Enrique Minetti: de Navalmanzano 6 a la huelga de Hipasam…

“Mi Encuentro con Perón en Puerta de Hierro”, es un libro patrimonial e identitario, que refleja una época trascendente de la Argentina toda y la provincia de Río Negro y su emblemática mina de hierro de Sierra Grande


Enrique Mintetti presentó esta semana en Viedma su libro con memorias de su militancia y la defensa de los Derechos Humanos.

“Mi Encuentro con Perón en Puerta de Hierro”, Detención. Desaparición. La Cárcel. El “Insilio”. Sierra Grande. Huelga de 1975 y (de Venado Tuerto a París, un viaje con algunas escalas) un anexo y colaboración de Raúl Boyle, alguien que relata los momentos previos a su exilio por invitación del autor. Bien puede decirse que éste es un libro documental, pues en su interior atesora relatos y experiencias vividas y contadas en primera persona que acreditan importancia histórica, política y social.

Me atrevo a decir que “Mi Encuentro con Perón en Puerta de Hierro” (por la quinta en Navalmanzano 6, Madrid), es un libro patrimonial e identitario, que refleja una época trascendente de la Argentina toda y la provincia de Río Negro y su emblemática mina de hierro de Sierra Grande en particular …

El doctor Enrique Minetti y su libro fueron presentados en la Feria Municipal del Libro de Viedma por la licenciada en Letras Juana Porro y el periodista y escritor Carlos Espinosa, quien mantuvo un breve conversatorio con el autor.

Este santafesino, tal los que hemos transitado aquel tiempo y ambiente de la política en la vida nacional, durante las décadas del 70 y 80 del siglo anterior, está radicado desde aquellos días en Río Negro y supo en su alocución, ubicar con justicia, a un general Perón como lo que realmente fue: maestro incomparable en el arte de conducir y meridiano insoslayable de la política Argentina y latinoamericana de su tiempo

Ese haber podido estar en marzo de 1971 en la “casa del hombre”, (tal como lo definían muchos visitantes) o con “el viejo”, le permitió a él y un grupo de estudiantes recién graduados, apreciar la clarividencia y campechanía de un militar y estadista criollo de los últimos tiempos…

Y más acá, ése Sierra Grande que escapaba a toda planificación, ese desborde, ese sueño pionero, convertido en enclave ecléctico prometedor que traía en sus entrañas, el sino mismo del comienzo y el fin. Algo que aquél militar ingeniero, al frente de Fabricaciones Militares, Joaquín Aguilar Pinedo, no hubiera imaginado jamás el día imborrable del acto inaugural, con un banquete multitudinario a lo largo de la calle principal del pueblo; al que un tío (en ese momento intendente de Maquinchao) y mi padre asistieran.

El doctor Enrique Minetti, miembro fundante de esa comunidad como profesional, tuvo el designio de estar detenido junto a sus propios defendidos (los obreros de la mina de hierro) tras la huelga que quizás haya sido el capítulo final de Hipasam.

El presidio, el miedo, la incertidumbre, el aislamiento, el quiebre de todo lo que había sido normal, el trabajo intenso en una localidad incipiente, la soledad y el aislamiento, lejos del aquél viaje lleno de sueños y proyectos, el deslumbramiento de la vieja Europa, apenas plasmado en algunas líneas en el “Cuaderno comprado en el Corte Inglés”, diario de viaje que también vivió su propio “Insilio” en el Juzgado Federal de Viedma y un día, después de muchos años le fue devuelto. De este modo, con el favor de Dios y la vida lo pudo completar con la inocente labor escolar y garabatos de sus hijos.

Primero demorado en la Comisaría de Sierra Grande, luego ya detenido en el Penal de Máxima Seguridad de Rawson y de allí “el traslado” al Chaco.

Reclamo de libertad


Fue el tiempo en que llenos de incertidumbres varias personalidades de la política y la Justicia de entonces reclamaran por su libertad. Entre otros y también un grupo de mujeres; el Gobernador de la provincia Don Mario José Franco, el ministro de Gobierno Dr. Jorge Félix Frías, el Dr. José Tévez, el Dr. Hugo Mántaras, el intendente de Viedma, Ángel Cayetano (Palito) Arias ,Beluz Gonzales, sus incondicionales amigos de todos los tiempos: los Dres. Susana Milicih y su esposo Juan Pablo Videla. Lo hará también en el exterior el dr. José Alberto Sustite ante Amnesty International.

Enrique Minetti ha pagado un precio muy alto por ésta, su propia vida, algo que para muchos resulta un factor desconocido al vivir normalmente y sin sobresaltos.

Este escritor, de varias obras ya publicadas, como una enseñanza más de la vida y un designio de contrariedades, supo sortear con hidalguía junto a sus invitados, las incomodidades propias del exiguo e improvisado espacio que se le brindó durante la presentación de éste; su libro.

El respeto por el otro, el superar el infortunio, el reconstruir su vida y sentimientos, el seguir aportando a la comunidad rionegrina, el haber cimentado junto a otros las columnas basales de los Derechos Humanos en Rio Negro, algo nuevo para el país en este siglo, el seguir aportando a fortalecer la trama de una humanidad y una sociedad más equitativa, con justicia para todos; hacen de Enrique Minetti un ciudadano de primera que merece ser reconocido por sus contemporáneos.

*Diplomada en Preservación del Patrimonio Natural y Cultural (UBP)


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