Continuará el desalojo de la toma «2 de Enero» de Viedma

Los ocupantes que ya sufrieron el retiro de las casillas reclamarán atención del Municipio mediante una movilización.

Otra semana convulsionada cobrará la ciudad como consecuencia de la continuidad durante este lunes del operativo para desalojar en forma integral la Toma 2 de enero, emplazada a principios de este año en terrenos privados.

Los ocupantes que ya sufrieron el retiro de las casillas reclamarán atención del Municipio mediante una movilización de carácter pacífico hacia las dependencias comunales.

Es que la Justicia que ordenó el operativo del viernes pasado, había dado plazo de 48 horas -es decir por el fin de semana último- para que el resto de los ocupantes puedan retirar pertenencias, bajo la amenaza de que continuará la tarea la topadora municipal.

Ese día, las maquinarias removieron parte de las precarias unidades habitacionales, y algunas familias se quedaron con lo puesto y sufrieron la pérdida de algunos elementos de primera necesidad como colchones y camas.

A raíz de esa situación, la inquietud despertó un improvisado reclamo marchando hacia el Concejo Deliberante en la búsqueda de alguna respuesta y volvieron con las manos vacías.

La marcha de este lunes al área de Desarrollo Social de la comuna tiene como objetivo presentar un reclamo porque derribaron nueve casillas de familias que vivían allí, y que al momento de acudir los empleados municipales con las topadoras, no se encontraban en el lugar a raíz de que todos estaban en sus ocupaciones laborales.

El vocero del grupo de familias ubicadas en ese predio, al sur de la periferia urbana, Alejandro Bernard, dijo a “Río Negro” que existe “mucho miedo” porque “esta gente no es delincuente” viéndose en la necesidad de instalarse porque “el municipio está ausente del problema habitacional”.

Atribuyó el temor a que continúen los trabajos de remoción porque algunos vecinos vieron cómo le derribaban la casa a quien vivía a su lago, y además existe otro agravante: “allí hay gente que tiene problemas de alimentación” en estos días.

Por otro lado, dijo no entender el motivo de la intervención del municipio que prestó las maquinarias, porque sólo era una cuestión judicial, y “en lugar de buscar una solución, mató el perro para que se termine la rabia”.

En el lapso del 2 de enero a estos días, los ocupantes realizaron todo tipo de gestiones para adquirir esos terrenos. Incluso, en abril pasado habían realizado un acampe frente a casa de Gobierno de Río Negro en reclamo de esas tierras para el loteo y la construcción de viviendas

El operativo de desalojo parcial del viernes se decidió luego de diversas reuniones que el fiscal Guillermo Gonzalez Sacco mantuvo con quienes ocuparon los terrenos.

Asimismo, se efectuaron dos audiencias judiciales, en la primera de ellas los ocupantes fueron imputados por el delito de usurpación, instancia en la que la Defensa pública, ejercida por Pedro Vega y Juan José Alvarez Costa, mantuvo un encuentro con ellos explicándoles los alcances del proceso judicial.

El martes de la semana pasada se efectuó otra audiencia, en la que el fiscal requirió la medida que no fue controvertida por los defensores, con la condición de que sean respetadas aquellas personas vulnerables que efectivamente residían en el lugar. Con estos resguardos fue admitida por el juez Juan Martín Brussino Kain.

El fiscal Gonzalez Sacco estuvo presente en la primera fase del desalojo y mantuvo una reunión con vecinos que le pidieron una nueva prórroga para recuperar los materiales. Luego de ello, Sacco dispuso el cese de los trabajos que retomarán el lunes a primera hora, procurando que durante el fin de semana quienes tengan materiales podía retirarlos voluntariamente. No se descarta que a raíz de la lluvia del fin de semana, los ocupantes pidan una prórroga.

Por otra parte, los vecinos denunciaron la intervención de la Policía de Río Negro, cuyos efectivos participaron de la neutralización de quienes reclamaban. Para ello, exhibieron una fotografía en la que se observa a personal policial impidiendo el ingreso de los vecinos que estaban trabajando y se enteraron que le estaban tirando la casilla con una topadora. Lo cual llevó a preguntarse a los vecinos el motivo por el cual esperaron que la gente no esté para decir que no vivía nadie cuando en realidad estaban en su empleo.


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