Argentina: crece valoración de la libertad y el mercado, baja la del Estado

Leonardo Herreros

Jefe del área impresa y editor de Opiniones. Nacido en 1971 en Nueva Imperial, Chile. Es comunicador social (Universidad Nacional del Comahue), diplomado de posgrado en Sociología y Ciencias Políticas (FLACSO) y en Comunicación Política (UCA). Desde hace 30 años ha ejercido el periodismo gráfico en el diario RÍO NEGRO y en el periódico local “La Comuna”, como cronista y editor en diversas secciones. Actualmente edita el Suplemento Debates, con opiniones y análisis sobre temas de coyuntura regional, nacional e internacional. En Diario RÍO NEGRO desde 1993.

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«Casi el 20% de la población califica con 1 al Estado, en una escala de 10, es decir que directamente lo aborrece. Ese porcentaje no está lejos del potencial voto libertario”, señala Mario Riorda.


Uno de los cambios con derivaciones más políticas que se desprende del estudio realizado por Fundación Colsecor es que existe en las diversas ciudades una sensación de desconfianza hacia las instituciones del Estado y los servicios que debe proporcionar o controlar. Además, quizás consecuencia de la larga cuarentena, hay una mayor valoración de la libertad por sobre otros como la solidaridad o al orden.

Aunque resta saber aún si este cambio cultural es sólo una actitud pasajera producto de las circunstancias o una mudanza más permanente de valores, sin dudas es una base para explicar la adhesión que están teniendo en la sociedad algunas propuestas “libertarias” al estilo de Javier Milei o José Luis Espert.

Según el estudio, “pasada la crisis pandémica, el valor de la libertad puntea: supera a la solidaridad y al orden. Esto representa un cambio respecto al 2021 donde la solidaridad era el valor más elegido” señala, algo lógico si se considera que se estaba en uno de los momentos álgidos de la pandemia.

Al respecto, mientras un 31% pondría a la solidaridad en primer lugar en su escala de valores, un 47% pondría a la libertad en ese lugar preponderante. Un 19% tendría al “orden” como primera opción de preferencia. El apego a la solidaridad es menor entre los más jóvenes (29%) y los mayores de 60 (26%) mientras crece al 39% en el segmento de entre 25 y 39 años. La libertad gana más adeptos entre los menores de 25 (un 52%) y nuevamente entre los mayores de 60 (52%) y es bastante mayor entre varones (50% la pone en primer lugar) que entre mujeres (46%).

Al respecto, Mario Riorda sostiene que la encuesta muestra “un aumento en la confianza pública y el compromiso comunitario con vecinos. Sin embargo, descendió bruscamente la confianza institucional ya que resalta en este año la desconfianza en el vínculo entre sociedad y su participación en diferentes instituciones”.

Mario Riorda, politólogo y director de la encuesta

“Hay una insatisfacción por la mala calidad de los servicios básicos como educación, salud o transporte, se tiene la sensación que la salida de la pandemia no los mejoró sino los empeoró. A eso se suma un derrumbe en la voluntad de participar en instituciones religiosas, cooperativas, clubes o partidos políticos. La gente se alejó de las instituciones”, sostiene el analista político.

Sólo un 20% participó de alguna institución deportiva (contra 33% de 2020), un 8% de alguna actividad artística o cultural (20% en 2020) y un 14% en alguna asociación escolar o de padres (contra un 28% de hace dos años). La participación vecinal también bajó a un 9% desde 23% desde 2020. Y similares valores se reflejan en instituciones profesionales, cooperativas o sindicales (5% frente al 9% de hace dos años). La participación en partidos políticos bajó de 17% en 2020 a 10% en este año, siendo aún más baja en las grandes ciudades.

Uno de los indicadores más impactantes es que por primera vez desde el inicio de las mediciones, el mercado es mejor evaluado que el Estado, que acumula una caída en su valoración por tercer año consecutivo.

Mala nota al Estado


La puntuación total del Estado bajó de 6,9 en 2020 a 5,2 este año, mientras que el mercado también bajó, pero de 6,9 a 5,7, es decir, una mejor valoración que lo público.

Casi el 20% de la población califica con 1 al Estado, en una escala que llega hasta el 10, es decir que directamente aborrece al Estado. Hace más de una década que no realizaba una medición en donde el mercado fuera mejor evaluado que lo estatal. Ese porcentaje no está muy alejado del potencial del voto libertario que muestran otras encuestas”, dice Riorda.

En una interpretación más política, este porcentaje también tendría que ver con el fracaso en los sucesivos gobiernos de las principales coaliciones políticas, Juntos por el Cambio y Frente de Todos, donde al empeorar una crisis que viene arrastrándose por al menos una década, la población se decide considerar otras opciones políticas e ideológicas.

En este sentido, Riorda dijo que los gobiernos, en todos los niveles, debieran prestar atención a este fenómeno, ya que “debieran enfocarse en las cosas que erosionan la percepción de bienestar colectivo y dedicarse a mejorar la calidad de los servicios que presta o regula el estado, preocuparse más por la salud mental de la población y fomentar la participación en instituciones. Como hemos visto en diversas crisis, las sociedades son mucho más resilientes cuando tienen mayor densidad participativa, donde hay clima de comunidad previa” concluye el analista político.


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