Confirmaron la prisión preventiva de un acusado de violación

NEUQUÉN (AN)- La Cámara de Apelaciones confirmó la prisión preventiva de Luis Burgos (22), quien está acusado de violar a una estudiante universitaria en la meseta ubicada detrás del mercado Concertador. En un fallo difundido ayer, los jueces atribuyeron credibilidad a la declaración de la víctima, al informe psicológico y a la reacción que tuvo cuando pudo escapar de su agresor: de inmediato buscó a una persona para denunciar lo que le había sucedido.

Burgos está preso desde el día del hecho, el 5 de diciembre pasado, y seguirá tras las rejas a menos que su defensor Gerardo Tejeda consiga una excarcelación en el Tribunal Superior de Justicia.

El fallo se refiere al hecho que tuvo como víctima a la joven M.M., una estudiante universitaria de 20 años radicada en Cinco Saltos que esa mañana había asistido a Neuquén para realizar un trámite. A las 11 fue hasta la rotonda de Doctor Ramón y la ruta 7, hizo dedo y la levantó Burgos al volante de una vieja camioneta Chevrolet.

El imputado, según se supo después, vive en Mainqué y se dedica a la horticultura. Esa mañana iba al Mercado Concentrador a dejar mercadería.

Tras ofrecerse a llevar a M.M., Burgos cargó gasoil, fue hacia el Mercado y se desvió por una picada hasta llegar a un sector alejado en plena meseta.

El eje de la defensa de Burgos fue que las relaciones sexuales fueron consentidas. Según declaró, después la denunciante le pidió plata, él le dio 10 pesos y ella reaccionó mal porque consideró «exigua» la suma de dinero. En cambio ella expresó que el imputado la amenazó con un cuchillo, y que si no opuso más resistencia fue porque consideró que su vida estaba en peligro. Luego de consumada la relación, Burgos regresó a la ruta. Apenas pudo, la joven se bajó de la camioneta, alcanzó a un hombre en moto que justo pasaba por allí y le pidió que la llevara a la policía, donde radicó la denuncia.

El fallo indica que la denuncia coincide con la conducta que tuvo después y con la pericia psicológica. «Llanto, miedo, nerviosismo, exaltación, imperiosa necesidad de ser alejada del lugar, comunicación celera a la autoridad policial, todo registrado o percibido inmediatamente después de quien señala como agresor, son manifestaciones que proyectan a sostener hipótesis de abuso sexual», afirma la resolución.