Crece la alarma ante segundo contagio de ántrax

Las autoridades norteamericanas anunciaron que detectaron la bacteria del ántrax en otro hombre del sur de Florida que trabaja en el mismo edificio que Bob Stevens, la primera víctima que falleció el domingo. Temen que el bacilo haya sido utilizado como arma en un ataque terrorista. Investigan si hay vínculos entre estos casos y los atentados a las Torres Gemelas.

Miami.- El FBI investiga la posibilidad de que las bacterias de ántrax que infectaron a dos hombres de Florida, matando a uno, sean resultado de un ataque terrorista con armas bacteriológicas.

Así lo confirmó en Washington el secretario de Justicia, John Arscroft, quien indicó: «Consideramos esto como una investigación que puede transformarse claramente en una investigación criminal».

«Aún no tenemos suficiente información para saber si se trata de un acto terrorista», agregó.

Sin embargo, según diversos expertos, todo apunta hacia una acción criminal ya que es demasiada coincidencia que dos personas que trabajan en el mismo edificio inhalen la misma bacteria.

Muchos investigadores no descartan la posibilidad de la vinculación entre los casos de Florida y los sospechosos de los ataques del 11 de setiembre contra las torres gemelas del Worl Trade Center, en Nueva York y contra el Pentágono, en Washington que causaron más de 6.000 muertes.

Mohamed Hatta, uno de los supuestos terroristas, tomó clases en una escuela de aviación a sólo unos dos kilómetros del lugar de trabajo de Stevens.

Otros miembros del grupo hicieron averiguaciones sobre la contratación y funcionamiento de las avionetas para fumigar.

Las víctimas

El bacilo del ántrax que causó la muerte, el viernes, del fotógrafo Robert Stevens, fue detectado en la cavidad nasal de uno de sus compañeros de trabajo y en el teclado de una computadora en la oficina del periódico The Sun, en el que ambos trabajaban en Boca Ratón, al norte de Miami.

El individuo, de entre 60 a 70 años, no ha sido identificado oficialmente por las autoridades y está siendo tratado con antibióticos en un hospital de Miami.

Pero la cadena de televisión CNN lo identificó como Ernesto Blandón.

Los médicos señalaron que esta vez no se trata de ántrax pulmonar, como en el caso de Stevens, y que el individuo tiene buenas posibilidades de recuperación.

Las autoridades clausuraron el domingo, en Boca Raton, el edificio de dos pisos de la American Media Inc, que publica varios tabloides sensacionalistas, incluidos el National Enquire.

La autoridades de salud hicieron un urgente llamado a los 300 trabajadores de la empresa periodística para que se sometieran a exámenes para determinar si están infectados.

El doctor John Agwunobi, secretario de salud de Florida, amplió la petición a todas las personas, como visitantes casuales, empleados de correo o mensajeros, que hubieran permanecido en el edificio más de dos horas.

(EFE y ANSA)

Una enfermedad mortal

La enfermedad desencadenada por la bacteria del ántrax es mortal en la mayoría de los casos.

El bacillus anthracis se propaga por esporas y que afecta generalmente a las reses, cabras, ciervos, caballos, cerdos y otros herbívoros.

La bacteria que causa la enfermedad tiene tres formas de atacar a los seres humanos:

• afecciones cutáneas

• infecciones intestinales

• infecciones respiratorias.

El período de incubación de la enfermedad es de uno a seis días.

Los síntomas son la fiebre alta, fatiga y estornudos. Shock y muerte ocurre de 24 a 36 horas.

La letal enfermedad no había afectado a los seres humanos en Estados Unidos desde 1976.

Las esporas del ántrax son de gran dureza y pueden permanecer en estado de latencia por décadas en la suciedad, hasta que un animal las inhala.

Refuerzan seguridad en todo el mundo

El mundo entero tomó medidas de seguridad luego de los ataques contra Afganistán y las amenazas lanzadas por Osama ben Laden en un video transmitido por la televisión de Qatar.

Embajadas norteamericanas «blindadas» o cerradas, estrecha vigilancia para objetivos sensibles como centrales, parlamentos, monumentos y cualquier otras cosa simbólica, aeropuertos, e incluso desfiles de modas o encuentros culturales, como la Buchmesse que se inaugura hoy en Berlín, todo el mundo está bajo máxima alerta.

La atención se centró en las embajadas de Estados Unidos: cerradas «hasta nueva orden» las de Arabia Saudita y Egipto. Las demás están bajo medidas de seguridad excepcionales.

En Tokio, un cordón policial protege al edificio que se yergue a poca distancia del Palacio Imperial, mientras que en Líbano hace lo propio el Ejército.

Asimismo, 4.000 agentes protegen los aeropuertos y sedes gubernamentales japonesas, a la vez que se reforzaron los equipos especializados en explosivos, armas convencionales y no convencionales (nucleares, químicas y bacteriológicas).

En Yakarta se le aconsejó a los empleados que se queden en sus casas, aprovechando también el feriado del Columbus Day. También se fortalecieron los controles en Hanoi, donde la embajada había sido cerrada el viernes luego de amenazas telefónicas y en Varsovia, donde se tomaron medidas similares a aquellas en Israel, Rusia, China, así como Thailandia, donde está una de las representaciones diplomáticas norteamericanas más grandes del mundo. En Gran Bretaña se reforzaron las medidas de seguridad en el aeropuerto de Heathrow, en el Palacio de Buckingam y en el Parlamento.

Pero el temor de una retorsión de los terroristas también ha causado mayores controles en las centrales nucleares y los denominados objetivos civiles, como representaciones de multinacionales norteamericanas, aeropuertos y subterráneos.

Incluso, en París se simuló un ataque químico en el subte, y en todas partes se controlan pequeños aviones por temor a ataques bacteriológicos.

Pánico en un vuelo

NUEVA YORK.- Escenas de pánico se registraron ayer durante un vuelo de American Airlines entre Los Angeles y Chicago, cuando un desequilibrado mental intentó ingresar a la cabina del piloto.

La información fue suministrada por fuentes de la compañía aérea en el aeropuerto O»Hare de Chicago, aclarando que el episodio «no tuvo nada que ver con un acto terrorista».

Instantes antes del aterrizaje del vuelo 1238 del Boeing 767, un joven quiso ingresar a la cabina del piloto y fue detenido, tras un forcejeo, por un grupo de pasajeros y su propio padre. Apenas se produjo el hecho, el piloto advirtió a la torre de control y dos cazas militares despegaron de inmediato para alcanzar al Boeing y escoltarlo hasta tierra. (ANSA)


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