Crisis en los pequeños y medianos galpones de empaque
Fruticultura
Es sabida la crítica situación que vive la fruticultura regional. En estas mismas páginas mencionamos en más de una oportunidad los cientos de millones de kilos de fruta que no han sido cosechados en la temporada o los enormes volúmenes que quedaron recolectados en la chacra a la espera de un comprador que nunca llegó.
Pero las penurias para la actividad no quedaron allí. Muchos son los que apostaron a un cambio que podía llegar en el segundo semestre y trabajaron la fruta para luego almacenarlas en las cámaras frigoríficas a la espera de mejores condiciones comerciales para su venta.
Pero el escenario económico no sólo no cambio sino que empeoró y hace ya unas semanas observamos cómo cientos de cajas de peras trabajadas con elevados costos listas para su venta y bins completos de fruta son literalmente tirados ante la ausencia de un precio que permita compensar los costos del frío.
El contexto es realmente dramático. Los pequeños y medianos empacadores son los que más sufren esta situación. Siempre el ajuste en esta actividad fue de arriba hacia abajo.
Según datos consignados por el sector privado, este año las exportadoras cancelaron a los galpones tercerizados entre 0,25 y 0,30 dólares el kilo por la fruta, el servicio de empaque y el frío. Ese valor el año pasado –ya la actividad en crisis– se ubicó entre los 0,60 y 0,70 dólares por kilo. Es decir en la presente temporada se pagó un 50% menos con costos internos en alza. Imposible de sostener.
Esta semana se supo del mal momento que atraviesa una importante firma ubicada en la localidad de San Patricio del Chañar, Neuquén. Su nombre: Servicios Frutícolas SA.
La moderna planta de empaque es abastecida hace ya años por un grupo de alrededor de treinta chacareros medianos, que producen entre 800.000 y un millón de kilos cada uno. “La producción es de alta calidad, tanto por sus variedades como tamaño y condiciones”, comenta Ernesto Zec, director de la firma en cuestión.
Aseguró que en los últimos cinco años “entregamos nuestras peras empacadas a la firma Expofrut, aproximadamente ocho millones de kilos por año. Pero esta cosecha 2015 no nos pudieron recibir esta fruta, de manera que la comerciamos por distintas vías; una parte exportamos nosotros y otras dimos a otras empresas”.
En la primera parte de la temporada sólo pudieron colocar el 50% de las peras a precios bajísimos. El resto quedó en las cámaras de frío para vender en segundo semestre a Brasil y mercado interno, especulando una mejora en las condiciones comerciales sobre estos mercados. Pero la situación económica del país y del vecino país empeoró y las ventas se frenaron abruptamente ante la falta de precios que no convalidaban los costos que arrastraba esa fruta a la fecha mencionada.
“Hoy debemos enviar a la industria, y con precio cero, alrededor de 1,5 millones de kilos de peras, que por su variedad ya no puede ser comercializada. Si tenemos en cuenta la fruta, el tratamiento y el frío, su costo ronda los 3,50 pesos por kilo. Además aún nos quedan en frío otros 2,5 millones de kilos de peras Packham’s y D’Anjou, que es muy complicado vender”, destacó Zec en otra parte de su descargo.
El empresario, que hace doce años viene trabajando en toda la zona productiva de Neuquén, manifestó que “otra temporada como esta la actividad frutícola no resiste”.
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