Los 50 años del Copade y el Neuquén que viene

PEDRO SALVATORI (*)

El MPN –con su primer gobierno–, la creación del Copade –que este año cumple 50 años– y el trabajo silencioso de las sucesivas generaciones que han aportado su esfuerzo y mística justifican nuestro orgullo de ser neuquinos por el tremendo desarrollo de un territorio nacional, postergado y olvidado, que con el correr de los años se ha transformado en la provincia más solidaria, moderna y progresista del país. No puedo menos que recordar con intensa emoción su creación, mediante la sanción de las leyes 386 y 387 de nuestra H. Legislatura y conforme a la Constitución de 1958, que preveía ese organismo cuyo comité ejecutivo lo constituirían: presidente, el gobernador Felipe Sapag; vicepresidente, el Ing. Pedro Salvatori; secretario técnico, el Ing. Silvio Tosello; secretario ejecutivo, el Dr. Gregorio Moreno. No cabe ninguna duda de que su contribución al crecimiento del Neuquén fue fundamental, por sus estudios y proyectos. Con relación al futuro que soñábamos, abarcaba todas las áreas de la administración pública. Nuestra gratificación “espiritual” era ver convertidos en realidad los emprendimientos que se habían planificado. Con el advenimiento del MPN se inició una de las etapas más importante de mi vida, atraído por las ideas innovadoras de esa fuerza política, especialmente por su compromiso e ideología federal, así como por la personalidad de sus fundadores, especialmente de Felipe y Elías Sapag. Por su magnitud, los problemas que enfrentaría Neuquén eran prácticamente insuperables. La provincia provenía de un territorio despoblado, sin infraestructura ni transportes, sin comunicaciones ni energía, sin servicios en los escasos centros urbanos. Todo estaba por hacer. De una reunión de la que participamos Felipe Sapag, un compañero mío, el Ing. Eduardo Bichara, y yo que era jefe de la Comisión Sismográfica Nº 24 de YPF, surgió la idea de preparar el proyecto del Consejo de Planificación del Neuquén. Realmente Sapag estaba muy preocupado por todos los problemas de la gente y quería hacer realidad su promesa de la fábrica de cemento en Zapala y otros de corto plazo, tanto en el orden social como el económico, por lo cual debíamos además obtener los recursos para una buena gestión de gobierno. Así fue que entre noviembre de 1963 y febrero de 1964 comenzamos a trabajar en una ley de Promoción Industrial, que después fue la 378, y el proyecto de una fábrica de cemento en Zapala, que luego se perfeccionaría a través de un estudio que realizamos en forma conjunta con el CFI. Estas iniciativas junto con el desarrollo de un Plan Trienal de turismo, el Ente Patagónico y la creación de la Universidad del Neuquén con el lema “Saber es deber” eran las prioridades que nos fueron fijadas. Ya institucionalizados, nuestro primer trabajo fue el Plan Básico de Desarrollo del Neuquén, que le presentamos al presidente Arturo Illia y que se materializó en importantes apoyos económicos. En 1964 y en conjunto con el Instituto de Investigaciones Económicas y Financieras de la CGE, lanzamos las Primeras Jornadas de Desarrollo del Neuquén y la Patagonia, que comprendían entre otros trabajos: Problemática y Estrategia del Desarrollo del Neuquén. Quiero adherir al 53 aniversario del MPN enviando este sincero saludo de todo corazón, extensivo a los compañeros del Copade y de militancia que, con su trabajo silencioso, como trabajadores, afiliados o simpatizantes, han logrado a través de los años infundir en el pueblo del Neuquén las banderas del progreso y del trabajo, bajo el emblema de la defensa del federalismo, de nuestro terruño y de nuestros derechos, para crecer con justicia social, con sensibilidad y solidaridad para los más humildes procurando atender a los que más necesitan. El signo de los tiempos nos vaticina grandes posibilidades para el Neuquén, donde los descubrimientos de yacimientos de hidrocarburos no convencionales, sumados a los ya existentes, y nuestras posibilidades para la energía provenientes de recursos naturales renovables, nos convierten en la esperanza y reserva del futuro inclusive trascendiendo las fronteras nacionales. Con la mística y el entusiasmo que nos transmitieron nuestros visionarios fundadores, confiando en la unidad del MPN aun en el disenso pluralista, visualizamos un porvenir venturoso para Neuquén y su gente, rescatando y fortaleciendo nuestra identidad, manteniendo nuestra independencia. Rememorando nuestra historia, por el paralelismo entre la del Copade y la del MPN, interpretamos el nuevo signo de los tiempos, apoyando a nuestro gobierno, para consolidar a través del veredicto inapelable de las urnas nuestra vocación de servir al pueblo del Neuquén. (*) Ingeniero. Exgobernador y exsenador del Neuquén


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