Covid-19: cómo es el paso a paso tras el llamado al 911

El hospital, la clínica y el sanatorio de Roca trabajan en conjunto en esta emergencia sanitaria. Uno de los coordinadores explica los procedimientos y regulaciones que están normatizados desde la OMS y que las tres instituciones aplican con sus peculiaridades.

Redacción

Por Redacción

Si alguien la tiene complicada en estos días es el personal de salud abocado a la atención del covid-19, emergencia que por otra parte todavía no ha llegado en la región -ni en el país- al “pico de contagios” que tanto temen ciudadanos, autoridades y epidemiólogos.

Quienes están en el frente del contacto con los pacientes sea sospechosos o confirmados de coronavirus, deben sostener a diario la triple misión de atender a los enfermos con sus complejidades, cuidar de sí mismos con igual minuciosidad y contener a los familiares que, legítimamente, solo quieren estar cerca de sus seres queridos.

El paso a paso que genera un llamado al 911 por síntomas que pueden corresponder al covid-19 desencadena una serie de medidas, algunas antipáticas, con el primordial objetivo de separar a los posibles enfermos del resto de la población para eliminar el riesgo de contagios que esa persona representa.

Clasificación, separación, aislamiento y protección son las palabras claves para comprender muchas de las restricciones que rodean a los pacientes e impactan a sus familiares, más todavía si no son de Roca como sucede en la mayoría de los casos que se tratan en esta ciudad actualmente.

Es necesario por ello una explicación que lleve tranquilidad en momentos en que una familia puede estar en extremo angustiada por el estado de uno de sus miembros.

El médico pediatra Agustín Pochat es el coordinador para la emergencia de covid-19 de un sanatorio roquense y simultáneamente nexo, en tal condición, con las otras dos instituciones sanitarias (hospital y clínica) que a su vez integran el comité de emergencia de Roca “en el cual funcionamos en conjunto”, según refirió al comienzo de la entrevista telefónica con Río Negro.

Con este comité “en las tres instituciones se armaron diferentes zonas de atención donde se dividió la parte de patología respiratoria por un lado y la no respiratoria por otro”.

“Es muy importante que la sociedad conozca cuál es la situación y por qué se toman estas medidas de aislamiento”.

Agustín Pochat, coordinador de covid-19 en el sanatorio de Roca.

P- Cuando la persona llama al 911, ¿cómo lo reparten, cómo se decide si va al hospital, a la clínica, al sanatorio?

R- En el 911 se le preguntan todos los datos y la situación clínica. Y sí, se lo deriva a alguna de las tres. Si tiene cobertura se trata en lo posible que se oriente hacia cualquiera de las dos instituciones de salud privadas porque ambas están preparadas para recibir los casos; y si no tienen obra social, se direcciona al hospital. A veces la gente elige y va de “motu proprio” al hospital.

Al ingreso en cada una de las instituciones se hace nuevamente un ‘triage’ (ver más abajo) donde se clasifica al paciente y se lo entra o no como sospechoso. ”En caso que lo sea es redirigido al área correspondiente de atención donde otro personal calificado, también médicos y enfermeros, le vuelven a hacer un ‘triage’, lo atienden con todas las medidas de protección establecidas dentro de los protocolos y si entra como caso sospechoso, se interna… Hoy la normativa de Río negro, que no es en todas las provincias igual, todavía no tiene habilitada la internación directa en su domicilio”.

A partir de allí y según el estado clínico del paciente es el área donde va a ir. Si es leve o moderada su condición, la internación es en sala general (o piso) pero si es más delicada va a cuidados intensivos. Por sala general entiéndase las áreas que con sus distintas peculiaridades edilicias las instituciones han destinado, separadas física y operativamente del resto, donde solo permanecen pacientes sospechosos de covid-19, casos confirmados y personal sanitario también ad-hoc, aislados a su vez entre sí por medidas de protección bastante rigurosas pautadas internacionalmente que se le informan a la persona puntualmente.

En la sala general no puede ingresar nadie; es verdad que las visitas no están permitidas -dice el profesional- porque el paciente está aislado y con medidas de protección que están normatizadas para poder ingresar y hay que saber utilizarlas, tanto para ponerse como para sacarse la vestimenta”.

