La ciencia detrás del pecán: la universidad colabora para diversificar la producción en Valcheta

Investigadores y docentes de la Universidad Nacional del Comahue colabora con una cooperativa para trabajar en la adaptación de la especie conocida por sus nueces

El pecán es un árbol originario de América del Norte, conocido por su fruto, la nuez pecán, apreciada tanto por sus propiedades nutricionales como por su sabor. A pesar de la adversidad climática de la región de la Patagonia, en el Campo Experimental de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Comahue (FaCA-UNCo), en Río Negro, existen ejemplares de pecán con más 40 años de antigüedad.

Un grupo de investigadores y docentes ya llevó a cabo estudios sobre la especie y confirmó que su cultivo tiene beneficios significativos tanto en términos económicos como ambientales. Ahora van por más: intentarán hacer crecer pecanes en el micro valle de Valcheta. Se trata de una iniciativa que busca transferir el conocimiento científico a las prácticas de un grupo de productores unidos en cooperativa. 

La misión del trabajo conjunto entre la Facultad y la Cooperativa Agropecuaria “La Amistad Ltda” es diversificar y mejorar los ingresos a partir del cultivo del fruto seco, que cotiza bien y aporta múltiples beneficios para la salud.

Ya la casa de altos estudios donó a la organización valchetense 130 portainjertos francos de nuez Pecán a raíz desnuda, es decir, plantas obtenidas de semillas que sirven de base para incorporar luego las distintas variedades comerciales.

Se acompañó esa entrega con otras 50 plantas en macetas, con la convicción de que es posible que su crecimiento sea viable para incorporarse a los demás frutos secos que ya se trabajaban en Río Negro, como la nuez europea y las almendras.

La Universidad Nacional del Comahue donó 130 portainjertos y 50 plantas de pecán a productores de Valcheta.

Los estudios


La doctora en biología e ingeniera agronóma Julieta Saez es la docente e investigadora que estuvo a cargo de los proyectos de extensión “Pecanes Norpatagónicos (I y II): el cultivo de la nuez Pecán en el Alto Valle de Río Negro”.

Los ejemplares de pecán que llegaron a Valcheta necesitarán un determinado tipo de suelo profundo, explicó Sáez en diálogo con Diario RÍO NEGRO.

La especie vegetal tiene una raíz pivotante muy fuerte y por eso necesita que el suelo no registre capas compactadas en los primeros dos metros.

La fertilidad del espacio, reforzada todos los años con nitrógeno, fósforo y potasio, será fundamental. Como se trata de una apuesta a largo plazo, en la que las plantas recién alcanzan la producción plena a los 10 años y el máximo rendimiento a los 50, con un promedio de vida de entre uno y tres siglos, los expertos recomiendan acompañar su cultivo con forrajes como la alfalfa, que ayuden a sobrellevar los costos de la espera.

Para evitar el impacto de las bajas temperaturas, la intención será, anticipó Sáez, “privilegiar las variedades de ciclo corto de maduración, que escapen a las heladas tardías”, para cuidar la brotación en el momento en que se produce la salida del reposo invernal.

La expectativa es contar con una producción de entre dos y tres toneladas por hectárea en la etapa de madurez. “Con buenos manejos, se puede alcanzar incluso hasta cuatro toneladas por hectárea al año”, agregó la profesional.

Beneficios


La nuez pecán aporta vitamina E, A, B1, B2, C y ácido fólico. Es recomendada para quienes lleven adelante dietas con restricciones de sal o de sodio, además de ser valorada por su aporte de proteínas de alta calidad, calcio, fósforo, potasio, zinc y hierro.

La extensionista graduada Miriam López, ingeniera agrónoma, es el nexo de la Cooperativa Agropecuaria con la Facultad. Compartió con Diario RIO NEGRO que ya fueron entregados algunos ejemplares, en cercanías a Valcheta, a productores de los parajes Macachín, Chanquín, Punta de Agua y Pajalta. A partir de ahora, será momento de cuidar y esperar que al menos 160 de ellos logren el tamaño necesario en los próximos meses.

Con el seguimiento de la Universidad, la próxima instancia, anticiparon, incluirá la capacitación para realizar los injertos con las variedades disponibles. “Apuntamos a la soberanía alimentaria, a que las familias puedan abastecerse de lo que producen y que el sobrante puedan ofrecerlo para la venta”, recalcó López.

El cultivo de pecán requiere suelos profundos, fertilidad y manejo de variedades de ciclo corto para evitar heladas/ Julieta Saez FaCA

Los antecedentes


Juan Carlos Paulovich, profesor e ingeniero agrónomo, introdujo en 1981 una colección de variedades comerciales de nogal pecán en Cinco Saltos para su estudio en la Facultad de Ciencias Agrarias.

Los árboles alcanzaron 20 metros de altura, fueron resistentes a plagas y produjeron nueces de buena calidad. La maduración de la nuez se extiende hasta junio, el momento en el que la cáscara comienza a abrirse y libera el fruto.

El docente había plantado el 15 de septiembre de 1981 seis ejemplares de las variedades “Stuard”, “Star King”, “Harris Super”, “Kernodle”, “Desiderable” (polinizadora) y “Mahan”, con una disposición de 10 metros entre plantas y orientación este-oeste.

En la Argentina,  Domingo Sarmiento fue el impulsor de la introducción del pecán en el siglo XIX, procedente del centro-sur de Estados Unidos y el norte de México, donde la especie crece en las zonas de los ríos Mississippi y Missouri.


El pecán es un árbol originario de América del Norte, conocido por su fruto, la nuez pecán, apreciada tanto por sus propiedades nutricionales como por su sabor. A pesar de la adversidad climática de la región de la Patagonia, en el Campo Experimental de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Comahue (FaCA-UNCo), en Río Negro, existen ejemplares de pecán con más 40 años de antigüedad.

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