Violencia de género: Condenado a mudarse a 100 km y hacer tratamiento
Fue un acuerdo entre la fiscalía y la defensa para resolver un caso en Rincón de los Sauces. Le aplicaron dos años de prisión en suspenso.
La fiscal del caso que lleva adelante la acusación es Rocío Rivero. (Gentileza)
Un joven de 22 años que desobedeció cuatro veces la prohibición de acercarse a su expareja de 18 fue condenado hoy a 2 años de prisión en suspenso en Rincón de los Sauces. Durante ese tiempo vivirá en Neuquén capital y deberá hacer un tratamiento psicológico con especial abordaje en la violencia de género.
«Si no cumple estas reglas, puede pasar a una condena de cumplimiento efectivo. ¿Le queda claro? Porque no es la primera vez que usted incumple reglas judiciales», le advirtió la jueza Estefanía Saulí al imputado, Matías Castro. El joven, que está con prisión preventiva, asintió de mala gana.
La condena fue un acuerdo entre la fiscal Rocío Rivero y la defensora Beatriz Chavero, homologado por la jueza Saulí.
Castro tiene una hija en común de dos años con su expareja, de 18. Ella venía soportando situaciones de violencia hasta que en diciembre del año pasado se presentó en el juzgado Multifueros de Rincón, lo denunció y puso fin a la relación.
Según describió la fiscal, el 4 de febrero el juez dispuso la primera restricción de acercamiento. Al día siguiente Castro fue hasta la casa de su ex y la encontró en la vereda con el primo. A él lo golpeó y a ella la insultó y la amenazó: «después te toca a vos».
El 16 de marzo la encontró otra vez en la vía pública e intentó arrebatarle el bebé de los brazos de ella. Algo similar ocurrió el 27 de mayo en la puerta de la casa de la joven (en esa ocasión llegó la policía y se llevó a Castro demorado) y por último el 14 de junio golpeó con brutalidad al padrastro de ella cuando intentó defenderla.
La condena a cumplir
La fiscal Rivero dijo que el acuerdo fue declarar a Castro autor de los hechos, y calificarlos como desobediencia a una orden judicial, amenazas y lesiones leves. La pena a cumplir es de 2 años en suspenso, durante los cuales el imputado fijará domicilio en el barrio Confluencia de Neuquén, no se acercará a menos de 100 kilómetros de la víctima y no tomará contacto con ella por ningún medio.
Además, deberá someterse a un tratamiento psicológico con especial abordaje en violencia de género, y presentar un certificado semestral.
Se acordó también que en este mismo miércoles, acompañado por la policía, vaya de la comisaría 35 a la terminal para abordar el colectivo a Neuquén.
La jueza Saulí le preguntó a la víctima, que estaba conectada por Zoom, si estaba de acuerdo y manifestó que sí. Cuando le preguntó lo mismo al imputado, quien seguía la audiencia esposado en la comisaría 35, sorprendió con la respuesta: «acepto que rompí las restricciones, pero no fue todo así como se dice».
La jueza le explicó que para llegar a un acuerdo tenía que aceptar los hechos tal como los había descripto la fiscal. De lo contrario, debía ofrecer una teoría del caso alternativa y la prueba respectiva. Otra vez de mala gana, Castro dijo que prestaba conformidad.
En consecuencia, la magistrada homologó el acuerdo y tras varios cortes en la conexión, la audiencia pudo finalizar.
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