Pero los familiares pueden acercarles, “si son de acá de la zona -ese es otro conflicto, remarca- ropa de cama, artículos personales que necesite el paciente internado (ver detalle en la infografía). Lo que no puede es ingresar a verlo”.

Si están en cuidados intensivos las restricciones son mayores pero en estos casos, fuera de los dispositivos tecnológicos como celulares o tablets que sean de fácil limpieza, todos los insumos que necesitan los provee la institución.

En todos los casos, la comunicación del personal médico con la familia no es presencial, solo se hace vía web, con videollamadas o llamados telefónicos.

La dificultad aparece cuando el paciente es derivado desde otras localidades, que es la mayoría. “Ahí sí se hace mucho más difícil el vínculo porque la gente no puede -o no debería- movilizarse y llegar hasta Roca porque son de zona de riesgo. Ahí también la comunicación con la familia se hace vía videollamada: si la familia quiere se le muestra al paciente y se le cuenta la situación clínica y cómo va evolucionando”.

P- ¿Es importante señalar algo que la sociedad deba estar al tanto antes que el paciente se interne?

R- Lo verdaderamente importante en estos casos es la consulta temprana. Al principio la gente tenía miedo de consultar, ahora parece que menos. Con este virus no tenemos todavía un tratamiento médico -farmacológico estoy hablando- para mejorar, pero uno puede hacer un seguimiento mucho más cercano del paciente y ante la visualización de algún parámetro que esté en descenso hay algunas cosas que uno puede prever desde el manejo clínico. Pero también ya definida la condición de sospechoso enseguida permite hacer una contención del círculo cercano. Eso es lo más importante de una consulta temprana si uno lo pone en el ranking, no dilatarlo. El servicio de Epidemiología del hospital, que funciona muy bien, rápidamente hace la averiguación de los contactos cercanos, que deberían entrar todos en cuarentena estricta para evitar que el virus siga avanzando en la población.


Recibir un paciente con sospecha o confirmación de covid-19 es para el personal de salud una situación muy estresante porque implica unas medidas de bioseguridad protocolizadas que son muy estrictas en como se tiene que colocar esas protecciones y -sobre todo- cómo se las tiene que sacar porque el mayor riesgo de contagio es cuando se quitan los elementos de protección. “Cuando se los pone tiene una técnica pero uno está fuera de la habitación pero una vez que entra y toma contacto con el paciente, después se tiene que retirar esas prendas y ese es el momento de mayor riesgo de contagio”, dice Agustín Pochat en relación a este otro aspecto de la emergencia.

En los descansos se nota la tensión acumulada en el personal.


“Desde la mucama que tiene que entrar a limpiar esa habitación y utiliza todas las herramientas de protección establecidas, hasta el médico. Se está viviendo una situación que no se vivió en los últimos 50 años. Todas las otras medidas, los protocolos, las normas, están establecidos y uno los tiene pero el estrés es algo muy difícil de manejar y es lo que estamos viendo. Incluso son gente especializada en manejar pacientes críticos sumamente complicados, politraumatizados, cosas graves”.

“Por eso es muy importante que la sociedad conozca por qué se toman estas medidas de aislamiento ya que por ahí hemos tenido algún familiar que se enojó porque no lo dejamos pasar. El tema es que uno trata de entender también la angustia de la familia pero (esa) es una cuestión más que el personal tiene que contener”.

En el caso del sanatorio, lo afrontan con grupos de trabajo, talleres con psicólogas para detectar alguna situación que salga de la norma. Sin embargo, el profesional acota que “no tenemos un plantel de 100 médicos, 200 enfermeros que uno pueda enviar a la casa y entran otros. Licenciar es la última opción porque hacerlo es debilitar el plantel en el cual todas las instituciones estamos muy “finitos”: una persona es una cosa pero cinco personas es un montón”.

Origen y significado

Qué es un “triage”
Es una palabra del francés (en español, triaje) que se emplea en el ámbito de la medicina para clasificar a los pacientes de acuerdo a la urgencia de la atención. También es un método que permite organizar la asistencia de las personas según los recursos existentes y las necesidades de los individuos.

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