? ¿O estás hablando de alguna propuesta abstracta y moderna para volver a relatar la historia? Él me contestó: “No, con sandalias y espadas y todo eso.” Tuve que digerir toda la noción ridícula de alguien que me pedía interpretar a un personaje tan importante como Moisés y que lo haya considerado aunque hubiera sido por un corto espacio de tiempo. Hice algunas investigaciones y sentí algo así como “Sí, ¿saben qué? Quiero trabajar con Rid así que vamos a intentarlo”.

-¿Cuál creés que será la reacción a esta película?

-Probablemente habrá de las más diversas. Algunas audiencias preguntarán: “¿Por qué está haciendo ésta película? ¿Por qué es algo que me deba importar? ¿Por qué tendría que interesarme en lo más mínimo?”. Por otro lado, tendremos a las audiencias religiosas quienes conocen toda la historia y, espero, estarán ansiosas de ver el filme.

-¿Cuál es la trama específica de esta historia?

-Trata sobre dos hermanos, no de sangre sino de crianza, que crecen juntos pero que se vuelven enemigos absolutos y se sorprenden mutuamente. De alguna manera los presentamos como dos ateos que entienden la necesidad del panteón egipcio de dioses para poder gobernar de manera poderosa y efectiva. Entonces, de repente, uno de ellos, Moisés, es exiliado y experimenta una especie de purificación en el desierto y recibe el llamado para regresar a Egipto, instigado por Dios y una voz que le dice lo que tiene que hacer. Luego tenemos al otro personaje, Ramsés (Joel Edgerton), quien siempre ha sido escéptico pero ahora que es el faraón tiene que empezar a convencerse de que es verdad, que él es un dios viviente, y realmente lo disfruta. Es una fuerza imparable en contra de un objeto inamovible. Tenemos a un tipo que es animado por la voz de Dios que le dice que libere a su pueblo, y luego está el otro quien ha llegado a creer que él es un dios. Eso prepara el escenario para una maravillosa confrontación.

-¿El guión se mantuvo fiel a la historia bíblica?

-No puedo predecir lo que sentirán las audiencias más religiosas cuando hay una historia como ésta que es tan intensamente personal. Va mucho más allá de aquello que entendemos como la manera hacer una película basada en un libro. Aún en esas circunstancias a menudo encontrás gente que dice: “No pude meterme en la película porque no era así la manera en que me la había imaginado”. El libro es su película personal y eso es lo maravilloso de la literatura. Ahora, y tratándose de textos religiosos en donde la gente vive y muere absolutamente por esas palabras, ¿cómo puede hacer uno para aproximarse a esas visiones?

-En la jerarquía de Egipto, Moisés es superado sólo por Ramsés.

-Es superado sólo por un dios viviente, así es como fue criado. La indulgencia, el prestigio, sería algo ridículo si fuera de otra manera. La Biblia nos dice poco acerca de su temprana vida. Obviamente sabemos acerca de su salvación, el canasto, el río, y todo lo demás, pero una vez que ya es un hombre joven uno realmente no sabe mucho. Él mata a un soldado egipcio en un momento dado, mira a ambos lados, y se da cuenta que tiene que escapar. No hay mucho más, así que eso fue algo que nosotros tuvimos que interpretar.

-¿Qué es lo que propicia la transformación de Moisés?

-Es alguien que vivió la experiencia extrema de lo Divino. Tiene un poder inmenso y fue el general de ejércitos, el segundo de Ramsés en este imperio bastante fascista, con esclavos y genocidio a través del trabajo de esclavos. Moisés entiende esta necesidad económica para su imperio pero luego tiene un momento en que queda impactado con un anciano judío, Nun (Ben Kingsley), en dónde él es lo suficientemente viejo para decirle sus verdades al poder. Moisés, con todo derecho, podría matar a este hombre con su espada por irrespetuoso, pero no lo hace pues hay algo en lo que dice que perdura y que tiene resonancia en su persona. Es algo que le preocupa y él se da cuenta que estuvo preocupado por algo toda su vida, y luego pronto se entera de que él no es quien cree ser y que jamás lo ha sido. Ahí es cuando se exilia y encuentra a Dios.

-¿Qué hace que su travesía sea algo interesante para nosotros hoy en día?

-Una de las cosas que yo creo que resulta realmente interesante es, si vemos la travesía de Moisés, que refleja de manera absoluta la travesía de los israelitas. Tenemos un hombre que sobrevivió a la muerte por decreto real, el cual mandaba matar a los primogénitos, sobrevive a ella, luego es purificado en el desierto y sube a conocer a Dios en la cima de la montaña. Todas estas cosas son imitadas por los hebreos como un todo: sobreviven la muerte decretada por el Faraón, sobreviven la muerte en el agua, al cruzar el Mar Rojo y llegan a conocer al Dios en la cima de una montaña. Seas religioso o no, es una historia fascinante.

-Eso es interesante, es el lado menos discutido del hombre.

-Debido a que no tenía una imagen clara de quien era Moisés fuera de lo básico, leí los Cinco Libros de Moisés y quedé fascinado. Es una de las figuras históricas y religiosas más complicadas. Él fue, desde luego, un liberador y un líder en tiempos muy violentos y de grande cambios.

-¿Cómo fue trabajar con el director?

-Grandioso, Ridley Scott es lo máximo. Filmamos Éxodo en 74 días, lo cual es muy rápido para una película como esta. Me encontraba a veces con cinco, seis o siete cámaras alrededor y amo eso porque uno se vuelve menos consciente de que hay alguien que te está observando. Ridley trabaja muy rápido y eso me encanta… Como que toma vuelo. Sabe exactamente lo que quiere. Le brindaba mis interpretaciones más fanáticas, o le daba las más apasionadas y radicales. Y luego le daba una ligeramente más suave, más humana, y más tarde él elegía la que quería en el cuarto de edición. Usa gestos para dirigir más que cualquier otra cosa.

-¿Tuviste que entrenar por la exigencia física del papel?

-De alguna manera metí la pata dos veces. Justo antes de Escándalo Americano estaba corriendo en mi moto y tuve un accidente. No soy muy ágil con esto (NdR.: alza el brazo izquierdo). Ocurrió después de encontrarme con Rid, pero no podía hacer nada con mi brazo, así que resultó algo interesante. De repente tuve que disparar un arco y mi brazo estaba temblando como loco porque los nervios no habían vuelto a crecer de manera adecuada. Todo volvió a la normalidad para cuando empezamos a filmar, mis nervios se habían recuperado. El cuerpo es todo un fenómeno. Y sí, también hubo equitación y me encanta hacer eso, aunque no lo hago en la vida real, pero sí hacerlo en las películas. La arquería también fue divertida. Realmente disfruto de las habilidades que adquirís en la preparación para una película.

Leo González