Ciencia ficción o ideas revolucionarias

Luna Ring renueva expectativas para los que sueñan con energías verdes ilimitadas.

No hace mucho tiempo se conoció una de las ideas más locas que se habían escuchado en la industria de la generación de energía. Se trata del plan ideado por la empresa japonesa Shimizu: Luna Ring. La propuesta, que tiene plazo de inicio en el 2030, busca abastecer a la Tierra de energía eléctrica utilizando luz solar. Para conseguirlo se instalaría un anillo con paneles solares alrededor de la Luna. La obra de ingeniería, que utilizaría materiales de la superficie lunar, estaría construida por robots y supervisada por astronautas. La firma japonesa –cuyo lema es “el trabajo de hoy es la herencia de mañana”– se especializa en obras de gran envergadura y tiene varios proyectos más cercanos a la ciencia ficción que a las posibilidades tácticas y presupuestarias de hoy. Sin embargo estos proyectos de concepto, que se asemejan más a un sueño, permiten mover la aguja del reloj con el que se miden problemas actuales que deberán ser solucionados para un futuro no muy lejano. Así la producción de energía y la búsqueda de nuevas fuentes que permitan abastecer la voraz demanda del planeta Tierra es un interrogante abierto que plantea diversas soluciones, pero ninguna definitiva. La dependencia de los combustibles contaminantes parece ser la herencia a no repetir. Luna Ring básicamente es un anillo de 11.000 kilómetros de paneles solares. El ancho inicial está proyectado en cinco metros, pero se prevé que pueda ampliarse a 400 kilómetros. La propuesta detalla que el sistema de transporte se basa en el uso de haces de microondas y rayos láser para irradiar la energía a la Tierra. Este tipo de tecnología de transmisión no parece una novedad ya que hay proyectos similares, para paneles solares en órbita alrededor del planeta, que pretenden utilizar mecanismos similares en el envío de la energía a través del espacio. La propuesta no deja agujeros desde la ingeniería y la capacidad de imaginar alternativas para los recursos finitos y contaminantes. Sin embargo las dudas de su factibilidad ponen al más optimista contra las cuerdas. El plan implica el montaje de 4,4 millones de m² de paneles solares. Con las tecnologías espaciales actuales es inimaginable el transporte de apenas una decena de esos kilómetros. Además, aun encontrando la factibilidad de su instalación, la rentabilidad de recuperar esos costos sería aún más inimaginable que la instalación del Luna Ring. Por lo menos para lo que conocemos como posible hoy.

El proyecto aspira a crear un cinturón de paneles solares alrededor de la luna para abastecer a la tierra.


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