Entrevista con Rayos Láser, antes de presentar Ya no estoy aquí en Neuquén
El trío cordobés regresa al Alto Valle para presentar, este sábado, en Neuquén Ya no estoy aquí, su flamante disco. En un diálogo con Diario RÍO NEGRO, el bajista César Séppey habló del nuevo álbum, de los cambios en la banda y del show que ofrecerán aquí.
Con un disco nuevo y unas cuantas canciones viejas y no tanto, Rayos Láser regresa este fin de semana a Neuquén para presentar el flamante Ya no estoy aquí, editado en abril pasado, junto a una larga lista de temas actualizados a la nueva sonoridad de la banda. El show será este sábado, a las 21, en Mood Live (Ministro González 40), con El despertar de los grises como banda invitada. Las entradas, disponibles en moodlive.com.ar.
Cordobeses de Villa María, los Rayos Láser abren un paréntesis en su intensa gira nacional para darse una vuelta por Neuquén y mostrar las canciones de su sexto disco de estudio. El álbum contó con la producción de Mariano Otero y las participaciones de grandes invitados como Juan Ingaramo, los jazzeros Hernán Jacinto y Leo Genovese en pianos, el kuryaki Sergio Verdinelli en batería y el propio Mariano Otero, (contra)bajista de origen, en cuerdas varias.
Del disco en cuestión, de su sonido, al que definió como pop de garage, del porqué de los cambios en la estética musical del trío y del show que ofrecerán este fin de semana en Neuquén habló el bajista César Séppey, quien, junto a Tomás Ferrero (voz y guitarra) y Gustavo “Gringo” Rodríguez (guitarra y voz) dieron forma a Rayos Láser allá por 2011, mientras estudiaban la carrera de Composición Musical de la Universidad Nacional de Villa María.
“Estamos presentando el disco nuevo, que salió hace unos meses”, con un show súper potente, enérgico y bien rockero”, anticipa. “También estamos repasando un poco toda la discografía de Rayos Láser, pero del modo en que lo sentimos hoy, en cómo nos gusta tocar hoy. Es un show que venimos tocándolo mucho por lo que lo estamos puliendo mucho. Siento que estamos en un relindo momento del vivo”.
Con casi quince años de trayectoria y siendo los mismos desde el comienzo, Rayos Láser se encuentra con un interesante corpus de obra entre manos que le permite armar listas de temas extensas y variadas.
“Salir a tocar un disco nuevo siempre es como una bocanada de aire fresco para cualquier banda”, asume César. “Porque siempre llega un momento en que necesitás refrescar el repertorio y la lista de temas de los vivos. Y le hecho de tener ya más de diez años de carrera te permite también contar con tantos temas para poder hacer una lista larga de temas larga con buen variedad”.

Versiones aggiornadas, dice César Séppey cuando se refiere a las canciones propias revisitadas por los Rayos Láser. Pero, ¿qué tan aggiornadas? “Antes manejábamos una estética bastante distinta. Usábamos muchas capas de instrumentos, como que de repente había melodía y contrapunto de la melodía y otro arreglito que hacía tal cosa, y una guitarra acústica y otra guitarra eléctrica, y las baterías tenían más que ver con los sonidos programados y electrónicos hasta que en un momento empezamos a querer despojar un poquito las canciones de tanta cosa barroca y hacer todo un poco más rockero, más básico, si se quiere, no sé, pero más pensado más en el garage. Un amigo tiene una definición que me gustó mucho, que era pop de garage, refiriéndose al sonido actual de la banda”.
Más allá de los cambios en el sonido de la banda, que no fueron abruptos, por cierto, sino más bien paulatinos, sobre todo a partir El Reflejo, de 2020, la cuestión pop siempre está, aclara el bajista. Eso y la esencia de la canción como forma. “La búsqueda de las canciones como nos gustan a nosotros. Lo que cambia es cómo vestimos a esas canciones. Hoy son más rockeras y ese es el aggiornamiento que le hicimos a los temas viejos con respecto a lo que nos gusta tocar ahora”.
