River encontró el gol en el final, perdió 2-1 con Palmeiras y quedó con vida en la Libertadores

River no hizo pie ante su gente, perdió 2-1 contra Palmeiras y quedó muy complicado en el cruce de cuartos de final de la Copa Libertadores, su gran obsesión. El gol de Martínez Quarta, a dos minutos del final, le dio vida y ahora sueña con dar vuelta la historia en San Pablo, la semana que viene.

La noche empezó con un baldazo de agua fría en el Monumental. El equipo brasileño sacó máximo provecho de la pelota parada, Gustavo Gómez apareció para cabecear en soledad y en apenas 5 minutos rompió el cero en la serie.

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La reacción no llegó y Palmeiras pegó de nuevo

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La lógica imponía una rápida reacción del dueño de casa, pero la visita se agrandó con el gol y dominó casi a voluntad hasta los 20. Andreas Pereira probó los reflejos con un buen tiro libre que tapó Armani y de ese córner, otro cabezazo, ahora de Lucas Evangelista, dio en el palo.

Varios corazones se paralizaron, pero a la vez esa jugada sirvió como puntapié inicial para la reacción. Después de los 20, River, con más ganas que fútbol, emparejó las acciones, tuvo un par de córners y, por fin, los volantes pudieron conectarse con los aislados Maxi Salas y Sebastián Driussi.

Sin embargo, el Millo no pudo llegar al empate y la respuesta fue letal. Otra vez se asociaron sus hombres de punta y Juan Manuel López le metió un pase memorable a Victor Roque, quien definió perfecto, cruzado, ante la salida de Armani. 2-0 en 42 y todo cuesta arriba para el equipo local, aunque un público cerró al coro de “movete, River, movete”.

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Los cambios del Muñeco, el gol del Chino

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Marcelo Gallardo metió mano en el vestuario y mandó a la cancha a Juanfer Quintero (también a Martínez Quarta por el amonestado Paulo Díaz). La postura fue otra y el Millonario se plantó en campo contrario, aún a riesgo de sufrir con las rápidas contras de Palmeiras.

Los minutos pasaron y River siguió con el dominio del campo y el balón. Sin embargo, careció de puntería y prácticamente no generó jugadas de riesgo. La pegada del Huevo Acuña y de Juanfer Quintero fue determinante, pero fallaron los delanteros.

Cuando parecía que la historia terminaba 2-0, Martínez Quarta probó desde afuera del área, se benefició con un rebote en Murilo y llegó un gol que puede ser salvador en la serie. Los primeros 90 fueron para Palmeiras, pero el Millo encontró vida en el final y va por todo en los 90 definitorios.