Denuncian que desaparecieron 300 frascos de ketamina en Bariloche

Habían sido enviados por un exfuncionario de Macri que ahora trabaja en el equipo de Gennuso. El municipio nunca hizo la rendición. La ketamina es un medicamento usado como anestésico pero puede usarse como un alucinógeno.

El abogado Estanislao Cazaux y el escribano Leandro Costa Brutten radicaron una denuncia penal en el Juzgado Federal de Bariloche por la falta de rendición de 300 frascos de ketamina enviados por el gobierno al municipio de esa ciudad.

Dos circunstancias motivaron la presentación judicial, según indicaron. Tiempo atrás, el Programa Nacional de Tenencia Responsable y Sanidad de Perros cedió un quirófano móvil en comodato a la Municipalidad para llevar adelante el programa de castraciones en los barrios.  

“Ese quirófano lo estaba usando el Ejecutivo como casilla en la entrada a Bariloche. Una picardía porque un quirófano de estas características tiene mucho valor. Y más aún cuando hablamos de un municipio que hace contrataciones directas”, cuestionó Cazaux que también integra el Tribunal de Contralor.

No puede ser -continuó- que no puedan comprar una casilla para los empleados municipales. Estar en un quirófano tampoco es agradable. Además, se cedió en comodato, es un préstamo de uso. El municipio no es el dueño y no lo puede plotear como lo plotearon”.

Cazaux relató que cuando Juan Enrique Romero, director del Programa Nacional de Tenencia Responsable y Sanidad de Perros, se enteró de la situación pidió la devolución. Pero además objetó que la municipalidad de Bariloche adeuda 300 frascos de ketamina.

Según la Confederación Farmacéutica (COFA), la ketamina es un medicamento utilizado generalmente como anestésico ya que es un depresor del sistema nervioso central. Suele emplearse en forma inyectable pero «cuando se lo usa de una manera distinta, se transforma en un poderoso alucinógeno«.

Desde la institución, explicaron que «generalmente se intenta insertarla en el mercado ilegal de drogas para transformarla en polvo para luego ser aspirado, creando un grado permanente de alucinaciones en las personas que lo consumen».

«El responsable actual del área de Zoonosis de Bariloche estuvo a cargo de ese programa nacional durante el gobierno de Mauricio Macri. Antes de instalarse en Bariloche, le mandó 300 frascos a la municipalidad que, al día de la fecha, no se han rendido”, detalló.

Según indicó Cazaux, desde el municipio respondieron que el atraso había obedecido a la pandemia y que no contaban con suficiente personal. “La realidad es que hay un intercambio de mails en los cuales Nación le pide al municipio que remita en forma urgente. Cada vez que se anestesia a un perro y se abre un frasco de ketamina, debe estar certificado por un médico, personal del Senasa e incluso el Sedronar porque la ketamina se usa como droga recreativa. Por eso, la denuncia penal es por infracción a la ley de drogas”, especificó.

RÍO NEGRO intentó comunicarse sin éxito con el secretario de Fiscalización de Bariloche, Javier Fibiger. 

Desde el gobierno nacional informaron que habiéndose vencido el plazo para la rendición, el expediente pasó a la Procuración General de la Nación. “En el caso de Bariloche, creímos que no podíamos quedarnos de brazos cruzados así que hicimos la denuncia en carácter de ciudadanos -también porque de alguna manera excede la función del Contralor-“, concluyó Cazaux.


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