La comedia musical porteña premió a un músico de Bariloche

El músico barilochense Francisco Martínez Castro ganó el Premio Hugo a la mejor música original en teatro musical por “La Desgracia”, que se estrenó en agosto del 2017 y sigue en cartel todos los lunes en un teatro del “circuito off” llamado El Galpón de Guevara en el barrio de Chacarita en Buenos Aires.

Los críticos la califican como “una obra muy provocativa” que, desde el humor, se inmiscuye en temas muy sensibles. La obra tuvo 17 nominaciones.

La trama gira alrededor de un asesinato que es cometido en un pueblo Buenos Aires y a través de los distintos testimonios de los personajes a lo largo de la obra finalmente se conoce quién y por qué mató “al doctor”.

“Algo mágico sucedió con esta obra y el público. Las cuarenta presentaciones que hicimos fueron todas a sala llena. Es un espacio con localidades para 150 personas. Las entradas se agotan varios días antes de cada función y las críticas de los principales medios gráficos han sido todas muy elogiosas de la obra”, describió Martínez Castro.

Este barilochense escribió el musical junto a Juan Martín Delgado. “Nos conocimos en la fundación Julio Bocca cuando era mi alumno. Varios años después, me convocó para participar como compositor en un proyecto que tenía en mente. Trabajamos tres años en la realización del texto y de la partitura”, resumió el hombre de 36 años.

En relación a la distinción por la mejor música original, señaló: “No voy a negar lo lindo de recibir un premio y la visibilidad que aporta pero el premio mayor definitivamente es lo que sucede cada lunes en el teatro, realmente La Desgracia se transformó en un suceso”.

Allá por el 2002, Martínez Castro se estableció en Buenos Aires en busca de formación musical en piano y composición. Cuatro años después, empezó a trabajar en la Fundación Julio Bocca.

También participó como pianista acompañante y arreglador musical en algunos grandes musicales de la calle Corrientes de Buenos Aires, como “Víctor Victoria”, “Cabaret”, “Mamma Mia” y en varios “Café-concert”.

Su hermano, Rodrigo Martínez Castro (también músico) ayudó con los arreglos musicales para la banda y también participa como músico en las presentaciones, como flautista y guitarrista.

“Definitivamente es un momento difícil para cualquier proyecto artístico. Los costos de una obra de teatro musical como La Desgracia son muy altos. No es nada fácil poder tener en cartel un proyecto así”, aseguró el barilochense de 36 años que actualmente trabaja como docente en la Licenciatura en Artes Escénicas de la UADE.

“Somos una cooperativa”, agregó, “y tampoco tenemos productor. Solo podemos mantenernos en cartel como venimos haciéndolo desde hace un año por la cantidad de público que viene”.

Gentileza Nacho Lunadei

Francisco Martínez Castro y el éxito que sorprende

Algo mágico sucedió con esta obra y el público. Las 40 presentaciones fueron a sala llena. Es un espacio con localidades para 150 personas. Y las críticas de los principales medios gráficos han sido todas muy elogiosas de la obra”.