Motivos para cambiar
“Fueron varias cosas”, revela César. “Por un lado, nos estaba resultando bastante cansador tener que reproducir en el vivo todo lo que hacíamos en los discos, tener que cambiar de guitarras acúsitcas a eléctricas, con este sonido, con el otro, que el arreglito, que el teclado hace esto y vos tenés que tocar lo otro, y era como… Estaba bueno porque musicalmente pasa algo re lindo, pero a la vez queríamos disfrutar un poco más del show en vivo, porque sentíamos que estábamos en algo como más mental, más de estar pendiente de cada nota, en vez de disfrutar un poco más”.

El otro motivo, en parte relacionado con el anterior, fue una especie de crisis existencial que vivió la banda. “No sabíamos si queríamos seguir o no, o qué queríamos hacer y ahí también vino este momento en el que dijimos vamos a seguir, pero cambiemos”, confiesa el bajista.
Un amigo tiene una definición que me gustó mucho, que era pop de garage, refiriéndose al sonido actual de la banda”.
César Séppey, de Rayos Láser
Los empujó la necesidad de encontrar nuevas cosas que los volviera a entusiasmar para seguir haciendo música juntos porque temían comenzar a repetirse. “Es un desafío para cualquier banda que toca desde hace mucho tiempo”, remarca. “Buscar nuevos horizontes y buscar nuevas sonoridades, tanto para el público como para el músico mismo, para no cansarnos nosotros también; y para, en un punto, no subestimar al público”. Y funcionó. “Definitivamente”, dice, convencido.
Hablemos del disco
“Este disco lo hicimos con un productor, son pocos los discos de Rayos Laser hechos con un productor y este es uno de ellos”, destaca. El productor en cuestión es Mariano Otero, eb su momento bajista de la banda de Fito Páez, pero, sobre todo, un destacadísimo contrabajista de jazz. “Ya no estoy aquí” se hizo en su estudio y con sus instrumentos. “Con él hicimos primero un tema que se llama ‘Te vas’, que fue como un single y que medio que en ese tema nos conocimos, como que teníamos buena onda, decidimos hacer un tema juntos, nos conocimos y nos llevamos tan bien que dijimos ‘che, hagamos un disco juntos’. Con él entablamos una relación relinda, que fue más allá del trabajo musical”.
Fue muy importante su oído y su estructura, cuenta Séppey, sobre el trabajo de Otero. “Y quedó un disco del que estamos muy contentos y orgullosos. Si bien es corto, son ocho temas, es como un viaje por paisajes súper distintos, como que en poco tiempo pasa de todo. De hecho, quedaron temas afuera justamente por cuidar la narrativa sonora. Preferíamos un disco corto, pero con temas que nos convenzan al 100%, que un disco más largo y que tenga relleno. Nos gusta mucho el audio, se nota el oído y la mano ahí de Mariano”.
Ecléctico es la palabra que usa el músico villamariense para definir el disco en cuestión. “Ecléctico, porque pasan muchas cosas, como que de repente hay un tema que tiene densidad con guitarras, batería, bajo, teclado, cuarteto de cuerdas todo junto y al mismo tiempo le puede suceder un tema que sea con solamente una guitarra acústica y cuarteto de cuerdas, o un tema que es solo piano y voz. Además ,tiene algo de minimalista en el sentido de que cuando hay un instrumento proponiendo una melodía, sonando, haciendo algo, diciendo algo, buscamos la forma de poder resaltar eso y que el resto de los instrumentos no lo interrumpan o no pidan protagonismo. Le pusimos mucho cuidado a defender las melodías”.
Con un disco nuevo y unas cuantas canciones viejas y no tanto, Rayos Láser regresa este fin de semana a Neuquén para presentar el flamante Ya no estoy aquí, editado en abril pasado, junto a una larga lista de temas actualizados a la nueva sonoridad de la banda. El show será este sábado, a las 21, en Mood Live (Ministro González 40), con El despertar de los grises como banda invitada. Las entradas, disponibles en moodlive.com.ar.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios