¿Cuándo volverá a ser Neuquén la gran capital de los espectáculos?

Primero la crisis económica y luego la pandemia terminaron por sacarle a Neuquén ese puesto que había logrado entre las principales plazas del país. Superado el coronavirus, ¿se podrá volver?

Neuquén supo recibir a los mejores y más reconocidos artistas nacionales e internacionales, sobre todo cuando de música se trata. Hace algunos años, no había duda la capital provincial era una de las principales plazas en el interior del país, le jugaba cerca a lugares como Córdoba y Rosario, las principales plazas artísticas luego de la capital federal. Primero fue la inestabilidad cambiaria la que hizo mella en la llegada de grandes artistas internacionales, y luego, si faltaba algo más para complicar el panorama, irrumpió la pandemia que paralizó por completo la industria. En Neuquén la actividad cultural volvió a cuenta gotas y en escala hiperlocal. Del resto, nada se reactivó. ¿Podrá la ciudad capital volver a ser una de las principales plazas del país, una vez superada la pandemia?

Claro que eso nadie lo sabe. Pero hay quienes apuestan a que sí, y otros que esperan fervientemente que eso ocurra. Diego de Iraola es uno de los primeros. Pese a la pandemia, continúa trabajando en Mood Live, un multiespacio que pretende zanjar, de alguna forma, la falta de espacio físicos para los show, uno de los karmas de siempre de Neuquén.

Lo cierto es que hoy el panorama en la industria de espectáculos en Neuquén es desesperante. Pese a las aperturas y flexibilizaciones que hubo, sobre todo en el verano, nada hizo que la capital patagónica pueda retomar algo de ritmo. Entre protocolos y costos, los traslados de los artistas son imposibles de afrontar; y mucho menos con las capacidades limitadas de los espacios.

«En noviembre de 2019 fueron mis últimos shows, después de ahí no facturamos más. Con las idas y venidas de todo esto me quedé con una estructura chica, de tener 7 u 8 empleados, me quedé con dos y ahora esto viene para tres o cuatro meses más, como mínimo», contó Guillermo Fedorco, dueño de la productora e show más antigua de la región.

«Es una actividad totalmente golpeada, la más castigada de todas, lejos, porque nos cerraron primero y acá en Neuquén, por ejemplo, no hubo actividad importante, de grupos u obras de teatro consagradas», agregó sobre la situación que vive la industria en general, pero particularmente a nivel local.

En Buenos Aires y alrededores, a paso muy lento, algo de la actividad pudo volver al ruedo, pero en Neuquén sólo pudo lo local. Para el resto «no dan los números», aseguró Fedorco. «El tema del regreso son los aforos que te permiten, que son re bajos y ningún número te da. Yo particularmente apostaría a plazas grandes como Bahía Blanca, Neuquén o Comodoro, pero el tema son los traslados y el costo que tienen, y no dan los número ni ahí a un 30% o 40% (de ocupación), algunos shows al 50% si dan, cosas chicas, pero no creo que podamos ver show multitudinarios, con gente parada hasta el año que viene», vaticinó el productor local que es miembro de la comisión directiva de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y Musicales (Aadet).

Pero por otro lado, también está el temor del público de volver a los shows, lo que no le asegura a los productores la venta de entradas. «La gente también ha tomado un temor de ir al teatro. Nosotros nacimos en esta actividad con protocolos, en cualquier show internacional siempre tenemos un protocolo importante. El teatro contagia mucho menos que restaurantes, bares y todos esos lugares, pero no sé por dónde pasa que se ha cerrado tanto la actividad cultural, y la gente como que le ha tomado miedo«, analizó Fedorco.

Pese al escenario adverso de hoy, que viene sostenido hace ya más de un año, él cree que, en algún momento, la normalidad comenzará a retomarse, pero que para eso falta tiempo y también faltan auxilios. «De esto se puede salir, lo que nos va a poder sacar de esto es el gobierno, nosotros trabajamos en una actividad que está totalmente desolada. La vuelta va a ser difícil, tranquila, vamos a ver para que lado sale porque van a ser casi dos temporadas, si abrimos en septiembre-octubre, que no hay actividad. En Buenos Aires hubo algo pero acá en el sur todavía no se ha hecho nada», confió.

¿Cuándo será eso? Difícil saberlo, pero sin dudas, será en la postpandemia, de la que todavía estamos lejos. «Falta que, por lo menos, se normalice la epidemia y se pueda salir tranquilo a la calle con inmunidad de rebaño y poder andar libremente, ahí se va a recuperar nuestra actividad pero también muchas más».

