Debe abandonar Rincón como parte de la condena por violencia de género
El hombre de 24 años golpeó a su expareja e incumplió reiteradas veces la prohibición de acercamiento. Le impusieron un tratamiento psicológico.
Los hechos ocurrieron entre abril y junio de este año (Gentileza)
Dos años de prisión en suspenso, hacer un tratamiento psicológico con especial abordaje de la violencia de género y mudarse a más de 100 kilómetros de su víctima. Esa fue la condena que le impusieron a un hombre de Rincón de los Sauces por golpear a su expareja, una joven considerada bajo riesgo alto de femicidio.
La condena fue un acuerdo entre la fiscal Rocío Rivero y la defensora Beatriz Chavero, homologado por la jueza Estefanía Saulí hoy mediante videoconferencia.
El imputado es Axel Ojeda, de 24 años, quien fijará domicilio en Buta Ranquil y tiene prohibido acercarse a menos de 100 kilómetros de su expareja así como tomar contacto con ella por cualquier vía. La sentencia es un calco de la que se conoció el miércoles, también en Rincón de los Sauces por un caso de violencia de género.
En este caso, el hombre había sido beneficiado el 22 de abril con una suspensión de juicio a prueba por un episodio de violencia contra varones: en 2018 había golpeado a dos hermanos a la salida de un boliche. Una de las reglas de conducta que le impusieron fue no cometer nuevos delitos.
Alto riesgo
De acuerdo con la acusación fiscal, el 23 de abril (al día siguiente de obtener la suspensión del juicio a prueba por la pelea a la salida del boliche) fue a la casa de su expareja y le dio una brutal paliza que le provocó lesiones en el rostro.
Tres informes realizados entre el 7 y el 14 de mayo destacaron que la mujer se encontraba en una situación de alto riesgo y alta vulnerabilidad. El juzgado Multifueros le impuso a Ojeda una medida cautelar para que no se aproxime a menos de 200 metros de su víctima. Pero insólitamente también le prohibió a ella acercarse a él, porque el hombre presentó una contradenuncia.
Un papel, que eso es una cautelar, no impide a un hombre como Ojeda que se acerque a su víctima. Tampoco los rondines ni el botón antipánico que ordenó el juez multifueros. Dos veces más lo hizo: el 26 de mayo y el 22 de junio. No llegó a golpearla, pero la amenazó con hacerlo.
La condena
En resumen: Tres veces incumplió Ojeda la orden judicial de no acercarse, y el primer día de vigencia de la prohibición de cometer nuevos delitos (por la suspensión de juicio a prueba) le dio una paliza a su expareja.
Hoy le revocaron la probation y lo condenaron por lesiones leves (por aquella pelea del año pasado), lesiones leves doblemente agravadas por el vínculo y en contexto de violencia de género, amenazas simples y desobediencia a una orden judicial.
La pena acordada fue de dos años de prisión en suspenso, durante los cuales fijará domicilio en Butal Ranquil, no podrá acercarse a menos de 100 kilómetros de la víctima y deberá hacer un tratamiento psicológico con especial abordaje en perspectiva de género.
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