El problema es que no se entienden los derechos sexuales

Estrella Perramón es médica y tiene una causa judicial por la muerte de una paciente que solicitó la interrupción legal del embarazo. Hoy disertará en Cipolletti durante la apertura de la cátedra sobre aborto en la Facultad de Ciencias Médicas.

La médica generalista Estrella Perramón habla pausado pero con firmeza. Su seguridad y valores se transmiten a través de sus palabras. En todo momento afianza sus argumentos sobre la decisión que le tocó tomar junto a un equipo de profesionales, allá por el 2015 mientras ella realizaba su residencia. Junto a otros profesionales de la salud, le garantizó una interrupción legal del embarazo (ILE) a una joven de 17, en el hospital Subzonal de El Maitén, en Chubut.

Fueron varios los que asistieron a la joven pero solo ella fue llevada a juicio por el fallecimiento de la chica, que murió días después en otro centro de salud.

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Perramón explicó que hasta el momento se desconoce la causa de muerte de esa joven y agregó que en el juicio se expuso que la ILE no tuvo relación con el fatal desenlace.

La médica generalista, formada en la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional del Comahue, sintió que es injusto lo que le tocó atravesar, pero esa injusticia, explicó, también se traslada a la joven, ya que hasta el momento se desconoce la causa de su muerte.

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Estrella actualmente ejerce su profesión en el hospital de Lago Puelo y carga con una condena en suspenso, impuesta por el juez José Oscar Colabelli, pero que está siendo analizada por el Superior Tribunal de Justicia de Chubut.

Su testimonio, al igual que otros, será parte de la Cátedra Libre sobre aborto que se brindará hoy a las 18 en la facultad de Ciencias Médicas, en Cipolletti. El evento, brindado en el ámbito universitario de la UNCo, buscará, entre tantas cosas, plantear el derecho de las mujeres en cuanto al acceso a la salud integral.

P -¿En algún momento dudaste en hacer esa interrupción legal del embarazo?

R- No, jamás. Nosotros recibimos información tanto en la facultad como en la residencia de lo que significa la salud como derecho y recibimos la información y la capacitación como para practicarla; tanto en el acompañamiento de la mujer que desea o no interrumpir su embarazo como en la práctica médica en sí.

P – ¿Y cómo has vivido el tener una denuncia en tu contra y todo lo que se generó tras el fallecimiento de la joven?

P- Por un lado tuve que abocar toda mi energía y mi tiempo a defenderme, aprendiendo cuestiones de una institución que es tribunales y fiscalía, que yo no conocía. También defenderme ante gente que no conoce ni sabe interpretar la salud como derecho. Costó mucho que entienda un juez lo que significa salud integral, los derechos sexuales y reproductivos, cual es el rol de cualquier médico o trabajador de la salud en cuanto a la salud de las mujeres y de cualquier persona que acude a un hospital. También lo doloroso que fue atravesar un juicio por la mala información que se le ha dado desde los trabajadores de la salud de una provincia que me estaba formando y que es pionera en cuanto a la ley provincial de aborto no punible, ya que es la única provincia en el país (…)

P- Hoy, después de todo lo que pasaste y aun atravesás en cuanto a lo judicial ¿formarías parte de un equipo de profesionales que deba realizar una ILE?

P- Sí, por supuesto. Creo que parte de nuestra práctica es ver a la salud como un derecho, más allá que colegas y profesionales de otras instituciones que no lo interpretan así. Además, en el juicio se dijo que no tuvo que ver la ILE con el fallecimiento de la chica. Es una de las prácticas más segura que tenemos en Argentina. Y en nuestro carácter como trabajadores de la salud, el principal rol es ser garantes de ella como un derecho de cada una de las personas que viven en la comunidad donde ejercemos.

P- ¿Cuál es tu mirada sobre el sistema judicial con respecto al aborto?

R- Me encontré con un poder judicial con una visión de la salud muy antigua y en base a mitos. Entendiendo a la salud, o la atención médica que una ejerce dentro de su práctica, como un cumulo de exámenes complementarios que una debe hacer y cumplir en base a protocolos, y nuestra práctica implica por un lado una reflexión sobre qué es lo mejor para cada una de las personas y a su vez tenemos como deber proteger la autonomía de ellas. Fue muy difícil hacer entender dentro del poder judicial qué significa salud, cuál es nuestro rol como médicos generales, cuáles son los derechos sexuales y reproductivos y cuáles son los efectos, por ejemplo, de las medicaciones que usamos para realizar un aborto. El poder judicial estaba absorbido por mitos y creencias que no tienen que ver con la medicina basada en evidencia, que es por lo que nosotros ejercemos nuestra práctica.

P -¿En ese momento, cómo viviste esta situación dentro del ámbito laboral con respecto a tus compañeros del sistema de salud?

R- Fue muy difícil continuar trabajando en ese lugar. Terminé la residencia y empecé a trabajar en otro hospital. No hubo acompañamiento institucional pero sí de colegas de otros hospitales, de amigos de El Maitén. También tuve el apoyo de mi facultad, tanto de los comunicados que emitieron como el aporte de información para poder defenderme y el apoyo afectivo también. A su vez hubo muchísima gente de la comunidad que se acercó de otros hospitales de Chubut, también se acercaron y acompañaron durante el juicio y mis actuales compañeros del hospital de Lago Puelo me han apoyado constantemente.

P – ¿Cómo impacta en vos esta experiencia en lo profesional y personal?

R – Al principio me dolió mucho pero aprendí muchísimo, tuve mucho acompañamiento de organizaciones derechos humanos, de la facultad, de compañeros, de los trabajadores de salud, que me permitieron entender que siempre está bueno pedir ayuda cuanto antes, y hay mucha gente dispuesta a ayudar ante cualquier injusticia.

P -¿Sentís que fue una injusticia?

R – Si, tanto para mí como para ella (la joven que falleció) porque por un lado fue injusto una causa y una condena en donde con solo leer la historia clínica ya se entendía cual fue mi rol y mi práctica, y por el otro lado hubo una mujer que falleció y como se hizo un aborto, todavía no conocemos la causa de muerte ni se ha investigado. Entonces, me parece injusto para dos mujeres; tanto para mí como profesional que la asistió y para ella como mujer que no ha tenido el derecho ni siquiera de saber por qué ha fallecido porque ha ejercido un derecho que le correspondía.

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La Cátedra Libre “El aborto, abordajes desde los derechos humanos y la salud integral” busca poner al servicio de la comunidad educativa y de la sociedad un espacio de formación y discusión integral de la temática en el ámbito de la Universidad Nacional del Comahue. El acto inaugural será hoy a las 18 horas, en la sede de la facultad de Ciencias Médicas, ubicada en las calles Toschi y Arrayanes, en Cipolletti.

la cifra estimativa de abortos que se realizan por año en la Argetina, según los cálculos del 2016 del Ministerio de Salud.

522.000

Datos

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