Tortoriello, de la dureza a la búsqueda de consenso y diálogo

Poco queda de aquel intendente Aníbal Tortoriello que una tarde de verano de 2016 se puso colorado de tanto gritarle a un grupo de perlenses que se manifestaban frente al edificio municipal con un corte de calle. El empresario, que venía de manejar una multinacional que viaja sobre rieles, llevaba dos meses de gestión y la demanda social que en la función pública acontece a cada rato le dio la bienvenida.

Acomodarse a ese ritmo le costó. Sus confidentes en la gestión lo veían dudar. Sin embargo hay pocas huellas de aquel empresario que con el lema de “servir al pueblo” llegó al máximo lugar de poder de Cipolletti.

Algunas cosas no cambiaron. En el despacho del cuarto piso se mantiene la cruz, separada de pocos centímetros de un cuadro de Mauricio Macri sonriente y más joven que hoy. Son sus dos grandes banderas, la religión y Cambiemos.

Mucho sí cambió, incluso decisiones que parecían no tener marcha atrás. Los años le dieron otro semblante al intendente que ya tiene en el horizonte su aspiración a la gobernación.

En el último tiempo aceitó relaciones, mejoró el vínculo con los gremios, salvo con Sitramuci (ver aparte), y en varias oportunidades decidió dar marcha atrás y modificar algunas decisiones que parecían tan firmes como su fe en Dios.

Al menos, decidió volver sobre sus pasos en tres temas en el último año: paritarias, impuesto a las tierras improductivas y estacionamiento medido. En todos esos casos decidió cambiar. La presión sindical o social lo hicieron modificar políticas, incluso leyes como la que ya anunció que modificaría en relación a las tierras improductivas.

El más reciente es el tema salarios. Cipolletti fue uno de los más generosos municipios rionegrinos con el aumento de salarios para este año. En diciembre se arregló un 15% en un pago desde enero. Difícil de igualar, por ejemplo la provincia dio el 15% en tres veces. Con este antecedente, el mandatario dijo que comparándolo con ese aumento para los cipoleños significa un 25%. En ese sentido aseguró que no pensaba dar un aumento hasta que la inflación llegará a esa cifra.

Sin embargo, las corridas cambiarias de los últimos meses lo llevaron a ser el primer municipio de Río Negro en otorgar un nuevo aumento. Un día después que se conociera la inflación de junio que superó el 15%, el municipio otorgó un 8%. Hay que decir que en términos generales los sueldos de los empleados municipales cipoleños “son bajos”. Así lo confirmó una alta fuente del Ejecutivo.

Estacionamiento medido

Las modificaciones en el estacionamiento medido fueron luego de varias reuniones con comerciantes y la Cámara de Comercio local. Tortoriello dejó de lado, por un momento los intereses de Altec -empresa concesionaria del servicio-, para cambiar el horario de vigencia del cobro por estacionar en la zona céntrica. Tras varios encuentros, el Ejecutivo decidió restar cuatro horas el cobro. Pasó de las 21 a las 17 y además liberó el estacionamiento el sábado que tenía vigencia de 9 a 13. Para compensar resolvió extender una calle más el alcance del sistema y prometió agregar más arterias próximamente. El argumento de los comerciantes era que el sistema impactaba en las ventas, especialmente en horario de tarde. La primera oferta del municipio fue llevarlo a las 19, pero finalmente cedió ante la demanda y modificó la reglamentación.

Impuesto a las tierras improductivas

El más paradigmático de los cambios que hizo el intendente fue la ley que impone un gravamen a las tierras improductivas bajo riego. El proyecto fue originado por el actual gobernador Alberto Weretilneck en 2010, cuando era intendente de Cipolletti. Sin embargo Tortoriello lo impulsó y a fines del 2016 se convirtió en ley. El Ejecutivo otorgó un año de tiempo para quienes no puedan producir, presentan un proyecto alternativo. No llegó ninguno y antes de la entrada en vigencia de la ley, en marzo pasado, un grupo de productores comenzó a presionar para que se derogue la ley.

Tortoriello decidió postergar hasta agosto el cobro con la promesa de rever la decisión. Finalmente en declaración a “Río Negro”, días atrás, confirmó que modificará la ley y que el impuesto recaerá sobre los propietarios que tengan tierras bajo riego pero que realicen otra actividad económica que no se utilice el suelo como canchas de fútbol o salones de evento, por ejemplo.

Con Sitramuci no hubo marcha atrás

Con quien no hubo vuelta atrás fue con el gremio Sitruamuci. La relación entre el intendente y el secretario General Omar Meza parece no tener retorno. Una protesta con corte de calle “colmó” la paciencia del mandatario que decidió cortar el diálogo. Tan tajante fue el quiebre que ni siquiera lo llamó a formar parte de las paritarias a fines del año pasado. Tampoco en las en últimas reuniones donde se definió con el Frente Sindical que componen ATE, UPCN y Soyem, el nuevo incremento salarial para el segundo semestre.

El vínculo fue fructífero durante el primer año y medio de gestión. Incluso Meza era el más cercano de los sindicalistas. Sin embargo, la relación comenzó a romperse luego de algunas protestas por parte de Sitramuci que denunciaba despidos y malas condiciones laborales. Desde julio de 2017 Tortoriello dejó de llamarlo.

El 5 de julio del año pasado la protesta de Sitramuci llegó con la protesta al quinto piso. Unos 20 afilados coparon el edificio municipal con bombos y platillos. Ese fue el punto final. Días atrás el gremio denunció al intendente por “discriminación”, luego de no ser llamados al último encuentro paritario.

“No perder el tiempo con enfrentamientos”

El jefe comunal cipoleño defiente el diálogo como herramienta.

El intendente reconoció que le costó el inicio en la función pública pero que los actores sociales cipoleños “entendieron” su forma de hacer política que es “pregonar el diálogo”.

“Desde lo privado hay una imagen que muchas veces no se dimensiona. Después uno aprende y se da cuenta que la gente en su forma de protestar, no es nada personal, entonces lo empezás a laburar de una forma muy distinta”, indicó Tortoriello.

Este año fue el más tranquilo en cuanto a los reclamos. Salvo las manifestaciones de Frente Darío Santillán y los de Sitramuci el descontento social no llega en forma de reclamo. “No hay reclamos y esto tiene que ver con una política pública que tiene como objetivo pacificar y tener relaciones sanas con todos los actores sociales”, agregó.

El intendente aseguró que hay buenas migas con la mayoría de los actores sociales, salvo con el secretario General Omar Meza. “Desechó todas las oportunidades de diálogo. Con asamblea y huelgas permanentes. No le interesó el diálogo, que sí lo entendieron los otros gremios que nunca hicieron una retención de servicio”, expresó.

Tortoriello se define como un “nato mediador” y lo vincula con su condición “espiritual como cristiano”.

“Tenemos que avanzar en conjunto para construir, y no perder el tiempo con enfrentamientos, siempre estamos abiertos al diálogo”, cerró. Hay un Tortoriello que mira otro horizonte.