Cuento de Maupassant en formato teatral

NEUQUÉN (AN).- En tiempos en que domina la imagen digital y la inmediatez de internet, existe por ahí un grupo de osados espíritus que decidieron recuperar la palabra escrita y fomentar la lectura. El elenco conformado por actores de Sportivo Teatral Roka y Teatro del Espacio inauguran este fin de semana un Ciclo de Cuentos Teatralizados.

Mañana, a las 21:30, el telón del Teatro del Viento se levantará para presentar «La máscara. Rostros oscuros» de Guy Maupassant, con adaptación, versión escénica y dirección de Rosario Oxagaray.

«Pretendemos no detenernos en su función de espectáculo, sino contribuir a través del hecho teatral, a facilitar el acercamiento de las personas a la lectura y la valorización de la palabra. El objetivo es que el público visualice de qué manera las letras pueden tomar cuerpo escénico y, de este modo, brindar un enriquecimiento en la capacidad de analizar los relatos y las situaciones desde distintas lecturas y estéticas», explicó Oxagaray.

El cuento del genial autor francés, interpretado por el actor neuquino Marcelo Sallesses, es la historia de un hombre que luego de la muerte de su amada y de transitar el más hondo de los pesares, descubre el dolor más atroz, más destructivo. Descubre un secreto que de no ser por la muerte, nunca hubiera descubierto; un secreto que se transforma en una angustiante carga a llevar sobre los hombros.

Más allá del tema evidente, Maupassant se anima en este texto a plantear una problemática tan humana como conflictiva: la hipocresía humana.

El personaje de «La mascara. Rostros oscuros» se entera luego de la muerte de la mujer que amaba, que ella murió al enfermar de pulmonía por salir una noche de lluvia a encontrarse con su amante. «La amé tanto, tanto. ¿Por qué? ¿Por qué se ama? ¿Por qué?», grita desesperado el hombre mientras de fondo suenan las melodías de «Naranjo en flor».

Con este cuento, Maupassant transparente su interés por fijar la realidad contemporánea, desde una óptica racionalista, en la que la explicación psicológica y social ocupa el primer lugar.

«Desde la dirección se realizó una versión escénica, donde se propone valorizar el pensamiento crítico, la asombrosa contemporaneidad del tema, la utilización de los recursos del realismo mágico para el tratamiento de la metáfora», agregó la directora.

Rosario Oxagaray pertenece a una generación de dramaturgos, directores y docentes teatrales que llevan en la sangre el ABC del teatro clásico. Toman al teatro como un importante vehículo de transmisión cultural, recuperación de valores perdidos y rescate del contenido antes que la forma.

Allí están las razones y objetivos de este ciclo de cuentos teatralizados, que se extenderá a lo largo del año. «La máscara…» se presentará todos los viernes de junio.