¿Realmente es saludable eliminar el gluten?
Expertos indican que prescindir de la proteína solo es recomendable en casos de celiaquía o alergia. Qué deben considerar el resto de las personas.
En redes sociales se promocionan dietas sin gluten. Pero la evidencia científica no respalda que haya que adoptarlas fuera de situaciones médicas específicas. Según un análisis de la Universidad de Harvard, “no existe evidencia contundente de que una dieta sin gluten mejore la salud ni prevenga enfermedades si no se padece celiaquía y se puede consumir gluten sin problemas”. Esta afirmación pone en tela de juicio la popularidad creciente de eliminar el gluten de la alimentación cotidiana.
El gluten, una proteína presente en cereales como el trigo, la cebada y el centeno, se encuentra en productos tan habituales como el pan, la pasta o la pizza. “El gluten no aporta ningún nutriente esencial”, señaló el informe de la Universidad de Harvard, lo que ha llevado a muchos a preguntarse si su exclusión podría aportar algún beneficio.
Sin embargo, la única indicación médica clara para evitar el gluten es en el caso de que una persona tenga la enfermedad celíaca, una afección autoinmune que afecta aproximadamente al 1 % de la población.
“Las personas con enfermedad celíaca tienen una reacción inmunitaria que se desencadena al consumir gluten. Desarrollan inflamación y daños en el tracto intestinal y otras partes del cuerpo al consumir alimentos que contienen gluten”, explicaron.
Para quienes tienen celiaquía, la dieta sin gluten es imprescindible. “Si padece enfermedad celíaca, sí es necesaria una dieta sin gluten para eliminar la inflamación y los síntomas”, subrayó.
Además, existen casos de personas con alergia al trigo o con síntomas digestivos, aunque sin el diagnóstico de celiaquía, explicó a Diario RIO NEGRO el médico Fabio Nachman, jefe del servicio de gastroenterología de la Fundación Favaloro y ex presidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología.
«Aún no se conoce qué es lo que gatilla el desarrollo de la sensibilidad al consumo de trigo. Podría ser otra proteína del trigo que no es el gluten y que puede dar síntomas similares a la enfermedad celíaca, como síntomas digestivos y extradigestivos.
Generalmente, los extradigestivos son inespecíficos como cefaleas, cansancio, dificultad para pensar o neblina mental, dolores musculares, mialgias o cambios en el estado de ánimo”, detalló el experto, que es co-autor del libro «Nuestra salud Digestiva».
Muchas veces, esos pacientes con sensibilidad al trigo mejoran sólo con la exclusión del trigo, sin necesidad de que tengan que preocuparse por la posibilidad de la contaminación cruzada o al evitar otros cereales que contengan gluten.
«Adoptar dietas sin gluten sin hacer una consulta a un profesional de la salud puede implicar riesgos. Si una persona tiene enfermedad celíaca, tiene derecho a la consulta y a la indicación de un tratamiento integral con seguimiento médico. Si no se realiza, el paciente puede sufrir complicaciones por desconocer su diagnóstico como celíaco y no adherir al tratamiento correctamente”.
“También hay que considerar la consulta médica si una persona tiene antecedentes familiares de enfermedad celíaca», aclaró.
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