Crece apoyo a un acuerdo nacional en favor de Mesa: el Congreso define hoy su suerte

Organizaciones sociales y partidos no aceptarían la renuncia presidencial.

LA PAZ (AFP/DPA/Télam) – Un acuerdo nacional de pacificación del país, que contempla la ratificación del presidente Carlos Mesa, comenzaba a ganar fuerza ayer en Bolivia mientras el congreso se preparaba para definir hoy si acepta o rechaza la renuncia del primer mandatario.

Un clima de incertidumbre política se vivía en todo el país, con numerosas y crecientes expresiones de apoyo popular e internacional al presidente, aunque no cesaron las protestas campesinas que lo obligaron a plantear su alejamiento del cargo.

El presidente del Congreso de Bolivia, Hormando Vaca Diez, dejó entrever anoche que la renuncia ofrecida por Mesa será rechazada en la reunión plenaria de legisladores convocada para hoy a la tarde . Luego de reunirse con líderes de las bancadas de los partidos con representación parlamentaria, Vaca Diez deslizó una «impresión personal, inicial» de que el Congreso no admitirá la renuncia del gobernante.

«Siento que sí, que en el Congreso no existen corrientes políticas que vayan hacia» la salida de Mesa, declaró Vaca Diez, primero en línea de sucesión constitucional. Para hoy se espera el arribo a La Paz, proveniente desde sus distritos de origen, de la mayor parte de sus 157 miembros. «El tema es que las bancadas están disminuidas, no está ninguna bancada con todos sus miembros en La Paz», afirmó.

Vaca Diez, vinculado al ex presidente socialdemócrata Jaime Paz Zamora, urgió un pacto político y social para sortear la crisis desatada con la renuncia de Mesa, acorralado por una seguidilla de huelgas sindicales y regionales y unos 30 cortes de ruta indígenas que mantenían aisladas las ciudades de Cochabamba (centro) y Sucre (sudeste).

La convocatoria a «construir escenarios, que nos permitan lograr consensos, como base para un Acuerdo Nacional, Político, Social y Regional para enfrentar la crisis que sufrimos» también fue alentada por la independiente Asamblea Permanente de los Derechos Humanos (APDHB).

La organización planteó una agenda mínima que incluye: respeto y fortalecimiento de las estructuras democráticas, convocatoria a Asamblea Constituyente, defensa de los recursos naturales (hidrocarburos, tierra y agua) y autonomías regionales.

En la misma tónica del pacto nacional se pronunció también la influyente Confe

deración de Empresarios Privados (CEPB). Finalmente, la Iglesia Católica llamó a una «tregua social para encarar los temas nacionales urgentes con la necesaria serenidad, seriedad y eficacia».

El Congreso nacional fue convocado para las 16 locales (17 de argentina) para discutir la renuncia de Mesa al cargo que ejerce hace 17 meses.

«No puedo seguir gobernando asediado por un bloqueo nacional que estrangule al país, por ultimátums, huelgas, amenazas y acciones de hecho que no hacen otra cosa que destruir nuestro aparato productivo, nuestra confianza, nuestro futuro», dijo el mandatario en su carta .

Mesa denunció su imposibilidad de gobernar «garantizando a la nación las condiciones mínimas de convivencia civilizada y pacífica» y responsabilizó a algunos sectores políticos y organizaciones sociales se llevar el país por la senda del caos.

La determinación de Mesa dio un golpe de timón a la situación de su gobierno, que parecía sumido en una crisis forzada por las exigencias de distintos sectores, pero que de un momento a otro se vio fortalecido por un inesperado respaldo popular. «Mesa no se va», gritaban cientos de personas que se congregaron en la céntrica Plaza Murillo, ubicada frente al palacio presidencial y a escasos metros del Legislativo, mientras en distintas zonas del país se conocía de movilizaciones para respaldar al jefe de Estado.

La oposición, dividida

Empero, los sindicatos de cocaleros del Chapare, leales a Evo Morales, mantienen los cortes de ruta en la región central del país en demanda de una ley del petróleo de corte nacionalista. En tanto, organizaciones vecinales de El Alto mantienen paralizada esa ciudad, vecina de La Paz, por sexto día en demanda de la expulsión de la empresa 'Aguas del Illimani', filial de la francesa Suez Lyonnaise des Eaux.

El líder de la oposición de Bolivia, Evo Morales, proclamó que el presidente «tiene que cumplir su mandato» hasta 2007 y que el Congreso debe desestimar su renuncia al cargo. «Lo mejor que se puede hacer es devolver sin dar lectura esa carta (de renuncia) porque no tiene pies ni cabeza», declaró Morales.

En tanto, el líder de los indígenas aymaras bolivianos, Felipe Quispe, advirtió que tomarán los puestos militares y policiales si el Congreso ratifica a Carlos Mesa, a quien calificó de vendepatria y servil de las transnacionales. «Si lo ratifican vamos a continuar con nuestras movilizaciones, con bloqueo de caminos, bloqueo económico, vamos a tomar los puestos militares, policiales, las subprefecturas, las alcaldías», dijo Estimó que la mejor salida a la crisis debe ser un gobierno de transición, dirigido por el presidente de la Corte Suprema .

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