Corinne Day: la mujer que inventó a Kate Moss

Falleció a los 45 años uno de los íconos de la fotografía de modas. La mujer que creó el concepto de la “Heroína dirty chic” y que ayudó a sentar las bases de la estética “grunge”, que tendría a Kurt Cobain como mayor ejemplo.

Corinne Day puede ser considerada la persona que inventó a Kate Moss, que es como decir que sin Corinne Day Kate Moss sería una modelo distinta y no la que ha hecho historia en el universo fashion con su figura minimalista.

A ella, la industria le debe la brillante idea de lo natural, de lo “sensual despojado”, de lo suelto y de lo frágil en la expresión de las chicas: la “heroína dirty chic”. El trabajo de Day también ha sido vinculado fuertemente al desarrollo de la estética grunge, al desgano cool que tan bien caracterizó a Kurt Cobain.

La fotógrafa que murió hace unos días a los 45 años en Denham, Inglaterra, de un tumor cerebral, dejó un exquisito legado visual: una mirada sincera y cautivante que ha inspirado a más de una generación de artistas.

En 1990 presentó en la revista “Face” a una delicada joven que con los años se volvería célebre: Kate Moss. En el artículo “Verano del amor”, se podía observar a Moss con 16 años, apenas cubierta de ropa e indiferente a la cámara. Nunca hasta entonces se había visto a una modelo de una manera tan genuina. Piel, pecas, pelo enredado, arena entre los dedos, movimientos torpes sin ensayar.

Las imágenes de Day trajeron controversia y fascinación. Durante años Moss se defendió de quienes la acusaban de estar enferma. Sin embargo, además de su belleza, este estilo sin estilo, “este grunge” incipiente le permitió convertirse en quien es hoy. Day estuvo detrás de ella durante tres años, no solamente como su fotógrafa preferida, también como su amiga.

Aunque gran parte de su trabajo estuvo ligado al universo fashion, Day terminó agotándose de trabajar en él. “Creo que las revistas de moda son horribles, están obsoletas y dicen lo mismo años tras año”, le dijo a “The Observer” en 1995.

Un extracto del obituario de la fotógrafa en “The New York Times” cuenta: “Corinne Day nació en Ealing, al oeste de Londres. Solía decir que su madre había manejado un prostíbulo y que su padre era asaltante de bancos. Se divorciaron cuando ella tenía 5 años y fue criada por su abuela. De niña le gustaba pasar horas en las cabinas de fotos con sus amigos. A los 16 años abandonó la escuela y trabajó brevemente como aprendiz en un banco, luego recorrió el mundo como empleada de un servicio de mensajería aérea. Un fotógrafo que conoció en un avión le sugirió que se dedicara a la fotografía de modas, y así lo hizo para Guess”.

“La fotografía es llegar lo más cerca posible a la vida real. A veces nos muestra cosas que normalmente no vemos. Son los momentos más íntimos en la vida de las personas, y la intimidad a veces es triste”, dijo en una ocasión.

Es paradójico definir con palabras la vida de alguien que hizo de la imagen su emblema. Aunque Day también dejó frases que marcarán a quienes se acerquen a su trabajo. Apuntó en su libro “Diario”: “creo que no puede haber belleza real sin decadencia” y también: “cuando una chica no ha trabajado nunca como modelo, dará su propia personalidad al fotógrafo porque no conoce nada diferente a ella misma”.

Oscar Wilde poseía la virtud de crear brillantes consignas en espacios breves. Hay una que pudo haber sido abrazada por Day: “Ser natural es una pose realmente difícil de mantener”.

Claudio Andrade


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