Comercios exigen abrir en cuarentena pero en Bariloche, el municipio no cede

Se trata de rubros que no están permitidos por el decreto nacional de aislamiento. El reclamo llegó al Gobierno de Gennuso.

El jefe de Gabinete Marcos Barberis dijo que el propósito del gobierno municipal es “reducir al máximo el movimiento de gente” y por eso se mantienen firmes en la prohibición impuesta sobre un gran número de actividades comerciales. Admitió que la presión para “flexibilizar” es permanente desde el comienzo de la cuarentena, pero a todos les dicen que no.

“Ayer fueron los talleres mecánicos y los jardineros, hoy son las pinturerías, el otro día los fleteros -aseguró Barberis-. Pero les explicamos que no se puede permitir todo. Y tiene un por qué. La política nuestra es evitar la circulación de gente y se necesita la colaboración de todos”.

Barberis encabezó ayer la segunda reunión de la comisión de seguimiento de la emergencia “económica, social y de servicios” declarada en el municipio en el marco de la pandemia. Participaron representantes del Tribunal de Contralor y concejales de todos los bloques, con quienes analizó la marcha de las medidas aplicadas durante la cuarentena y otras en estudio, por ejemplo el alivio que piensa disponer el municipo para los contribuyentes de la tasa TISH.

Ese texto todavía está en elaboración, pero Barberis confirmó que incluirá postergaciones de vencimientos sin penalización. No están previstas exenciones.

Sobre la situación de los comercios, reconoció que hay muchos pedidos para que habiliten nuevos rubros. Explicó que “el primer decreto nacional es amplio” y prevé permisos para la venta de alimentos, comercios de cercanía, ferreterías y productos de limpieza. Después incluyó otros como materiales de construcción, maderas, combustible nuclear, minería, maquinaria agrícola y comercio exterior.

Pero hay un amplio abanico de sectores que siguen paralizados. Por ejemplo, un mecánico se quejaba hace unos días en un llamado radial porque no lo dejan abrir y al lado suyo hay un aserradero que trabaja sin problemas.

Barberis dijo que contra lo que dice la Nación no pueden ir. Y que la resolución municipal fue “lo más restrictiva que se pudo”, porque la prioridad es “que haya la mínima circulación posible”.

Igual aceptó que hay contradicdiones y ambigüedades. “Yo me pregunté desde el primer día por qué las ferreterías están abiertas si a los supermercados no les dejan vender los mismos artículos”, señaló.

La queja de las pinturerías, por ejemplo, se debe a que les impiden abrir sus puertas, mienras los corralones venden pintura.

Barberis dijo también que no hay forma de evitar los clientes repetitivos. Aseguró que le comentaron de algunos supermercados que “algunas personas van hasta tres y cuatro veces por día”.

En cuanto a los restoranes y bares explicó que “son casi 400 en todo Bariloche y si abrieran pueden albergar entre 10 y 12 mil personas. Es imposible”. Por eso sólo accedieron a permitirles la venta por delivery. Un empresario del sector dijo que igual la ayuda es mínima porque la facturación en esa modalidad no supera el 5% de la que harían en condiciones normales.

El Jefe de Gabinete dijo que esperan la decisión que adopte el gobierno nacional el próximo domingo, y que podría incluir el levantamiento de la prohibición para otras actividades.

Aceptó que lidiar con el enojo de los emprendedores y pequeños comerciantes “es todo un problema”, pero subrayó que las medidas no se relajaron y “si no tienen permiso y circulan por la vía pública pueden ser detenidos”.


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