Denuncian que “taparon” abusos en jardín de Cipolletti

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Presuntos abusos sexuales contra niños de 4 y 5 años que concurren a un jardín de Cipolletti causaron conmoción ayer en esta ciudad. Un caso que habría ocurrido en mayo pero que recién se hizo público en las últimas horas disparó más acusaciones. La primera denuncia penal se hizo en junio pero “el tema quedó tapado”, dijeron los padres. El sábado, la situación fue comentada en un cumpleaños y ayer, en una reunión de la que participó la directora del jardín, se conocieron más hechos.

La comunidad educativa está conmocionada. Y ayer al mediodía hubo una tensa reunión entre los padres y la directora Roxana Migani. Algunos se enteraron ahí mismo, en la entrada del jardín; otros recibieron la noticia por teléfono, dejaron sus trabajos y acudieron al establecimiento.

A raíz del caso de mayo, que tendría como víctima a un nene de 4 años, el docente de música fue apartado del cargo y el 16 de junio los padres radicaron la denuncia en la Fiscalía. Las madres que ayer participaron de la reunión dijeron que el acusado es Carlos Mesa. Este medio confirmó la denuncia en el ámbito judicial.

De acuerdo con lo que relataron los padres ayer, el “tema quedó tapado” por recomendación de las autoridades de Educación. Pero el sábado, en un cumpleaños, la madre que hizo la denuncia en junio “se quebró” y contó lo que había sucedido. Entonces los demás padres empezaron a indagar con sus hijos sobre los comportamientos del docente.

“Río Negro” estuvo en la reunión que se hizo ayer, en el salón principal del jardín que funciona en el barrio Manzanar. Se escucharon al menos tres relatos de mujeres que revelaron cómo sus hijos habrían sido sometidos a situaciones de abuso. Dijeron que el profesor “los tocaba, los ponía en la falda y les escupía las tasas”.

Una de las madres sostuvo que “ataron cabos” y que a raíz de la noticia “entendieron el comportamiento de sus hijos”. Algunos no querían ir al jardín, otros tenían pesadillas, se hacían pis en la cama o mostraban sus genitales.

La reunión de ayer se realizó en medio de una extrema tensión. Los padres le recriminaron duramente a la directora haber “ocultado” el tema. Escuetamente, Migani le explicó a este medio que “siguieron el curso legal”. Esto es: informaron al Ministerio y al Consejo de Educación y el docente fue apartado. “En ningún momento los padres denunciantes pidieron que notificáramos”, se excusó.

Por la tarde los padres tenían previsto presentarse en la Fiscalía para radicar más denuncias pero luego consiguieron la dirección del docente y se concentraron en la esquina de Primeros Pobladores y Scalabrini Ortiz, donde hubo graves incidentes.

> Gases lacrimógenos, piedras y un herido

Fueron más de cuatro horas de extrema tensión. Cerca de 30 policías, ocho patrulleros, casi 200 personas exigiendo la detención del docente. Piedras, balas de goma y gases lacrimógenos. Finalmente, el acusado fue retirado de la vivienda; lo subieron a una camioneta del Coer y quedó detenido fuera de la ciudad. En medio de todo, un manifestante resultó herido con perdigones.

Enfurecido, uno de los padres que lideró el reclamo se comunicó con el celular de la fiscalía de turno. Le exigieron al fiscal Oscar Cid que en 15 minutos se presentara en el domicilio con la orden de detención. “Si no venís entramos y lo sacamos nosotros”, lo desafió. El acusado estaba resguardado en el interior de su casa, tras una reja con cadena y candado.

Cid arribó acompañado por policías y fue increpado por los padres y las demás personas que se había plegado al reclamo. Le recriminaron que la primera denuncia se hizo en junio y que todavía “la justicia no tomó ninguna determinación”. El clima se recrudecía. El malestar era evidente y comenzaron a volar las piedras.

La Policía retiró a los manifestantes y Cid ingresó a la vivienda. Antes habían mantenido una conversación telefónica con el imputado, que estaba con su mujer y sus dos hijos menores. Primero aseguró que no estaba en la casa, aunque después hizo pasar al fiscal.

La Policía colocó un móvil en la puerta y en ese momento los manifestantes enfurecieron. Lanzaron más piedras a la casa, al patrullero y a los agentes que estaban en el área. Los efectivos levantaron armas; la situación se hizo insostenible y un padre intentó pacificar a los manifestantes. Pero enseguida llegaron las camionetas del Coer y nuevamente volaron los cascotazos. Esta vez la respuesta fueron gases lacrimógenos.

En medio de esa nube irritante subieron al imputado a un vehículo. Hubo más tensión, balas de gomas y piedras en todas las direcciones. Un hombre salió herido, ensangrentado y con dos perdigones en el abdomen. No quiso ser asistido y se mantuvo firme en su reclamo de “justicia por los niños”.

Agencia Cipolletti

VIDEO: Laura Frank

VIDEO | El reclamo de los vecinos al fiscal

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