Cirque XXI 360°, tradición y modernidad

Una avioneta sobrevuela la ciudad avisando que son los últimos días en los que Cirque XXI estará en Neuquén.

Es que el circo montado en el Paseo de la Costa hará una función hoy viernes (a las 21) y dos el sábado y domingo (a las 18 y 21) y después seguirá su viaje que lo llevará primero a Roca (desde el 17 de mayo) y después a La Pampa y Buenos Aires.

“Cirque XXI es una cadena de circos que hay en la Argentina, son dos circos con el mismo nombre, nada más que la diferencia de este es que se llama 360 por la disposición de las butacas que son a 360 grados alrededor del escenario. Es una carpa italiana que no tiene todo ese cañerío que llevaban las carpas de los circos de antes, únicamente están las cuatro torres principales entonces el público no tiene que estar esquivando un caño para ver”, contó sobre el circo, Gabriel Credidio, su productor.

Lo cierto es que adentro de la carpa la magia empezará para toda la familia, y realmente para toda. Es que los grandes podrán recordar los circos de antaño y los chicos se sorprenderán con un espectáculo lleno de acrobacias, humor, luces y colores. “Se busca llegar a la familia completa no solamente a los chicos porque por ahí es un poco difícil llegar a un público pequeño y que los grandes no se aburran, entonces se trata de llevarlo adelante con cosas del circo moderno, con el vestuario, con el sonido, con la iluminación”, agregó el manager de la compañía.

Y sobre el tipo espectáculo subrayó: “Es un espectáculo de circo tradicional llevado al año 2019, al siglo XXI. Te vas a encontrar con números de circo que ya casi no se ven en ningún circo, en la Argentina por lo menos. Hay, por ejemplo, lanzadores de cuchillos, equilibrio sobre rolos y cilindros, equilibrios sobre monociclos, cama elástica, cuerdas indianas que tampoco se ven mucho y después los más tradicionales que son aros y telas”.

Pero además de todo eso están los payasos. Ellos son “Gato” y “Gatito”, padre e hijo que hace 20 años se dedican a ser el alma del circo. Y en este caso además de hacer sus números específicos son quienes llevan el hilo conductor del show y entrelazan uno y otro número. “Ahora la mayoría de los payasos son estilo clown y estos son mezcla de los dos porque tienen la ropa antigua del payaso, las pelucas, la ropa ancha, los zapatones y tienen la comicidad de la época de los tres chiflados, cosas que se conocen pero se han dejado de ver”, contó Credidio sobre los artistas chilenos que hoy pasan sus días junto a la troupe de Cirque XXI 360°.

“En este circo todo está basado en espectáculo antiguo y está bueno porque hay generaciones que ya no conocen el lanza puñales, el anti podismo (malabares con los pies), conocen mucho malabarismo y telas que es lo que ahora está de moda, pero hay números que no conocen. Y en cuanto a los payasos sucede lo mismo, nosotros hacemos rutinas de 1920, 1930 que ya no las ve nadie, hacemos como un re-edición para un público de 2019. El público se queda sorprendido”, resaltó Julio Manuel Oñate, quien a la hora de la función es “Gatito”, un payaso con nariz, zapatones y pelos parados.

Y detalló: “Hacemos rutinas clásicas, somos payasos clásicos con los zapatones, las narices, los pelos extravagantes. Llevamos una comicidad de 1920, de Abbot y Costello, Dean Martin y Jerry Lewis, los hermanos Marx, llevamos estas rutinas a la pista del circo de 2019 y resultan muy simpáticas”.

Datos útiles del paso por Neuquén

• Últimas funciones: viernes a las 21; y sábado y domingo a las 18 y a las 21.
• Horarios de boletería: miércoles, jueves y viernes de 11 a 13 y de 17 a 22; y sábado y domingo de 11 a 13 y de 14 a 21.
• Precio de las entradas: 100 pesos.

Una vida sobre ruedas

La vida de los artistas de circo no es como la de otros artistas. Es que ellos la mayoría de las veces viven en el predio de la carpa en casas rodantes, todos juntos.

“Es como un barrio, es un barrio con ruedas porque nuestras casas tienen ruedas. Como todo barrio, por ahí, hay discusiones, hay de todo, pero dentro del todo tenemos muy buena convivencia, porque aparte la mayoría son familia. Es un laburo pero a su vez es una gran familia, el que no es el primo, es el tío, el hermano, el abuelo, o están en pareja”, confió sobre la vida de circo Gabriel Credidio, el productor de Cirque XXI 360°.

Un estilo de vida que él eligió siendo aún un adolescente y que se imagina que no dejará nunca.

“Yo me fui de mi casa cuando tenía 15 años, 25 años atrás, 30 años atrás. En esa época había circo con animales y mis viejos tenían una reserva de animales en Córdoba que se llamaba Tatu Carreta y por medio de ellos conocí a los dueños de un circo, el circo Hermanos Tejedor Lobandi que hacían canjes de animales con mis viejos”, recordó Credidio sobre su incursión en el mundo circense.

Y siguió: “Ahí me gustó el circo, me gustó la vida, me revelé y decidí irme al circo. Ahí arranqué y no deje nunca más. En realidad dejé un año que estuve estable, intenté volver a quedarme, puse un boliche en Córdoba pero al año me fui, extrañaba el circo, yo creo que hasta que pueda seguiré en el circo”.

Viven dentro de un barrio móvil, pero eso no los hace ermitaños, ni tampoco los hace menos preparados, simplemente se trata de una forma y rutina diferente.

“El artista de circo está lejos de lo que algunas personas piensan, que somos hombres de las cavernas o que estamos viviendo en carpitas, esa etapa pasó y hoy hay gente muy, muy preparada dentro de los circos”, cerró Juan Manuel Oñate, uno de los dos payasos que actúan en Cirque XXI 360°.