El día que todo vuelva, Neuquén podrá candidatearse como una de las principales plazas, pero para establecerse como tal seguro faltará mucho tiempo más y dependerá de muchos otros factores, sobre todo económicos. Pues lo «monstruos» del espectáculo que supieron visitar Neuquén en el esplendor de aquel 2010, donde había casi un gran show semanal, cobra cachets casi imposibles de soportar. Más aún si a eso se le suma la falta de lugares acondicionados para esos espectáculos, los costos de los traslados, la fluctuación del dólar y la imposibilidad de cobrar entradas carísimas, porque como alguna vez señaló el propio Fedorco: «no vendemos pan».

Es verdad que la industria del espectáculo hace años venía en baja, sobre todo por los vaivenes económicos, pero la pandemia fue, en algún punto, el tiro de gracia. «Yo desde que tengo uso de razón estuve con crisis, pero esto es otro caso, terrible, es como si fuera una guerra, una guerra contra un enemigo invisible«, resumió Fedorco sobre cómo el parate pandémico afectó a la industria.

Este es el fondo, pero postpandemia, el show debe continuar.

La verdad nunca me imaginé vivir algo así, ni pensarlo en algún momento, nada, ahora hay que ver cómo termina y cuándo termina, que es lo más importante»

Guillermo Fedorco, productor de espectáculos de Neuquén.


En los primeros meses de la pandemia, el streaming comenzó a tomar fuerza, hasta parecía que se transformaría, de la noche a la mañana, en una nueva forma de consumir espectáculos. Desde los lugares más lejanos nacía la posibilidad de una globalización sin precedentes. Pero poco de eso sucedió.

Claro que hay casos de éxitos, de primeras figuras, que en gran nivel, lograron brillar y también, tal vez, recaudar lo suficiente. Pero lejos están esas recaudaciones de cuándo todo era cara a cara, cuerpo a cuerpo. Obvio que también se abrió la posibilidad de disfrutar de espectáculos desde distintos puntos del mundo.

Lo cierto es que para un gran escalón del mundo artístico el streaming solo significó un «manotazo de ahogado» y una forma de pasar el tiempo y canalizar el arte para sobre llevar, entre todos y todas, el principio de la pandemia y el confinamiento de la mejor forma posible.

Con esto acuerda el productor local Guillermo Fedorco: «el streaming sirvió en algún momento como para hacer el manotazo de ahogado y más que nada les sirvió a los artistas que lo hicieron con sus propias estructuras, sin productores. El streaming sabíamos que tenía una corta vida».

Los shows por internet no lograron mover las balanzas económicas de la industria y su realización siempre estuvo atravesada por los problemas técnicos. «Los espectáculos muy masivos han logrado hacer grandes cosas, pero ni las plataformas estaban preparadas para hacerlo, así que en algunos casos hasta fallaron. Vamos a ver si ahora se va a reflotar algo, pero ya está como probado que es algo como para pasar el momento».

Tal vez, sea cuestión de tiempo para que el streaming se transformé en la nueva forma de «ir a un show», o bien, sea solo una herramienta para que los peores tiempos sean algo mejor. El tiempo dirá.



Los cines Quimey marcaron a varias generaciones que asistieron a esas salas de Ministro González 40 a ver películas en pantalla gigante. Eran la alternativa a la gran sala del Cine Teatro Español y fueron el primer complejo de cine en la ciudad. Su cierre le dio paso a oficinas y locales comerciales típicos del microcentro neuquino. Pero el arte volverá a ese espacio.

Se esperaba que la inauguración de un multiespacio artístico y de recreación fuera justo cuando comenzó la pandemia. Los planes se retrasaron pero el proyecto sigue intacto. Quien está a cargo de lo que será Mood Live es Diego de Iraola, uno de los productores de shows que le permitió a Neuquén contar con la presencia de grandes figuras nacionales e internacionales.

Mood Live promete dotar a Neuquén de un multiespacio con un concepto muy innovador. Tendrá un bar que será tanto para el cafecito de la mañana, como para el almuerzo, la merienda, la cena, e inclusive unos tragos; pero también tendrá una sala totalmente independiente con gran versatilidad que podrá albergar a 1.000 personas y que incluirá un sector vip, elevado, para otras 100 personas más. La capacidad rentable que Neuquén carece hasta este momento.


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